Close to you? [YoonMin]

10.- Kill me

•Capítulo 10.: "Kill me."•

*Narra YoonGi*

— ¿Le pasa algo a JiMin hyung que actúa así o esa es su forma de ser?.— preguntó TaeHyung desde la ducha contigua a la mía. Me reservé mi opinión en ese momento.—

— Ha estado muy raro el último tiempo, algo le tiene que haber ocurrido.— dijo HoSeok del otro lado.—

— Yo intenté hablarle pero fue en vano, no me prestaba ni atención.— agregó NamJoon desde otra ducha.— Estoy comenzando a preocuparme un poco por él.

— Se le quitará en algún momento, déjenlo y ya.— dije tratando no sonar duro.—

— Intentaré hablar y sacarle algo Rap.— dijo HoSeok pasando mi comentario por alto.— Pero dudo conseguirlo, solo se sincera con JungKook.— terminó en lo que los cuatro salíamos de las duchas.—

Así que el pelicastaño sabía algo de todo lo que sucedía y no me había comentado nada. Bien, creo que me debía una conversación y me encargaría de tenerla lo antes posible. Lo único que sabía era que Park estaba así desde que hice lo que hice, era obvio que aquello ameritaba explicaciones pero no se las había dado y aún sentía miedo de hacerlo.

¿No era obvio acaso?

Estuve toda la primera hora de clase sin prestar ni el mínimo de atención a pesar de que realmente la necesitaba para aprobar el ramo de estequiometria III en química común. El maldito Park me podía hacer reprobar el grado entero. De lo único que me di cuenta en esos noventa minutos fue del timbre que indicaba el recreo. Salí caminando detrás de NamJoon y SeokJin y llegamos a encontrarnos con los demás sin embargo faltaban dos. Aparecieron varios minutos después, JungKook con un semblante apenado y JiMin con los ojos hinchados.

"Perfecto, con eso te puedes sentir mejor YoonGi. Eres un genio."

Pensé con extrema ironía. De verdad quería dejar de verlo así pero no podía dar el paso para hacerlo, era demasiado grande.

Al tener que volver a las salas el menor me esperó y avanzamos al final del grupo mientras me reprendía para que hablara de una vez por todas. Al final del día nos reunimos chicos de todos los cursos a jugar un partido de basketball en el frío gimnasio. A todos les servía para pasar el rato y a mi para despojar mi mente de los mismos pensamientos de siempre.

Todo transcurrió normal la primera hora, daba igual quien ganaba o quien perdía, a fin de cuentas eran nada más que amistosos. Pero como en todos lados ocurre siempre hay algo que rompe con la tranquilidad y en esta ocasión fue JiMin que explotó y tiró un balón con una fuerza que no habría imaginado a la nuca a un chico de un grado menos. Se había estado conteniendo desde el inicio el darle un buen golpe, eso era seguro. No había hecho más que fastidiar a JiMin en todo momento y a decir verdad sabía muy bien como ser hiriente. Seguramente no esperaba una reacción así por parte de Park. El bastardo que no había dejado de joder dio la vuelta y gritó desafiante mientras se acercaba con notables intenciones de iniciar un conflicto. Antes de que pudiera llegar a JiMin me crucé frente a él y se las dio de cabrón conmigo iniciando la pelea que había buscado. Mis intenciones habían sido defender al de pelo castaño oscuro pero había terminado metiéndose de todos modos en la pelea. El inspector llegó al momento en que NamJoon y unos cuantos intentaban separarnos a todos los que terminamos involucrados.— Quién demonios inició todo esto.— no di un paso hasta que el bastardo lo había hecho.— Y una vez más Min YoonGi.— al oír eso JiMin también dio un paso quedando los tres casi alineados.— Vienen los tres conmigo a dirección. ¡Esto es inaceptable!

Y tras estar unos treinta minutos en la oficina del director recibiendo retos y castigos nos retiramos en silencio de nuevo al gimnasio a buscar nuestras cosas aprovechando de usar los camarines para cambiarnos. Los silencios con Park siempre eran extraños pero el que había en ese momento era difícil por sobre todo. Notaba perfectamente que estaba enojado, por la pelea y conmigo por costumbre esos últimos días, y aun así persistía un aire de ternura en su rostro. No sabía qué hacer con mi vida, si vender mi alma al diablo o largarme de ese lugar. Ninguna era una opción viable. Y odiaba que no lo fueran, porque entraba a recurrir otras cosas.