Todos andamos por la vida temiéndole a algo. En busca de algo. Respuestas a todas aquellas preguntas. Queremos saberlo todo. Queremos ser felices, pero todo se resume a una sola oportunidad. La nuestra.
EDUARDO
A veces quiero saberlo todo, pero tengo miedo de equivocarme.
Soy Eduardo y tengo quince años.
Defino la vida como: algo para torturarnos y no ser libres
El bullying me trajo hasta el internado, estaba cansado de tantos insultos, de esos golpes que me hacían a escondidas, esas amenazas que me hacían sentir tan insignificante.
Era un viernes, todos salíamos de clases pero aquel día ese chico que no dejaba de amenazarme y golpearme no lo haría nunca más.
Golpeaba una y otra vez. Sentía demasiado dolor en mis puños, pero el dolor que tenía en mi interior era aún más grande, tan grande que empecé a botar lágrimas mientras lo golpeaba.
Recuerdo aquel día como el día en que pude liberarme. Me sentí tan aliviado. Tan feliz, que hasta sonreía mientras la directora y mi madre me preguntaban:
-¿por qué lo golpeaste?-
Esa sonrisa poco a poco se convertía en lágrimas. Abracé a mi madre tan fuerte que ella dijo:
-Todo va a estar bien-
Nada estaba bien. Lo sabía muy bien, pero ella intentaba darme ánimos, ánimos que se convirtieron en promesas.
La escuela me obligó a estar en este internado, mi madre aceptó. Aquel chico ahora está en otra escuela, sólo espero que todos no aprendan a golpes.
Ahora estoy intentando huir de este internado. ¿A dónde iré? No lo sé. La vida es un misterio, y yo quiero averiguarlo, sólo trataré de no odiar a la vida.
Una de la madrugada
Todo el grupo de Carl había ido en busca de diferentes objetos o formas de preparar su escapatoria del internado Brotherhood.
Eduardo, Jesús y Luis estaban en la habitación de Eduardo, subiendo por los conductos de aire acondicionado hasta llegar a la terraza del internado porque necesitaban buscar una forma fácil de poder salir sin ser descubiertos.
Con forme van colocando sus cámaras Jesús y Luis, Eduardo observaba una habitación que se prendía y apagaba la luz, una y otra vez.
-Oigan, ¿ese no es el edificio de los que dicen que tienen alguna enfermedad mental?-
Jesús y Luis observaron el edificio y también vieron aquella habitación en dónde prendían y apagaban la luz.
-¿Por qué prenden y apagan la luz?-
Preguntó Jesús
-Debe ser de alguien con algún mal mental y es como un tic-
Dijo Luis
-Si ellos están locos, ¿nosotros que somos?-
Preguntó Eduardo, mientras continuaba observando aquella habitación
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PERFECTAMENTE IMPERFECTOS
NezařaditelnéAVISO: Esta historia es diferente a todas pero con vidas iguales a las nuestras o a las personas que conocemos. Aquí descubrirás que la perfección es solo una palabra más. ...