Seguimos a Marina por un camino oscuro, intenté contar las vueltas que dábamos y en qué direcciones, era un lugar en el que ninguno había estado antes, excepto ella, y no quería que nos perdiéramos. Luego de más de un mes, uno hubiera creído que ya le teníamos confianza, que era una de nosotros, y puede que los dos chicos la vieran así, pero yo todavía no confiaba del todo. Llámenme paranoica, loca, lo que quieran, pero esa chica me daba malas vibras. Claro que no nos había traicionada en ningún momento, y nos necesitaba más que nosotros a ella, pero aún así, había algo acerca de ella que me ponía la piel de gallina. Intenté hablar con Norte sobre mi inquietud, le dije que tal vez no debería compartir tanta información con ella, si en verdad conocía tanto ese lugar como decía todavía existía la posibilidad de que, una vez conseguido lo que quería, se escapara y nos abandonara. O tal vez, luego de tantos años en la cárcel había creado una especie de relación con los guardias y se había convertido en una espía interna con el propósito de mantener a todos al margen. Existían miles de ideas así en mi mente, pero Norte se negaba a creer lo que pensaba. <¿Y qué si en realidad todo eso no es verdad?¿Que tal si en realidad solo resulta ser una buena persona como nosotros? Debes empezar a pensar más positivo, tus demencias no nos llevarán a ningún lugar, ninguno bueno al menos.> eso solía decir nuestro líder. Cada conversación que teníamos terminaba así, no nos hablábamos por unas horas, pero luego todo mejoraba, hasta que yo volvía a abrir mi bocota. Más de una vez, la idea de que tal vez me estaba volviendo loca, hacía que perdiera la cabeza y delirara aún más, no me dejaba dormir. Pero habían cosas más importantes por las que preocuparse.
- Llegamos - dijo deteniéndose frente a una puerta de unos cinco metros, tenía unos garabatos grabados en los marcos, como una especie de signos.
- ¿Qué son esas cosas? - dijo Norte, refiriéndose a los símbolos desconocidos.
- No tengo ni idea, quizá una especie de código, no tiene importancia -
- ¿Estás segura? -
- No, no lo estoy, pero no me impiden la entrada a esta sala, por lo tanto no me molestan - dijo y abrió la puerta, adentrándose en el cuarto.
Nos miramos entre los tres pero ninguno dijo nada.
Una vez dentro, comencé a analizar el lugar. No era muy distinto a la biblioteca, solo que estaba ordenado, limpio, como si alguien habitara ahí. Los pisos eran de madera, las paredes estaban pintadas de un verde pantano y los muebles parecían viejos. Habían muchas sillas y mesas pequeñas, en una de ellas había una especie de tabla con cuadros y figuras ubicadas en distintos lugares.
- Es un ajedrez - dijo Norte parado detrás de mi - Un juego de mesa, las fichas son de dos colores distintos ya que se juega de a dos personas, y a juzgar por la ubicación de estas, alguien ha estado jugando -
- Ah si, fui yo - dijo Marina. Nos dimos vuelta y la miramos extrañados - A veces vengo a jugar, sola por supuesto.
- ¿Dónde aprendiste a jugar? - preguntó Tweve.
- Con este libro - señaló Norte, Mari asintió - Sos buena, aunque aún te hace falta un poco de práctica - dijo moviendo una ficha y tirando abajo otra. Se sonrieron entre sí y volvieron a inspeccionar el lugar. Tweve encontró otro juego de mesa en un cajón, pero este era distinto.
- ¡Miren, un rompecabezas! - exclamó.
-¿Un qué? - dije.
- Un rompecabezas, ¿No sabés qué es eso Kina? - dijo Mari agrandando los ojos. Negué con la cabeza.
- Tal vez si no fueras tan gruñona y te unieras a nuestras conversaciones de vez en cuando, lo sabrías - añadió Norte. Rodé los ojos, él sabía lo que pensaba de Mari y por qué no me gustaba unirme a sus charlas aburridas, pero aún así seguía insistiendo.
- Es un juego de mesa también, al igual que el ajedrez, solo que no se necesitan si o si dos personas, se puede jugar solo - comenzó a explicar Tweve, quien al parecer no se dio cuenta de que no me importaba en lo más mínimo - Básicamente tenés que unir las piezas unas con otras, y formar otra pieza más grande y completa.
- Aja, entonces es tan aburrido y simple como suena - dije, odiaba que ese niño supiese más que yo.
- No cualquiera puede hacerlo, Kina, no es tan fácil - dijo Norte, estaba comenzando a hartarse de mi poco interés en sus juegos. Pero la verdad era que si llamaban mi atención, el hecho de que Marina formara parte de ellos simplemente arruinaba todo.
- Si, como sea - di media vuelta y observé la habitación.
Seguía sin comprender por qué habían tantas sillas, en un momento pensé que tal vez eran para que más personas jugaran ajedrez, o armaran rompecabezas, pero no encontraba ningún otro tablero. Caminé hacia una de las mesas y me di cuenta que no era cuadrada ni rectangular. Tenía dos bordes rectos y uno algo redondeado, como una especie de triángulo. Observé las demás mesas y me di cuenta que algunas eran distintas, habían cuadradas, rectangulares y triangulares. Mire debajo de una y encontré un sigo grabado en el lado interno de uno de los bordes, era parecido a los garabatos que habíamos visto en el marco de la puerta anteriormente. Me moví hasta la mesa siguiente y volví a fijarme si había algo grabado en la madera del mueble, y así era. Seguí caminando hacia las demás mesas, repitiendo las mismas acciones anteriores hasta que lo encontré, uno de los signos se repetía, eso quería decir algo. Corrí las sillas hacia un costado y acerqué las dos mesas con el signo repetido.
- ¿Kina? ¿Qué estás haciendo? - dijo Meri, los dos chicos se acercaron a mirar.
Los dos bordes se tocaron y fueron unidos por una luz brillante, eliminando el espacio entre ellos.
- Resuelvo un rompecabezas - dije.
- ¡Kina, sos una genio! - exclamó Norte, comenzó a buscar signos en las mesas, al igual que había hecho yo.
- Parece que sí puedo resolver un rompecabezas, no es tan complicado como decían - dije con una sonrisa en mi rostro, Norte rodó los ojos y Tweve rió.
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Héroes
General FictionEn ese lugar, en ese tiempo, las personas estaban divididas en grupos de la A hasta la J. Cada grupo estaba conformado por 5 sectores: 1) Los soldados 2) Los doctores 3) Los constructores 4) Los productores 5) Los desempleados (normalmente ancianos...