Nuestro Hijo crece

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Yurio había subido rápido a su habitación, su corazón latía como loco y sus mejillas ardían de la sola vergüenza... Había besado en la mejilla a su amigo... El muy bien sabía que eso no hacían los amigos.

Había si do un impulsó, pero todo el se sintió atraído al Kazajo como si de un imán se tratara... era algo que no sabía explicar.

Yuri por su parte había visto al pequeño Omega llegar como un huracán, miro la puerta y de nuevo las escaleras, con cuidado se acercó a la ventana de a lado de la puerta y se asomo, es ahí donde entendió todo. El joven Alfa Kazajo estaba ahí plantado tocandose la mejilla, ese gesto en parte le hizo reír bajito, al parecer había habido un pequeño progreso que ni el mismo Otabek espero. Se alejo de la ventana y miro las escaleras que llevaban al segundo piso, tenía que hablar con el joven Omega de esto... su Omega le decía que este solo había actuado por instinto solo con ver el escenario, pero sabía que si iba ahora recibiría rechazo del menor... era mejor darle su espacio y tiempo, no solo por este si no para ver como se desarrollaba todo.

Suspiro esto no le gustaría a su prometido, el cual había junto con el tomado al joven Omega como su Hijo adoptivo... y al parecer estaba viviendo lo que es ser madre Omega antes de tiempo y saltándose varios puntos ya que el joven Omega ya era adolescente maduro, claro que no en sentido literal... era un Omega maduro en cuerpo ya que este ya  presentaba su primer celo, que demuestra su madures para tener crías, pero su madures mental, eso era otra cosa.

Miro el pasillo había salido para ir a la cocina a por algunas bebidas y cosas de picar.

Cuando habían llegado a la casa se habían encontrado a los decoradores esperándoles y tanto el como Viktor tuvieron que suprimir su deseo... y eso en parte los había dejado frustrados y mas a su Alfa que estaba en ese momento de mal humor, no es que se le note tanto, pero el lo sabía.

Suspiro de nuevo y se dirigió a la cocina, tomo cuatro tazas y sirvo el delicioso chocolate caliente que había preparado antes de salir, lo había calentado y puesto en cada uno una nube, bueno a la de su prometido dos, ya que sabia que amaba que su chocolate llevara nubes, como un niño. Sonrió por ello a veces Viktor era infantil, pero esa era otra de las partes que amaba de su pareja.

Después tomo un cuenco con forma de estrella que iba a juego con las tazas blancas y lo lleno de galletas de distintas formas, todas navideñas ya que estaban en esa época del año, incluso habían algunas de galleta de jengibre. Sonrió por ello, a Yurio le encantaba las galletas de forma de jengibre y de forma de felinos, esa era una de las cosas del Omega pequeño que le parecían tiernas y concorde a su edad.

Coloco todo en una bandeja, claro que previamente tan bien llevaba el tarrito de las nubes por si alguien también gustaba de más y puso rumbo al salón.

Al pasar frente a las escaleras miro al segundo piso, le preocupaba Yurio, esperaba que no se comiera la cabeza por su acción impulsiva...

Suspiro y siguió recto a la sala, luego iría con el llevándole chocolate con nubes y galletas, tal vez así podría empezar una conversación y de paso tal vez sacar el tema de su salida con el Kazajo.

Otabek por su parte se había marchado después de un rato.
La acción del joven Omega lo había tomado desprevenido, el nunca se espero algo tan impulsivo de parte del Omega, bueno tal vez mas adelante pero no ahora, eso lo había dejado descolocado.

De verdad que ese lindo Omega lo tenía loco. Esperaba poder mantener su auto control, el podía presumir de él, pero con el Omega Ruso le estaba costando.

Suspiro y miro el cielo estaba despejado y se veian hermosas estrellas, el frío no era fuerte pero el suficiente para tenerlo ruborizado y dejando ver el bao que soltaba al respirar. Volvió a mirar al frente y decidió que ya era hora de volver a casa.

Eres Nuestro Hijo Quieras o No [OtabekxYurio] And [ViktUri] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora