1 minuto.

3.9K 231 18
                                    

Era el momento de ver a Cameron.

Entre a la habitación y lo vi, acostado, dormido, tan débil y a la misma ves tan tierno. ¿Cómo podía ser tan hermoso aún muriéndose?

Corrí una silla y me senté al lado de él.

—Cameron, primero que todo quiero pedirte perdón porque todo lo qué pasó fue mi culpa, y no me perdonaría si mueres, pero sé y confió que vas a salir de esta, porque te amo, y siempre estaré a tu lado, eres la persona más linda que he conocido y la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida. Sé que me estás escuchando y sé que muy pronto abrirás los ojos y será como si nada hubiera pasado. Te amo, Cameron, recuérdalo.

Desearía que me dijera algo. Aún sigo llorando. Empecé a acariciar sus labios lentamente y recordar cada momento al lado de él. Me acerqué y le di un beso.

—Cameron, no te vayas, por favor. Abre los ojos.

Cogí mi celular y miré la hora.
¿Qué sería yo sin él? Era en lo único que podía pensar...

—Lo siento, pero tienes que salir de la habitación—dijo una enfermera.

—Te amo, recuérdalo—le susurré a Cameron.

Salí del hospital y me fui a la buscar a Mercy, necesitaba hablar con ella.

Llegué y me dejaron entrar.

—¿Qué quieres?—me dijo Mercy.

—¿Por qué hiciste eso? Sabes lo mucho que el significaba para mí—dije llorando.

—Quería ser la única persona en tu vida, sabía que ibas a escoger a Cameron y necesitaba sacarlo del camino. Por favor, si Cameron muere y yo logró salir de aquí. Quédate conmigo. Yo te amo, Joe.

Definitivamente Mercy está loca, no soporto escucharla. ¿Qué carajos tiene en esa maldita cabeza? Ni siquiera puedo pensar yo volviendo hablar con ella.

—Ojalá te pudras aquí encerrada. No quiero volver a verte en la vida. Y sé que Cameron va quedar vivo, y voy a pasar el resto de mis días junto a él. ¿Cómo te parece? Mientras estás aquí encerrada yo estaré amándolo a el, y tú, no tendrás a nadie. Te quedarás sola, como lo mereces.

—Cállate—Mercy trató de golpearme pero las rejas lo impedían.

—Adiós.

Me fui de ahí, al menos podía ver cómo sufrió ella. Sinceramente espero no volverla a ver nunca más en mi días. Solo quiero tener a Cameron cerca de mí otra vez.

Llegue a mi casa, tome una pastilla para el dolor de cabeza y prendí el televisor. Intenté quedarme dormido pero no fui capaz, no paraba de imaginar a Cameron acostado en esa cama, solo, sin saber lo que está sintiendo.

(...)

Al otro día me levante temprano y decidí ir a lugar donde conocí a Cameron.

Una vez allí, recordé exactamente como nos conocimos. Podía imaginarlo, era como si lo estuviera viendo, realmente lo sentía al lado. Hasta empecé a conversar solo, imaginado que el estaba ahí.

—¿Está bien?—me preguntó un chicho.

—Sí, ¿por qué?—le respondí.

—Te ves pálido, y estás hablando solo. ¿Quieres ir por un café?

Acepté. Creo que necesitaba hablar con alguien. Me sentía solo.

—¿Qué tienes?—me preguntó.

—Mi... el amor de mi vida está a punto de morir—le dije llorando.

—¿Quién es?

—Se llama Cameron—respondí.

Amor ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora