Pricey《Jikook Lime》#KpopAwards2017

4

[...]

-Debería ser yo entonces quien lo solucione?

Abrí los ojos en señal de sorpresa y comencé a tener verguenza de encontrarme desnudo, asi que tapé mi  "problema"con ambas manos.

-N-no...

Jimin se acercó a mi y retiró las manos de mi pene para tomárlo él y comenzar a masturbarlo lentamente.

-Gemías como una putita en el baño.

Cierro mis ojos, ni si quiera sé por qué estoy dejando que pase esto, hace unos minutos le mataría y ahora solo quiero que siga tocándome.

-Hmm...

Me apoyo contra la pared cuando Jimin aumenta el ritmo. A través de mis pestañas, debido a mis ojos entrecerrados, veo que me está mirando a la cara, tan serio como siempre.
Cada vez mi mente se aleja más y noto que estoy a punto de venirme.

-Jimin...ah...apártate...voy a...

Jimin se aparta, frío, y me contesta:

-Ve al baño, no quiero que manches mi dormitorio.

Un ruidito sale de mi garganta. Será imbécil. Salgo de allí corriendo, golpeándo la puerta, y nada más llegar al baño, basta con tocar mi pene para explotar, y suelto un gran gemido.
Me pongo de rodillas en el suelo para recuperar el aliento e intentar procesar lo que acababa de suceder.

Park Jimin acababa de masturbarme, por voluntad propia. Algo no iba bien, eso no era para nada normal. Quizás me había dormido en la bañera y lo había soñado, o quizás me estaba ahogando y debido a la falta de oxígeno había tenido una alucinación.

Pero una voz me sacó de mis pensamientos.

-Vuelve a ducharte y regresa a mi dormitorio de nuevo, debo darte algo.

Miré a la puerta. Ni si quiera se había acercado para decírmelo, era uno de esos altavoces que había instalados por toda la casa para que se escuchasen sus órdenes sin tener que moverde. Órdenes órdenes órdenes...

Como le odiaba.

Encendí la ducha de nuevo y me lavé rápido. Esta vez, no fui desnudo hasta allí, sino envuelto en una toalla y cabizbajo.

Jimin no hizo ningún comentario, como si no hubiese pasado absolutamente nada apenas unos minutos atrás.

-Ten, quiero que te lo pruebes, es para mañana, si te queda grande llamaré para que lo arreglen esta misma noche.

Me tendió una caja con el sello de una reconocida marca de lujo. La abrí, y había una elegante camisa de seda con diminutos puntos brillantes que juraría que eran cristales de swarovski.

Le miré a los ojos, confuso.

-A donde iremos mañana?

-Eso ahora no importa -dijo mientras mandaba unos mensajes en su móvil. Ya ni me miraba.- Ahora ve a dormir, mañana debes estar descansado, será un día duro.

Me quedé petrificado en la puerta unos instantes. Jimin subió su vista de la pantalla para mirarme.

-Pero por qué sigues aqui?

Como sacado de un sueño, reaccioné y di un paso atrás.

-Buenas noches, señor.

Dije antes de cerrar la puerta.

Una vez solo en mi cuarto, volví a mirar la camisa. La toqué con mis dedos. Jamás había tocado algo tan suave y delicado.

Y caro.

Sin duda alguna, aquella camisa era demasiado cara.