¿Luke? No, no podía ser real, debía de estar soñando, estoy segura. Sí será eso. Me pellizco el brazo dos o tres veces, pero nada, no era un sueño. Sabía que no podía levantarme de la cama, porque no llevaba mucha ropa encima, así que tan solo le miré, esperaba transmitirle algo con la mirada, pero fue en vano.
-Lo sentimos.- dijo aquella chica morena. Su cara me sonaba demasiado.
-No tienes porque sentirlo María, nos hemos confundido simplemente.- dijo sin vocalizar demasiado bien a causa de a saber cuántas copas había bebido. Espérense, ¿dijo María?
Y con eso cerró la puerta. María y Luke, Luke y María. Hacía horas discutían, y ahora buscan habitación para dios sabe qué. No me cuadraba, no entendía qué había pasado durante esas pocas horas. Algunas copas tal vez. Demasiadas. Él estaba claramente borracho, y ella en cambio no, estaba fresca, activa, con ganas de "todo"... Y estaba claro el por qué. Pobre Luke, mañana no recordaría nada, y ella todo, a lo mejor lo graba para echárselo en cara y pasearlo por todo el instituto, no me extrañaría. Es una chica vengativa, oh si, muy vengativa. Espero que no le haga más daño del que ya le hizo, espero que él no se enamore, espero tanto para recibir tan poco, aquella noche estaba algo pensativa, y es que cuando me hacen daño es lo que tiene. Sí, me ha hecho daño. Sé que él no sabía, pero no sé, un simple hola cuando apareció, un algo. Bah, esperaba demasiado de un hombre. Y es que de las ilusiones a la realidad hay una altura, y esas caídas duelen, y mucho. Debía dejarlo todo aparte, salir y olvidar, ¿y si bajo a la fiesta? Sí, eso sería lo mejor.
Decidí ponerme un vestido negro que me compró mamá cuando estuvimos en Londres, que sitio tan hermoso, ojalá algún día vuelva, ojalá. Me puse el vestido. Unos tacones negros irían perfectos. Decido ponérmelos también. Cuando me vestí, me hice una línea en el parpado con el Eye-liner y bajé. La música estaba demasiado fuerte, los oídos me pitaban, y tan solo llevaba unos segundos. Busqué a los chicos con la mirada, los vi al fondo de la habitación, estaban Elsa, Ash, mi hermano, Michel, Trisha y Luke. Él estaba recostado sobre el sillón del salón principal, mientras que los chicos se sentaron en el suelo. Terminé de bajar las escaleras, y me mezcle con la multitud, algunas caras conocidas, Harry bailaba con una chica al fondo de la habitación y el equipo de futbol bebía cerveza en el jardín. Derrepente, alguien me coge la mano, era Anna.
-¿tú qué haces aquí? -preguntó con una gran sonrisa. De esas suyas tan preciosas.
-Decidí bajar, me aburría ahí arriba sola.
-Lo sabía. Hicimos una puja haber cuando bajarías, yo dije que a la hora. Me has hecho perder 2$.
-Lo siento de veras...
-No te pongas así idiota y disfruta, las fiestas de tu hermano siempre prometen.
-Nunca estuve en una.
-Anda, sígueme.
Me agarró del brazo y me arrastro a donde estaban ellos.
-Hey chicos, mirad quien está aquí.
-Hooooooombre, dormilona. -dijo mi hermano acompañándolo con una risotada.
-No estaba durmiendo, con todo este ruido es imposible.- mentí. -además, con personas entrando en mi habitación con una tía encima, me cortan el sueño. -dije mirando a Luke.
-¿Quién ha sido el campeón?
-Pregúntale a María, seguro que sabe responderte.
-Que chica, le da a todo.
-o tal vez a lo mismo.
Todos miraron a Luke al unísono. Él estaba y no estaba, aquellas copas le habían dejado tonto, bueno, más tonto de lo habitual.