DESCONFIANZA ENTRE AMIGAS

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Al día siguiente desperté con los acalorados gritos de mi madre, tomé mi celular para ver la hora, leí varias notificaciones y entre esas una en particular llamó mi atención, era un mensaje de valentina:

"Buenos días guitarrista, espero que estés bien. Lamento informarte que hoy no tendremos clases, tengo unos asuntos en la ciudad. Nos vemos mañana a la misma hora". En ese pequeño instante la ilusión de ver a Valentina y continuar con las clases de guitarra y quizá con la conversación se había desvanecido, tendría que esperar un día más. Seguí mi rutina como diariamente lo hacía, acomodé un poco mi habitación, ayudé en los quehaceres del hogar y pensé en pasar el resto del día en casa de Carolina.

- Mamá voy a pasar la tarde en casa de Carolina.

- Luisa, yo entiendo que es tu amiga de toda la vida y que comparten muchas cosas, que además tu padre y el suyo fueron muy buenos amigos pero esa chica tiene algo que no me gusta, siempre te lo he dicho, no me gusta que pases mucho tiempo en su casa, solo te pido que seas cuidadosa…

- Mamá tu siempre hablando de Carolina, no la conoces, no tanto como yo, tu conoces a su familia  pero a ella no, se que puede parecer algo loca pero es una buena persona y es mi amiga ¡Entiéndelo! No me quedaré mucho tiempo, cualquier cosa me avisas. Nos vemos mas tarde, te amo.

Mi madre siempre ha tenido cierto rechazo a mi amistad con Carolina y la verdad es que no entiendo sus razones, La Sra Marta y ella fueron amigas o quizá no tan amigas pero al menos compartieron alguna clase y cantaron juntas en el coro de la iglesia,. No entiendo por qué el rechazo con Carolina. Quizá solo la juzga por algún error de sus padres pero no tiene el derecho de hacerlo, nadie lo tiene

Perdida en mis pensamientos y tratando de encontrar una respuesta clara a la actitud de mi madre sin darme cuenta llegué a casa de Carolina. La Sra Marta se encontraba en la entrada de la casa, la salude y me invitó a pasar.

- Buenas tardes, ¿como esta Sra Marta?

- Muy bien gracias a Dios Luisita, ¿y tu? ¿que tal tus vacaciones?. Espero que estén siendo mas productivas que las de Carolina, en cualquier momento le saldrán patitas en la espalda.- Rió a carcajadas

- Si bueno… así es ella. Y bueno mis vacaciones muy bien y bueno creo que si han sido algo productivas estoy tomando clases de guitarra aunque por algunos asuntos personales mi profesora no podrá darme clases hoy.

- Que bueno Luisita, ojala y Carolina se interesara en algo como eso, deberías de arrastrarla contigo a esas clases

Justo en el momento en el que la Sra marta terminaba de hablar Carolina apareció quejándose de los comentarios de su mamá.

- ¡Hey!, ¡Mamá! Siempre exageras las cosas, yo hago cosas productivas es solo que nadie las nota, además la música no es lo mío.

- Bueno chicas las dejo, alguien debe hacer algo productivo en estas casa. (Risas…)

- Entonces Lu… ¿Que tienes para hoy? Es decir, no tienes clases con valentina

- Mmm nada en especial la verdad, sabes que normalmente no tengo ningún plan y menos para los viernes. ¿Tu que tienes?

- Bueno… Fabiola llamó hace rato, sus padres van a estar en la ciudad estos días y quiere que nos reunamos en su casa para pasar la tarde y cenar y tal vez hacer una pijamada. ¿Vamos?

- Oye perfecto, ¡necesito distraerme! Dejame avisarle a mi mamá y nos vamos.

- Ok, hazlo mientras me pongo algo decente.

Fabiola y yo éramos amigas desde que entramos a la secundaria y debido a todas sus virtudes, su buen desempeño académico y lo respetados que eran sus padres en el pueblo mi familia la adoraba y era la favorita de mis amigas por lo que nunca dudaba si se trataba de ir a alguna reunión en su casa ya que sabía que mi mamá no se molestaría porque llegara tarde o porque me quedara a dormir.

