Cuando tu mundo cambia de forma tan drástica nadie puede esperar que tú sigas siendo la misma. Nadie dijo que no llegarías a reconocerte y por supuesto nadie te avisó de lo que ibas a perder por el camino pero para tu suerte tampoco contabas con lo que ibas a ganar ni las sorpresas que te deparaban. Te arrebataron una familia para devolverte otra mucho más grande, pero la sangre se paga con sangre y desde luego que el salvador buscará ser salvado de lo que se le viene encima.