-Hace aproximadamente 2 años-
-Harry, ¿por qué dices eso? -le pregunté algo confuso
-Verás... Acompáñame Luke.
Se levantó y empezó a andar hacía la parte trasera del instituto, ¿por qué iba hacía allá? No entendía nada, estaba realmente confuso. Harry andaba cabizbajo, le veía raro, como seco, y tampoco sabía el por qué, era algo realmente frustrante, y más cuando tiene de consecuencia acabar con una relación de 1 año, ¿y si todo era una estúpida broma y detrás de aquel veterano edificio me esperaba una gran sorpresa? Demasiadas esperanzas le pongo, estaba acabado, fin, esto no era un punto y coma, era un punto y final joder, de terminar con esto, de pasar página, de no volver a confiar más en el amor. Llegamos al ansiado sitio.
-Asómate e intenta que no te vean. –me indicó
Cuando asomé mi cabeza nunca imaginé que podía ser capaz…
Al darme la vuelta mis sospechas se confirmaron, era Luke. Veía ilusión en su mirada, no sé porque, sus ojos tenían un brillo que no había visto antes, eres día estaba más... ¿guapo?
«No, no no, Amy detente, basta, ¿ibas a perdonar otra vez? ¿Mandarías a la mierda tus principios? Tú criticabas a los “putos hipócritas”, ¿no?, ¿qué haces que no le gritas?, deja de mirarle a los ojos» decía mi subconsciente «Maldita sea, ¿qué haces?, no sonrisas, no, noooooooo, definitivamente eres estúpida.»
-Déjame…-murmure.
-Eoo, ¿estás ya mejor que ayer torpe?
¿Torpe? Estallé.
-¿Torpe yo? Gilipollas tú. Vas de víctima, ¿no? De niño bueno, malcriado por su mamá, -decía mientras gente de todas las esquinas del instituto se acercaban y hacían un corro. –Nunca me habría esperado esto de ti, Luke, nunca, eres un maldito idiota. ¿Cómo pude pensar que eras especial, que eras la puta excepción de toda esta maldita sociedad hipócrita? Pero no, tú eres el cabecilla de todos ellos, ¿no? –A lo lejos vi a mi hermano con Calum y Michael riéndose, ¿de qué cojones se reían? De mis gritos, estoy segura. –vas de ángel, de niño bueno por la vida sonriendo a tías y haciéndolas sentir especiales mirándolas a los ojos, pues eso no te va funcionar conmigo. – una lágrima empezaba a recorrer mi mejilla. Le miraba a los ojos, esos ojos azules que un día me hicieron confiar en la salvación de la humanidad, en la existencia de casos apartes y tan solo veía confusión, y lo que más odia de todo, era no saber el por qué.- Espero que esto te sirva de lección y dejes de empujar chicas. –Y con eso, mientras otra lágrima recorría mis calientes pómulos, agaché la cabeza y me fui.
«Podías haber hecho esto sin sonreírle al principio, te hubiera quedado más maduro»
-Cállate maldita cabeza, tú eres la que se ha obsesionado con él, no yo.
«Te recuerdo que es el corazón el que ama, no la cabeza. »
-Hay veces que no lo parece.
¿Empujado?, ¡yo no la he empujado, joder! Si fui a visitarla, ¿de dónde había sacado eso? Intente agarrarla del brazo para detenerla y explicarle todo, pero es muy testaruda y no me hizo caso, tan solo tiro de su mano y se fue. ¿Y sabéis lo que más dolía de toda esta necia conversación? El hecho de que llorara, ver llorar a las chicas y más si lo causé yo no me agradaban demasiado.
Entre tanto drama y mi estúpido dolor de cabeza, decidí irme a sentar al árbol, allí estaban Ash y Elsa, Niall y Anna, Trisha, Zayn, Jake y Cal.
-¿Qué os hace tanta gracia? –Pregunté al ver a Jake y Cal riéndose a carcajadas.
-JAJAJAJAJA, te ha llamado “gilipollas, hipócrita, victima, que te odio…”JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA. –Respondió Jake.
-Aha, ¿y la parte graciosa?
-¡QUE SE CREE QUE LE HAS EMPUJADO! JAJAJAJAJAJAJA.- añadió Cal mientras se le escapaba una sonora risa.
-¿Y quién fue el graciosillo?
Jake levantó la mano tímidamente y su risa se paró.
-Entiendo.
Y con eso me fui. Ella pensaba que era un idiota, que había empujado, todo lo que me dijo tenía sentido ahora, sus lágrimas, la desconfianza en sus ojos… Todo estaba explicado.
El día pasó algo lento, pero más bien por el hecho de que cuando intentaba sonreírle, ella me quitaba la cara, y que me hiciera eso sería como, cuando le quitas a una bici los ruedines, cuenta mucho acostumbrarse a la idea de que no estás y tienes que seguir el camino sin ellos, pero siempre harás lo posible por recuperarlos, aunque ahora están en otra bici.
El día ha sido realmente duro, siempre que le veía se me encogía un centímetro más el corazón, estaba tan triste, hay veces en que me sonreía, pero yo le quitaba la cara. Por mucho que me doliera, esto era un adiós, tan solo él decidió que esto pasara. Si no, ¿por qué lo iba a hacer?
-Amy…-sonó una grave voz a mi espalda.
Jake.
-Ah, ¡hola Jake! Gracias por avisarme de que me empujo…
-De eso quería hablarte. Verás lo siento, no era mi intención…
-Espera, ¿¡ME EMPUJASTE TÚ!?
-¡NO! Amy, cállate y escucha.
-Vale.
-Haber, nadie te empujo. La caída la causa una piedra, Luke iba un metro alejado de ti, porque te pareció bonito aquel sendero de piedras y decidiste tirar por ahí. Luke no hizo nada, él tan solo cuidó de ti, estuvo preocupado siempre.
-Entonces, ¿le había dejado en ridículo delante de todos sus conocidos?
-Sí, una vez más.
-¿Una vez más?
-La anterior no la protagonizaste tú, si no María.
Pero, ¿quién era María?
-Hace aproximadamente 2 años-
Ella estaba allí, en medio del campo de Rugby besando a Matt, todo el instituto los señalaba incrédulos, no daban crédito a lo que veían. Mi cara empezó a arder, me quemaban las mejillas, mis ojos se cristalizaron, lo podía oír nada, la vista se me nubló, los oídos me pitaban de la rabia contenida, pegué un fuerte puñetazo a la pared y ella se giró, la gente empezó a reírse, ella tan solo miraba a los lados confundida, angustiada, y yo tan solo me quedé inmóvil, seco, parado mirando a la chica a la que quería en brazos de uno de mis “colegas”. ¿Quién fue el gilipollas de decía que el amor era bonito? Qué triste, ¿eh? Un año de dedicación se iba a la mierda. Pero eso no era lo peor de todo, lo peor de todo era verla en brazos de otro que no fuera yo.
Cuando me quise dar cuenta, Matt estaba tumbado en el suelo, le sangraba la boca, parte de esa sangre cubría mi puño. Le había pegado. Y no me arrepentía. Comencé a reír como un histérico, y la gente me miraba cada vez peor, ¿qué había pasado con el viejo Luke? Se había ido, como quien se va del lugar que le vio crecer o quien se despide de su amigo de la infancia. Adiós. Nunca había sonado peor un adiós.
Harry agarró mi brazo y comenzó a tirar de él.
-Vámonos, ya hiciste lo que tenias que hacer.
Y con eso me giré y me fui. Mi vida cambió ese día, y hasta entonces no ha vuelto a ser la misma, ese chico de matrícula que todos admiraban, capitán del equipo juvenil de fútbol americano había desaparecido, en su lugar, un chico de bajas notas y que todo le importaba bien poco le había reemplazado. ¿Quién habría dicho aquello cuando le declararon alumno de honor? Nadie, y estoy seguro de que todos le echan de menos, de que todos me echan de menos. Pero así es la vida, cambio, baches y caídas, algunas te vuelven mejor personas, otras te empeoran, y puede que aquella fuese una de los baches más grandes de mi vida.
Después de aquello, Luke dejo de sacar matriculas de honor, dejo el equipo de rugby y no volvió a confiar en el amor, ni en ninguna otra chica que no fueran Trisha, Anna, o Elsa. Sus padres no volvieron a sentir el orgullo de poder presumir de su hijo. Él tan solo empezó a refugiarse en la música, dejo de ir de fiesta e incluso de hablar con los jugadores del club, salvo con Jake y Calum. Su confianza se esfumo, y nunca volvió a ser la misma persona de antes.