-Oye, gracias. –dije casi tartamudeando.
-No hay que darlas, es la pura verdad. –respondió mientras esbozaba una linda sonrisa.
-Y, ¿qué querías decirme?
-La verdad es qué nada, quería estar a solas contigo, tener tanta gente en una misma habitación, y encima no poder moverme, me agobia mucho.
-¿Y por qué no te quedaste con María?
-Tú me relajas, no sé si me explico…Cuando estoy con ella, me enervo, es muy posesiva y pegajosa.
-Pero tú me odias.
-No te odio.
-Sí me odias Luke, al menos es la impresión que da.
-Pero si eres tú la que no me puede ni ver, todo el día contra mí.
-Eso no es verdad…
-Amy…
-Puede que un poco, pero no exageres, ¡¡yo no te odio!!
-claro que lo haces.
-que no.
-pues demuéstramelo.
-Eso no se puede demostrar, idiota.
-Claro que se puede
-Pues dime como.
-Bésame.
-¿¡QUÉ!?
-Que me beses, si no me odias, puedes hacerlo sin problemas.
-A ver Luke, estamos hablando de odio, no de amor.
-¿quién dijo nada sobre el amor?
-Tú.
-Yo dije beso, no que te enamoraras de mi, o algo por el estilo.
-No sé qué relacionas tú con besar.
-Amor.
-Entonces.
-Que me beses ya si no me odias.
-No lo voy a hacer.
-Bueno, pues en la mejilla.
Acerqué mis labios hacia su mejilla, estaba con la cara de lado, mientras se aguantaba la risa. Me disponía a besarle, tenía los ojos cerrados, y la cara a colorada cuando sucedió, giró su cara en un momento dado en el que no podía verle y acabé besándole, lo gracioso de todo esto es qué no me alejé, como hubiera hecho cualquier otra chica, pero es que… ¡Besa tan bien! Paso su mano por mi nuca, y sonrió mientras aún no nos habíamos despegado, ni pensábamos hacerlo…
-Ah claro, ya lo entiendo todo, ¿por qué voy a estar con una chica qué me quiere de verdad cuando me puedo tirar a una niñata morena de tres al cuarto? Aplausos Luke, eres todo un campeón.
Nada más oír la primera palabra nos despegamos, era mi querida María, jodiendo momentos bonitos desde que sabía hablar, maldita zorra.
-¿qué clase de problema tienes, tía? –respondí extremadamente seria y dura.
-¿Yo? Tú, ni más, ni menos.
-¿Se puede saber qué mierda te hice para que me tengas tanto asco?
-Quitarme a Luke.
-Yo no te he quitado nada, te lo has quitado tú sola, dejándole en ridículo delante de sus amigos, tía, ¿pero qué te piensas? ¿Qué después de lo qué le hiciste puedes llegar y enamorarle otra vez y vivir lo mismo? Le jodiste la vida nena, no volvió a ser el mismo por tu puta culpa, y vienes toda ilusionada echándome las culpas a mí de que no te quiera, já, da gracias a que aún te mira a la cara, porque yo soy él, y ni eso.
Aún sigo pensando cómo pude decir eso. Todos se me quedaron mirando perplejos, con cara de ‘¿lo ha dicho ella enserio?’ pues sí, la pequeña y tímida Amy abrió la boca, y para bien.
-Mira nena, no se me tú nombre…
-Amy.
-Pues eso, Amy, que si tan segura de ti misma estás y de vuestra “relación” –dijo mientras resaltabas las comitas con los dedos índice y corazón de ambas manos- ¿por qué no para de insultarle?
-Eso Amy, responde. –añadió Luke.
-Porque, a diferencia de ti y otras tantas más, tengo algo que se llama “principios” como por ejemplo, el no tener porque ir detrás de un tío, o lamerle el culo pidiéndole perdón por un enfrentamiento que claramente comenzó él.
-Mirad, paso, no voy a estar en una misma habitación con gente que no me quiere.
-Pues venga, lárgate en los momentos dónde más tienes que demostrar tu valía, corre, huye, nadie te necesita aquí.
-Yo sí.
¿Pero…? ¿Estaba enserio? ¿En serio había dicho eso …
La habitación seguía tan oscura como siempre lo había estado, era una de las consecuencias principales de planear algo en un sótano, y no tener una bombilla que proporcionase una luz correspondiente a la oscuridad de dicha habitación.
-Hey, María dice que nada, el pequeño de los Hemmings no cae.
-¿Habéis intentado todo? ¿Hasta lo de intentar calentarle? Sabéis que todos los tíos caen en eso.
-Sí, pero no de la manera que nosotros queremos.
-Ya bueno.
-María comentó algo de una tal Amy, de la clase de Elsa, la novia de Irwin.
-Ah, ¿la morena, un tanto alta?
-Sí.
-Sí, sé quién es, muy mona.
-Sí, creo que a Luke le gusta.
-Entonces, podríamos ofrecerle dinero.
-Las chicas no se venden por poco, además, creo que a ella le gusta también.
-Entonces lo tenemos difícil.
-Sí, pero ahí algo por lo que cualquier chica se dejaría vender.
-¿En qué piensas?
-¿Sabes cuál es ese chico tan mono del instituto de enfrente? ¿El de los videos de Vine, que va con el grupo ese de la chica del pelo rizado?
-¿Nash grier?
-¡No! El castaño que siempre está con él.
-¿Cameron?
-Exacto.
-¿Y qué pasa con él?
-Le prometemos una cuantos pavos, y cae.
-¿Y para qué le vas a utilizar?
-Chico, a veces pareces tonto. Le prometemos a Cams un poco de pasta si consigue enamorar a Amy, ella se aleja cada vez más del grupo ese de los “cantantes” jajajaja, y se apega más a los tíos esos, lo que conlleva que Luke se entristezca de verla cada vez más lejos, y María tiene vía libre y….
-¡¡PAAAAAAAAASTAAAAAAAAAAA!!
-Exacto.
-Hay que conseguir que Luke y María acaben juntos, o la perra no nos pagará.
-Ya.