Froto fuerte la sangre de mis manos intentando limpiarla aunque solo consigo extenderla y que cada vez haya más. Me giro al escuchar la risa de Negan a mi espalda y me hace una señal para que me acerque.
- Tengo un regalo para ti, preciosa -me dice agarrándome de ambas manos manchándose él también y tira de mí colocándome frente a un armario.- Ábrelo -mis manos temblorosas se colocan sobre los tiradores y, tras respirar hondo, abro la puerta decidida.
Los cuerpos ensangrentados de mis padres, Joel y los hermanos se echan sobre mí en cuanto lo hago y caigo al suelo.
- ¡No! -grito incorporándome de golpe sobre la cama. 'Solo ha sido un mal sueño' me digo a mi misma cubriéndome la cara con las manos y secándome el sudor de la frente mientras intento regular mi respiración agitada.
- ¿No qué? ¿No quieres que me vaya? -dice Negan divertido desde el final de la cama y yo me destapo la cara para mirarle con odio. Está sin camiseta con una sonrisa de oreja a oreja.- Cuidado con como me miras pequeña -su voz ronca hace que la intensidad de mi mirada baje al mínimo y me paso las manos por el pelo a la vez que suspiro resignada.- ¿Qué tal has dormido? Te dije que ese vaso de zumo te iba a sentar bien.
El vaso de zumo. Me lo había traído después de cenar para 'ayudarme a hacer la digestión' pero lo único que recuerdo después de tomármelo es empezar a tener sueño y el rostro borroso de Negan.
- No pensaba que eras de los que drogaran a las chicas -murmuro mirando el vaso vacío de la mesita. Él se ríe y bordea la cama para acercarse a mi y sentarse a mi lado.
- Te necesitaba descansada -me acaricia la cara y me estremezco ante su tacto. Necesito saber que quiere de mí, pero sé que o se enfadará o se reirá así que me recuesto lentamente sobre las almohadas y miro hacia arriba.
- ¿Por qué el espejo? -su cabeza se eleva también para mirar en la misma dirección. Su risa inunda la habitación y deja de tocarme la cara para apoyarse con ambas manos en el colchón.
- ¿Enserio Daniela? ¿De veras eres tan inocente en ese tema? -y algo hace clic en mi cerebro cuando lo relaciono todo. Y él parece darse cuenta pues me sonríe ladeando la cabeza y se muerde el labio soltándolo lentamente.- Dime para qué es el espejo -yo me encojo de hombros y hago una mueca para nada creíble por lo que me agarra de la mano y tira de mí arrimándome a él. Está demasiado cerca.- Dilo
- Hmm... -miro a todos lados nerviosa intentando evitar sus ojos. No es que no lo sepa porque pensándolo bien está bastante claro, sino porque es Negan y no me siento cómoda hablando de eso con él. Su mano me agarra del mentón y me mira alzando las cejas esperando una respuesta.- Para poder verte mientras... estas en la cama -la cara me arde de vergüenza pero sigue sin estar contento del todo. Quítate la vergüenza Dani.- Con mujeres -suelto sin más y el brillo de sus ojos aumenta volviéndose a morder el labio.
- Las vistas son jodidamente buenas créeme -me coge la cara y me besa la frente animado.- Algún día sabrás de que te hablo -se levanta para ponerse la camiseta y yo le miro atenta a todos sus movimientos. No tiene mal cuerpo para la edad que tiene pero tampoco es un adonis esculpido, simplemente es un hombre fuerte-¿Eres virgen Dani? -la pregunta me pilla de sopetón y abro los ojos como platos. De nuevo me arde la cara y asiento.- Era obvio -chasquea los dedos aparentemente más contento que antes pero de lejos le prefiero así a que esté enfadado.- Venga, levántate y vístete -dice quitándome las sabanas dejándome ver que llevo la misma ropa que llevaba anoche. Al menos es un tipo legal a la hora de respetar el cuerpo ajeno.
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« Queen of the Mountain | TWD »
Teen FictionCuando tu mundo cambia de forma tan drástica nadie puede esperar que tú sigas siendo la misma. Nadie dijo que no llegarías a reconocerte y por supuesto nadie te avisó de lo que ibas a perder por el camino pero para tu suerte tampoco contabas con lo...