Origen

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NI: Quienes leyeron "En la línea de fuego" recordaran que por ahí en medio había un capítulo mucho más corto que el resto y que era una especie de "mientras tanto, en Londres..." Bueno, esto es similar. Es mucho más corto que los demás y en este caso, corresponde a un flashback.

Espero les guste :)

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Cuando Sherlock vio a Irene Adler por primera vez, creyó entender que su vida no había tenido sentido hasta entonces. La coreógrafa, varios años mayor que él, se movía con soltura, elegancia y técnica, sin dejar a nadie indiferente, menos al joven talento, que la miraba como si una especie de hechizo hubiese caído sobre él.

Ella, por su parte, habituada a ser el centro de atracción, no notaba mayor diferencia entre el esbelto muchacho y sus compañeros. Lo trataba con franca indiferencia y corregía su trabajo con maneras bastante duras, por lo que tanto para Sherlock como para Irene se hizo difícil precisar el momento en que habían saltado de la devoción/indiferencia a sumirse por completo en un espiral de pasión que consumió al joven.

Quizás había comenzado cuando discutían, luego de que todos se habían marchado y Holmes llevaba más de una hora practicando la entrada del segundo acto de "Anastasia". Cansada y aburrida, la mujer lo tomó por la cintura y corrigió la altura de sus caderas, entonces, él la besó ansiosamente.

Irene Adler era el mundo para Sherlock, pero para ella, el joven prodigio era sólo uno más en su lista de amantes. Él lo sabía y se resignaba a estar en el segundo plano, encontrándose con ella tras bambalinas o en camarines, escapándose de vez en cuando después de los ensayos, reuniéndose en hoteles baratos, para volver a su casa después de dos o más días, sin dinero, cansado e intoxicado. A sus 22 años, Sherlock Holmes había experimentado más cosas que su hermano mayor Mycroft a sus 30.

El punto más bajo llegó cuando el director del Royal Opera House los sorprendió manteniendo relaciones sexuales en el camarín, faltando poco para una presentación donde Sherlock tendría el rol principal. El joven fue sancionado y apartado del cuerpo de baile, mientras que Adler fue despedida, sin embargo, esta situación sólo consiguió aumentar la obstinación de Holmes por la coreógrafa, que comenzaba a cansarse de él. En ese momento, ella era literalmente, lo único que tenía, por lo que se empecinó en conseguir ser el único hombre de su vida, pasando por suplicarle, seguirla, pelear con otros sujetos a reclamarle directamente a ella la exclusividad que se merecía. Las peleas y gritos pasaron varias veces a un punto físico y Sherlock se hizo íntimo del alcohol y otras sustancias. Entonces, ella lo dejó definitivamente.

Irene Adler, cansada y aburrida del joven que le había costado su trabajo y reputación (para esas alturas la tormentosa relación se comentaba en el ambiente, pero no llegó a los medios), sencillamente recogió sus cosas del cuarto de hotel que habían compartido por una semana y se marchó. Al poco tiempo, partió a Estados Unidos, donde se estableció con una academia de Ballet que poco a poco fue asumiendo éxito.

Por otro lado, Sherlock devastado se dejó arrastrar por el torbellino que aún representaba la Mujer en su vida. Estuvo perdido por cerca de una semana, finalmente lo encontraron en una casa abandonada, rodeado de drogadictos, desde donde tuvieron que sacarlo en una ambulancia. Pasó varios meses en rehabilitación, entrando y escapándose de tanto en tanto, pero la última vez que lo encontraron, su hermano Sherrinford, que dirigía la escuela de danza de Julliard fue tajante.

— Se acabaron los jueguitos, hermano. — Le dijo — Desde ahora te comportarás como el adulto que eres. Vas a completar tu rehabilitación, volverás a la casa de nuestros padres y estudiarás algo, lo que sea ¿Estamos?

— Voy a vivir en Londres. — sentenció el joven. Y luego desvío la mirada a la pared —Y quiero volver a bailar.

—Ni lo sueñes, Sherlock. Tú no pondrás un pie nunca más sobre un escenario. — Replicó con firmeza.

El menor de los Holmes miró a su hermano, y sus ojos se empañaron. Siempre creyó que de todos los integrantes de su familia, él sería quien lo entendiese, pero no era así, por lo que conmovido solicitó:

—Es la única forma en que pueda volver a sentir algo.

Sherrinford tuvo una larga discusión con sus padres y hermano mayor. Finalmente, acordaron que él haría las gestiones para que Sherlock se incorporase al ballet Nacional de Inglaterra, donde podría reestructurar su carrera.

Así fue como luego de tres meses de rehabilitación, Sherlock volvió a bailar, consiguiendo el estelar de "El Cascanueces" , emocionando en la primera función a todo un país. Un par de meses después de ello, y en los primeros ensayos de "El Lago de los cisnes" , la bailarina que lo acompañaba se apoyó de forma incorrecta, provocándole un desgarro de 4 cm. Ante el dolor de la lesión, Sherlock la dejó caer, y ante la posición en que se encontraban, la joven cayó sobre la pierna del bailarín.

Greg Lestrade, había conocido a Sherlock poco antes de su relación con Irene Adler, y siempre había querido dirigirlo, incluso cuando fue apartado del grupo, por lo que cuando Mycroft lo llamó para discutir la posibilidad de incluir al muchacho en su equipo, aceptó encantado y casi sin hacer preguntas.

Cuando Sherlock conoció a Molly Hooper sintió que una parte de él que había estado dormida por mucho tiempo despertaba, tranquila y renovada, pero aún tenía mucho que corregir antes de que el latir acelerado de su corazón dejase de doler.

El lago de los cisnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora