cap 30 Última Noche

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~Naruto POV~

Me costaba quedarme dormido.

Por cuarta vez en los últimos quince minutos miré el reloj a mi lado y regresé mi mirada al techo. Exhalé profundamente. Eran las dos de la mañana.

Lo que quería decir que faltaban menos de siete horas para que todo terminara.

En menos de siete horas leerían el testamento de Jiraiya y toda la herencia quedaría en mis manos. Tendría lo que siempre había querido desde un inicio, por lo que había hecho todo lo que había hecho, por lo que me había casado con una completa desconocida.

Tendría mi dinero, mis acciones, mi libertad. Lo tendría todo menos a ella.

A Hinata.

Quien ahora se comportaba precisamente como una desconocida. Y los tres meses anteriores parecían haberse borrado por completo. Las charlas, las peleas, los viajes, las fiestas, las risas, los besos y la infinidad de veces y lugares en los que habíamos hecho el amor parecían haberse esfumado de pronto, y la indiferencia que yo le había mostrado días atrás era la que ella me mostraba ahora.

Igual me lo había ganado a pulso.

Solté el aire contenido. Aunque había pasado las últimas horas devanándome los sesos para averiguar porque había cambiado tan radicalmente de actitud seguía sin encontrar respuesta, y para entonces la desesperación se estaba convirtiendo en impotencia al darme cuenta que no había mucho que pudiera hacer.

Tal como yo se lo había pedido con mis acciones, ella se iría en cuanto se hiciera lectura del testamento y todo quedara en mis manos. Nada más la retenía a mi lado, y el arreglo que habíamos hecho tres meses atrás estaba cumplido por su parte por lo que no había razón para que siguiera en mi casa.

Solo una, pero suponía que no importaba cuando con mi actitud le había dejado claro todo lo contrario.

La iba a perder sin remedio.

No importaba todo lo que me hubiera dicho, no importaba el tiempo que habíamos pasado juntos, no importaba que me amara. No importaba que yo no supiera que iba a ser de mi vida sin ella.

Todo estaba terminado, tal y como yo lo había querido desde un inicio.

Fui incapaz de seguir pensando en lo mismo, y resignado a pasar otra noche más solo en mi cama cerré mis ojos y me quedé dormido al instante.

~o~

Desperté a las siete de la mañana en punto y miré el reloj mientras los recuerdos de los últimos días llegaban a mi cabeza de golpe.

Faltaba una hora para la lectura del testamento.

Entonces hice algo que jamás pensé que haría en esa situación: solté un gemido frustrado y me levanté a regañadientes para alistarme e ir a la bendita y tan anunciada lectura del testamento. La misma que había esperado tres meses, y a la que por alguna extraña razón no me producía ningún placer asistir. No cuando sabía lo que vendría después de que tuviera ese dinero en mis manos, ganando algo para perder algo.

Ganando algo que ya no me interesaba para perder algo que se había convertido en lo único importante en mi vida.

Una vez salí de la ducha, me amarré una toalla en la cadera y saqué del vestidor uno de mis tantos trajes Ralph Lauren para cambiarme e intentar alejar esos pensamientos de mi cabeza.

Cinco minutos después terminé de atar el nudo de mi corbata gris plata por encima de mi camisa blanca. Una vez listo tomé el saco negro y lo abotoné hasta que estuve listo y salí de mi habitación.

Contrato de Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora