Anne.
Camino por los pasillos de la uni, llego diez minutos tarde a clase, no sé ni cómo me he podido despistar tanto. Froto mis manos intentando calentarlas, estaremos a cubierto, pero el frío que tengo no es normal. El ruido de alguna de las taquillas abrirse y cerrarse se apoderan de mis oídos. Llevo la vista a mi móvil, rebusco en instagram por cuarta vez intentado buscar el perfil de Daniel, pero es inútil.
- ¿Otra vez aquí?- Murmura detrás mía.
Solo vasta con voltearme para poder reconocerlo al momento. Es él, tiene una de esas sonrisas tontas tan adorables. Quiero hablar, pero no puedo, no me salen las palabras. Estoy nerviosa, demasiado
- ¿No hablas?- Pregunta riendo.
Se acerca a mi con cuidado, me pone nerviosa. Llevo la mirada a sus ojos y a sus labios repetidas veces, me muerdo levemente el labio inferior sin saber que hacer.
- No muerdo.- Mormura mi y cerca de mi oído, consiguiendo una vez más que mis labios se curven.- No sueles hablar mucho, ¿verdad?
- La verdad es que no.- Pronuncio palabra.- Lo siento por el vacío, no era mi intención.
- No pasa nada enserio.- Sonríe.- Creo que llegas tarde a clase.- Añade acariciando mi mano, para finalmente cogerme de la mano.
- Podría decir lo mismo.- Respondo un tanto nerviosa apartando la mirada.
- No es la primera vez que llegó tarde, podrán soportarlo.
Sigue mirándome con atención, cómo si no quisiera perderse ningún detalle o movimiento. Esta vez soy yo la que da un paso hacia delante, pegándome más él.
- Se está haciendo tarde, nos pondrán una amonestación.- Me quejo echándome hacia atrás.
- Me da exactamente igual.- Susurra en mi oído, para finalmente besarme.
No soy consciente de lo que está ocurriendo ahora mismo, no sería capaz de describir la fabulosa e increíble sensación que estoy comenzando a sentir ahora mismo. Se separa despacio y me mira directamente a los ojos.
- Lo siento.- Dice sin más alejándose de mi y retomando su camino hacia su respectiva clase.
¿Qué cojones acaba de pasar?
ESTÁS LEYENDO
coffee - dom.
FanfictionTal vez querer a alguien que apenas conoces, no suele ser tu punto débil. Por mala o buena suerte el mío sí y puede que la persona a la que en verdad quieres ver a tu lado no se de cuenta de lo bien que te hace en realidad y tarde en reaccionar, per...