Al llegar a casa de Fabiola ya todas nuestras amigas habían llegado. La tarde pasó lenta y tranquilamente, hablamos de todo un poco y reímos hasta ya no poder respirar, decidimos continuar la reunión y organizamos una pijamada, una de las muchachas propuso comprar alcohol y nadie se opuso, de hecho todas estuvimos de acuerdo.  

Nuestro grupo de amigas estaba conformado por Julieth, Francis, Fabiola, Carolina y yo.

En el último año Julieth y Carolina se habían vuelto muy unidas, hacían todo juntas inclusive en algunas ocasiones el resto de las muchachas y yo reclamabamos por la exclusión sin embargo pocas veces hacían caso de nuestros reclamos pues al igual que ellas nosotras también teníamos nuestra exclusividad.

La noche transcurrió y todas disfrutamos de la velada. Al llegar al punto en el que el alcohol nos hacia hablar con sinceridad cada quien se dio su momento de hablar de cualquier cosa que quisiera, la verdad yo no tenía nada que quisiera compartir así que me levante a buscar un poco mas de alcohol, creo que era la primera vez que tomaba tanto y por alguna extraña razón que no comprendía cada vez recordaba con más frecuencia a Valentina. La noche se convirtió en madrugada y nos quedamos dormidas o eso era lo último que recordaba.

Eran aproximadamente a las 5am o eso creí ver en la pantalla de mi teléfono me pare intentando no despertar a nadie, tenía que ir al baño. Rápidamente me paré y como pude logré llegar ya que estaba muy mareada gracias a los maravillosos efectos del alcohol, al abrir la puerta vi a dos chicas besandose acaloradamente, pensé que quizá solo estaba alucinando por el exceso de alcohol. No podía creer lo que veía y menos cuando logre reconocer a las dos chicas, eran Carolina y Julieth, ambas seguían pérdidas en sus besos y caricias no sintieron mi presencia y yo simplemente no podía seguir viendo esa escena, torpemente cerré la puerta intentando no hacer ruido pero falle porque a los 10 segundos de haber salido del baño Carolina estaba detrás de mi, intente actuar de la manera mas normal posible después de ver a mis dos amigas en esa escena.

- ¡Luisa! ¿Que haces despierta? ¿Entraste al baño?

- Amh Hola, mi vejiga quería colapsar pero ya no importa, disculpen por no tocar antes de entrar pensé que todas dormían. No vi nada.

- ¡Luisa! Se lo que viste, deja que te expliquemos.- Dijo Julieth algo nerviosa

- ¿Que me van a explicar? Ustedes no tienen nada que explicarme ¿Quien soy yo para que ustedes me expliquen porqué demonios mis dos mejores amigas se estaban besando?

- ¡Luisa por favor no te pongas así! No sabíamos como explicarte esto, es nuevo para nosotras te pensábamos contar pero no sabíamos como te lo ibas a tomar, teníamos miedo de lo que pensaras sobre esto.

- Se supone que nos contamos todo, se supone que somos amigas, se supone que confiamos la una en la otra sin importar nada pero ya veo que eso no es así.

- ¡Oh, Luisa! ¡Deja el drama y deja de comportarte como una niña! -Dijo Carolina

- ¿Que deje el drama? Carolina ¿como te sentirías tu si hubiese sido lo contrario? Si me hubieses encontrado besando a alguien de quien nunca te conté, ni mencioné ¿Saben qué? Olvidenlo, voy a seguir durmiendo

Luego de eso intente quedarme dormida pero no lo lograba. Era mucho para procesar en dos días, ya tenía suficiente con la conversación que tuve con valentina como para que ahora vengan estas dos a besarse.

“¡Es increible! Apenas ayer este mundo se abre ante mí y ahora me entero, de la peor manera cabe destacar que tengo dos amigas lesbianas que son novias pero eso no me molesta en lo absoluto, lo que me molesta al extremo es que ninguna de las dos hayan tenido la gentileza, la confianza de contarme, es decir se supone que soy su mejor amiga, especialmente de Carolina tengo toda la vida conociéndola ahora siento que no la conozco, que no puedo confiar en ella. ¿Como hacerlo después de esto?, ¿como confiar en alguien que no confía en mi?”

Luego de pensar tanto logre quedarme dormida...

Luisa y Valentina "La guitarrista Frustrada "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora