Weas varias

La curiosidad mató al gato...

  "Por lo que se, las luces son poco comunes, al menos en los alrededores, esta es la primera vez que he visto una de cerca."

Lumiére alzó sutilmente la mirada del cuaderno que le había sido entregado, convencida de que en el transcurso de su vida, aquel centinela habría visto más de una, de otro modo no hubiera sido capaz de distinguir una luz común de ella. Continuó leyendo para sus interiores.

"La manera en la que yo lo veo es esta: Las luces son joyas. Están recogidas en joyerías repartidas por el mundo y solo unos pocos tienen la suerte de poder entrar. A veces hay 'robos' y cuando estos ocurren, la joyería queda dañada y las joyas no se pueden defender, así que la policía, que no tiene nada que ver con las joyas, entra en acción, y entonces [...]"


- ¿Qué es esto? - Acabó diciendo en voz alta sin siquiera terminar de leer lo que a ella ya le pareciera la peor metáfora de la historia.

Yawar extendió los brazos para tomar su cuaderno de vuelta y pasó a la página siguiente, tomando el bolígrafo de la mesa y comenzando a escribir. Tenía que admitir, este modo de comunicación era algo molesto de vez en cuando, incluso escribiendo rápido te tardas tu tiempo y aún así te arriesgas a que no se entiendiera y a deber empezar de nuevo.

Lumi comenzó a aporrear en silencio la mesa con los dedos, esperando una respuesta. Finalmente el mudo dejó el cuaderno abierto sobre la mesa y con un empujón no muy fuerte a este logró lanzarlo al otro lado (no un gran logro considerando lo pequeña que la mesita era)

"Te he dicho antes, tu no pareces una luz. Tampoco piensas como una luz, pero las demás cualidades las tienes intactas. Tu marido por el otro lado sería un perfecto ejemplo del cuerpo físico de las luces, sin embargo carece de todo lo demás. Ambos os haces llamar luces. ¿Qué sois en realidad?"

Con otro bufido, alzó la mirada nuevamente al hombre que tenía en frente y por primera vez en su tediosa conversación se quitó con cuidado las gafas y las dobló, dejándolas sobre la mesa y deslizando el cuaderno hacia su dueño con la otra mano.

- Verá, yo soy producto de dos especies similares, una de ellas siendo las luces -

Yawar entonces tomó el cuaderno y escribió con rapidez
"¿la otra?"

- Alfred, por su parte - Continuó, pretendiendo no haber leído la pregunta - es... es un caso especial. Él es... defectuoso, en el mejor de los sentidos, por supuesto.- hizo una corta pausa que pareció durar algunos minutos, en los cuales Yawar tuvo tiempo suficiente para darse cuenta de que la pregunta que había propuesto no iba a ser contestada y pudo escribir más - Su crecimiento es correcto, también es rápido y bastante ágil, tiene músculos resistentes en el tren inferior y se conforma fácilmente, nunca hace muchas preguntas a no ser que tenga que ver conmigo. Sin embargo, su condición es tan extraña porque, como le he dicho antes, él no es capaz de reproducir ninguna de las actividades que tengan que ver con la producción de luz o similar. - dejó salir un corto suspiro y tras este la sala volvió a quedar en silencio, siendo el ruidillo tranquilo del bolígrafo contra el papel lo único que se podía escuchar.

Después de un rato, el bolígrafo paró y fue puesto sobre la mesa. Fue un momento tranquilo en el que Yawar releyó lo escrito y meditó sobre lo que había dicho la luz. Arrancó la página con agresividad, pero con una amplia sonrisa en su rostro y la botó en el piso tras hacerla bolita.

-Tengo algunas hipótesis, sabe - remontó Lumière, atrayendo de nuevo el interés de la cascada. - Pienso que su condición está vinculada de alguna manera con su ceguera, creo que--

Calló nuevamente cuando una nueva página del cuaderno contrario fue colocada frente a su cara con la intención de, precisamente, callarla.
Tomó la página y agarró sus gafas, colocandolas sobre su nariz extrañamente estilizada y leyó.

"La inclusión en el diamante, ¿es eso lo que tratas de buscar? ¿O es el por qué lo que en realidad estás buscando?
¿Qué pretendes con eso? Afirmas que solo quieres saberlo, pero ¿qué vas ha hacer una vez que lo sepas? ¿Tratarás de borrar las imperfecciones desde la raíz?

La curiosidad mató al gato, linterna"

Lumiére bufó, agarrando el trozo de papel con ambas manos, haciéndolo temblar ligeramente por la furia acumulada. Finalmente se llevó la nota al bolsillo y consiguió volver a la calma.

- La curiosidad mató al gato... - repitió, levantándose de su asiento y lanzando una mirada fría de repulsión al dichoso soldado, cuando una chispa anaranjada surgió del interior de los ojos enfadados de la mujer - pero la satisfacción lo trajo de vuelta.