Yo nací en una familia promedio: dos padres y una hermana mayor, todos estaban bien y para mí no había problemas más graves que mis notas en el colegio. Me gustaban los deportes, aún me gustan, y no era malo al resolver un problema matemático, nunca di problemas y siempre fui conocido por ser un niño bueno.
Llegué a convertirme en capitán del equipo de futbol de mi clase en el tercer año escolar y entré al equipo oficial del colegio en mi quinto año, para ese entonces mi hermana tendría 17 años y estaba a un año de presentar los exámenes de admisión en una prestigiosa universidad. Mis padres estaban muy orgullosos y no dejaban de hablar de cómo su querida niña se estaba convirtiendo en una mujer, yo también estaba feliz por ella.
— Tonishima —ella me habló— es hora de comer.
Sus largos cabellos rubios atrapados en una coleta, sus ojos verdes similares a los míos y esa sonrisa pura: Sakura, era mi hermana mayor, la persona con la que pasaba más tiempo durante el día. Mis padres trabajaban casi todo el día: mi padre era oficinista y mi madre organizaba banquetes para eventos, no era mucho el dinero pero era el suficiente para una familia pequeña como nosotros, y por ello Sakura y yo nos turnábamos la hora de la cena.
— ¿Hoy qué toca? —comenté, un año antes de los sucesos de hoy.
— Sopa de poro —contestó.
— ¡Rayos! —me quejé mientras me acercaba a la mesa de la cocina.
— ¿No te gusta? —ella se sentó enfrente de mí después de servir un gran tazón de sopa para cada quién.
— Particularmente, no soy fan de las verduras —sonreí, siempre pensé que era muy bonita y me gustaba estar a su lado.
— ¿¡Qué dices!? —frunció el ceño un poco— si también tiene carne —empecé a reír y ella me siguió el paso.
— Creo que realmente voy a extrañarte —comenté mientras empezaba a comer.
— Hablas como si me estuviera yendo a algún lado—ella sorbió su sopa y me miro fijamente.
— ¿Y no lo harás algún día? —comenté triste.
— ¡Pero no hoy! —respondió un poco molesta— falta un año para pensar eso, aparte, aún no sé si voy a ser aceptada en la universidad que quiero.
— Pero papá y mamá no dejan de hablar de eso —bajé la mirada.
— Mira, ellos sólo están emocionados porque su "niña" está creciendo —ella sonrió— y seguro harán lo mismo contigo cuando tengas mi edad. Pero que ellos se emocionen no hace que mágicamente yo me vaya.
— ¿Lo prometes? —le miré con tristeza.
— Lo prometo —ella acarició mi cabeza con una sonrisa— me vaya o no, yo seguiré siendo tu hermana mayor y prometo cuidar de ti y llamarte todos los días.
Esa fue la última conversación que tuve con ella.
Mi hermana había decidido salir con sus amigas aquella noche, tomando el auto de nuestro padre en cuanto él volvió del trabajo. Eran las diez de la noche cuando ella tomó las llaves y se fue, no recuerdo mucho el momento y son cosas que prefiero olvidar. Cuando el teléfono sonó un par de horas después, cuando mi madre contestó y estalló en llanto, cuando empezó a gritar de forma histérica llamando a mi padre, ese día mi familia se rompió.
Esa noche una joven incauta y su grupo de amigas, conduciendo en medio de la noche, habían tenido un accidente automovilístico a causa de un conductor imprudente que las había hecho estamparse contra un faro y en el impacto la conductora, que no llevaba cinturón de seguridad, había estrellado su cabeza contra el parabrisas y aunque los médicos habían hecho todo por ayudarla, no lograron salvarla.
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Digimon Magic
FanfictionItchi Morinaga es una niña de 11 años de edad que vive una vida normal con su madre y su hermano menor. Es una chica promedio con un gran gusto por los deportes como es el fútbol soccer; pero un día todo cambia cuando una pequeña voz le habla implor...