Acomodo la trenza y estiro del borde de la sudadera gris ajustándola a mi cuerpo antes de salir de la habitación echándome el francotirador a las espaldas.
No he conseguido quitarme de la mente lo que ha sucedido hace apenas media hora en la habitación y creo que mi cuerpo tampoco lo ha asimilado porque mantiene la temperatura alta y sigue sin asimilar la falta de su mano entre mis piernas. Pero tiene que hacerlo, tanto mi cuerpo como mi mente tienen que descartar a Negan.
Lydia me espera de pie al final del tramo de las escaleras, comprobando el cargador de su M16. Alza la vista que ese brillo travieso en sus ojos.
- ¿Qué tal todo? -pregunta echándose el arma al hombro y parece ligeramente decepcionada cuando me encojo de hombros con expresión nula. Pero sus ojos se abren de golpe y se echa a reír saltando como una niña.- ¡Lo sabía, lo sabía! -frunzo el ceño confundida y ella señala mi cuello aun gritando pero, al ver que sigo sin entenderla, coge mi mano y me arrastra hasta el espejo más cercano del pasillo. Mierda, mierda y tripe mierda. Cuando Lydia me gira la cara frente al espejo una mancha roja, y más que llamativa, se encuentra a la altura del cuello contrastando perfectamente con mi pálida piel. Negan hijo de la gran puta.- Tienes un jodido chupetón -la fulmino con la mirada colocando el gorro de la capucha de modo que tape esa parte del cuello, pero ella no deja de sonreír.
- No es lo que parece -la garganta se me ha secado de golpe y me obligo a apartarme del espejo para caminar hacia la puerta que lleva al patio trasero.
- Tienes un jodido chupetón -repite como si no la hubiese oído la primera vez, pero esta vez más alto. Mi mirada la hace callar pero no borra su sonrisa.- No diré ni una palabra señorita no necesito sexo para ser feliz, pero quiero detalles. -hago un ademán con la mano y asiento solo para complacerla.
- Y ahora cierra el pico y vete a lavar los coches, pero esta vez de verdad -ella ríe asintiendo. La luz me ciega al atravesar las puerta y entrecierro los ojos hasta que se acostumbran a la iluminación.
- ¡Ya era hora! -exclama Jesus al verme, proclamando mi llegada, haciendo que tanto los de mi grupo como los del suyo miren.
- Siento haberte hecho esperar querido -avanzo hasta él para abrazarle. Por encima de su hombro puedo ver a lo lejos, junto a las cuadras, como Negan y Sherry hablan muy pegados y animados. Tenso la mandíbula por unos segundos. 'Oh oh, ¿qué ha sido eso? ¿celos?' No, pero podría tener la decencia de respetar a Dwight. Me separo de Jesus fingiendo una gran sonrisa.- Me ha dicho Allistair que quieres hablar ¿cierto? -él asiente.- ¿Dónde está Harlan?
- En la cocina ¿quieres que vaya a buscarlo? -sus inocentes y llenos de bondad ojos azules me miran expectantes y yo asiento observando como se adentra en el castillo. Me giro disimuladamente hacia la pareja. Negan le susurra algo al oído haciéndola reír.
- Patético... -Ruedo los ojos y busco a Dwight con la mirada pero ni rastro, menos mal. 'Convéncete de que te molesta por Dwight, seguramente sea por eso'.
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« Queen of the Mountain | TWD »
Fiksi RemajaCuando tu mundo cambia de forma tan drástica nadie puede esperar que tú sigas siendo la misma. Nadie dijo que no llegarías a reconocerte y por supuesto nadie te avisó de lo que ibas a perder por el camino pero para tu suerte tampoco contabas con lo...