cap 26 Celos

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~Hinata POV~

Días después

-¿Cenaron en la torre Eiffel?- la voz chillona de mi mejor amiga resonó en mi oficina- ¿Es en serio?-

Por enésima vez, entorné los ojos y me incliné para hablar más bajo.

-Dilo más fuerte Ino, creo que no te oyeron en Mercadotecnia-

-¡Ay no me importa! Naruto es tu esposo y era tu cumpleaños- se encogió de hombros- Además no dudo que ya todos por aquí sepan a dónde te llevo el jefe a pasar tu cumpleaños-

Me hundí más en mi silla mientras fulminaba a Ino con la mirada. A pesar de que todos ahí sabían que era la esposa de Naruto, intentaba no hacerlo notar mucho pues lo último que necesitaba era más gente hurgando en nuestras vidas. Con su familia, mí hermano, Shion, Nagato, la prensa y hasta la entrometida de Temari teníamos suficiente.

Aunque tenía que admitir que después de mi cumpleaños y desde nuestro regreso de París, no me importaba mucho que la gente lo supiera pues la convivencia entre Naruto y yo cada vez era más y más natural. Más sencilla.

Más perfecta.

Estar con él era simplemente increíble, y haber conocido esa faceta de él en donde podía ser tan tierno y gentil como apasionado y arrogante había sido simplemente mi perdición.

Sin embargo si recordaba ese simple pensamiento que había tenido nuestra primera noche en París todo se complicaba en mi cabeza, y por mucho.

Desde que me había dado cuenta que sin remedio alguno me había enamorado de Naruto y que sin poder evitarlo se había convertido en el hombre que amaba a pesar de nuestras circunstancias, el miedo me atacaba de manera inmediata y me impedía dormir por las noches.

Esas noches en las que desnudos y totalmente saciados después de una buena sesión de sexo, sentía que se quedaba con otro pequeño pedazo de mí. De mi mente, de mi corazón y de mi alma.

Porque mientras él tenía sexo conmigo, mientras tal vez él solo me hacía suya para saciar su necesidad, yo le hacía el amor.

Me sentía vulnerable. Totalmente expuesta a él. Me sentía total y perdidamente enamorada.

Pero sobre todo sentía miedo al darme cuenta que mientras yo lo amaba silenciosamente y cada día un poco más, el día para que nuestro trato terminara estaba cada vez más cerca. El día en el que él tendría su herencia, mi Hermano saldría de la cárcel, nuestro falso matrimonio podría terminar y cada quién podría seguir su camino como si nada hubiera pasado.

Y yo no tenía la más mínima idea si Naruto sentía siquiera algo al respecto, porque después de todo para él todo eso podría ser sexo y nada más, algo que me dolía de solo pensarlo.

Y lo peor de todo es que ni siquiera era capaz de decirle a Ino lo que sentía, y decidida a no decirle nada para no complicar más la situación, me había resignado a sentir todo aquello completamente sola.

-¿Hinata?- su voz me sacó de mis cavilaciones- ¡Hinata!-

-Lo siento, Ino. Me perdí un poco-

-¿Tú crees?- preguntó sarcástica- ¡Estabas en otro planeta! ¿Qué te traes, Hyuga? Desde que volvieron de ese viaje a París has estado muy extraña-

-No es nada, Ino linda- mentí mientras acomodaba unos papeles- Es solo que con los nuevos cambios de puesto y contrataciones he estado muy ocupada-

Al parecer eso la dejó satisfecha. Después de todo era en parte cierto. Mañana entraría un nuevo empleado a mi área, y aunque yo no lo había entrevistado desde mañana tendría que apoyarlo a instalarse. Con tanta carga de trabajo en los últimos meses el área de finanzas necesitaba un buen contador que apoyara a Tenten, mi mano derecha y que ahora se encontraba disfrutando de sus vacaciones.

Contrato de Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora