Laughing the nighttime into day

Capítulo 6

—...Y así fue como mi hermana descubrió que era gay. A ver, ahora ya no le importa, pero en ese momento fue demasiado para ella. Especialmente porque conseguí al chico del que ella estaba enamorada —Eunhyuk rio, y la mirada de Donghae volvió a quedarse pegada en su boca de nuevo.

Caminaban lentamente por el centro comercial, después de haberle comprado un vaso de chocolate caliente. Donghae le escuchaba con atención, y a veces le contaba algunas cosas sobre él. Ya había aprendido algo nuevo: le encantaban los dulces. Le había comprado gofres con chocolate y prácticamente los había devorado. Sabiendo que no tenía mucho dinero, Eunhyuk asumió que apenas podía permitirse el lujo de comer cosas dulces a menudo por lo que se encargó de recordar ese dato para las siguientes veces que se encontrasen. Por ese día, sin embargo, ya era suficiente: no quería que después le doliese el estómago.

— ¿Qué hay de tus padres? —quiso saber Donghae.

—Bueno, eso es otra historia —suspiró Eunhyuk. —Digamos que no están precisamente contentos. Pero eh, no deberíamos desperdiciar nuestro valioso tiempo juntos hablando sobre ellos.

Donghae asintió. Parecía feliz, al menos hasta donde Eunhyuk podía leer. Hacía frío fuera, e incluso dentro del centro comercial no podía dejar de temblar. Caminaban cogidos del brazo y pudo notar como Donghae acariciaba su brazo de tanto en tanto. Iba a preguntarle si quería otra bebida cuando éste se detuvo de repente.

— ¿Qué pasa? —preguntó Eunhyuk, pestañeando un par de veces.

Donghae estaba viendo algún escaparate de las tiendas a su izquierda por lo que siguió su mirada, comprendiendo al instante lo que sucedía: una tienda de juguetes. También había notado que el castaño se sorprendía con cualquier tipo de juguete, y pensó que entendía por qué: Donghae no había tenido una infancia real. No le había contado mucho sobre ello, pero podía imaginarse perfectamente que había sido tal cual. Si incluso se emocionaba al ver un globo... Había tantas cosas que no sabía, tantas cosas preciosas que no había visto aún.

— ¿Podemos ir a ver esas cosas un rato? —Donghae preguntó, hablando como un niño pequeño.

Eunhyuk sonrió. — ¡Por supuesto!

Las manos del castaño pronto estuvieron en el cristal de la tienda, y su mirada perseguía al pequeño tren que se movía lentamente dentro de la misma, desapareciendo y apareciendo a través de los túneles. Los ojos de Donghae brillaban y Eunhyuk sintió un calorcito aparecer en su pecho al ver como el castaño iba a la otra vitrina para mirarlo todo con la misma sorpresa y emoción. Era tan adorable, que lo hacía realmente feliz.

— ¿Quieres que entremos? —preguntó suavemente, poniendo una de sus manos en la baja espalda del castaño.

Donghae asintió rápidamente con el rostro, sin poder apartar la vista del trenecito dentro de la vitrina. —Sí, por favor.

Algunos días antes, Eunhyuk había pensado en posibles lugares a los que podían ir en su primera cita, pero nunca imaginó que acabarían entrando en una juguetería. Pese a lo extraño de la situación, debía admitir que era la mejor opción de todas las que pudo pensar. Pasaron horas dentro de la tienda, y todo cuanto allí había era interesante para Donghae. La gente los miraba porque ver a un chico joven jugar con tractores y coches no era lo normal. Era extraño, pero a Eunhyuk no le importó y siguió jugando con él libremente. Donghae no actuaba como alguien de su edad, pero ello no quería decir que fuese raro o tonto. Él pensaba que había muchas cosas que eran completamente normales para otras personas, pero que éstas no habían tenido lugar en la vida de Donghae. ¿Quería eso decir que era tonto? No, claro que no. Era joven; aún tenía la oportunidad de aprender muchas cosas... Solo necesitaba a alguien que quisiera ayudarlo, y él estaba más que dispuesto a ser ese alguien.