Amor Imposible

Final Parte 1

—No tengo nada que hablar con ella, y dile que si me acerca la demandaré y contrataré un abogado para que ni siquiera pueda pagar una fianza. Hasta luego.

Era increíble la obsesión de esta tipa, definitivamente lo que puede llegar a hacer una personas es tenaz, ¿cómo es que tiene los cojones para buscarme después de todo lo que hizo? Yo no quiero ni verla en pintura.

—Dice que solo será la última vez, ella se va del país, y solamente quiere despedirse y pedir disculpas.

—Pues no me interesa—respondí con desagrado. ¿Piensa que la voy a perdonar así tan fácil? Está loca, muy loca.

—Joe, mira... después de lo ocurrido, ella ha estado muy mal, quiere suicidarse y hemos tenido que darle antidepresivos al día, te lo suplico, haré lo que digas, pero es mi prima, y solo necesito ayuda.

Su tono me hace dudar. A la misma vez quiero pero verla a la cara me daría ganas de matarla a mi, ya que la depresión no lo ha hecho. ¿Qué debo hacer? ¿Lo moral o lo que siento?

—Mañana a primera hora. Antes de entrar a clase, y no me pienso demorar más de 30 minutos, adiós—le dije, el sonrió de agradecimiento y luego recordé que mis padres ya venían y salí corriendo.

Tome un taxi y mientras tanto llame a Cam.

—Hola mi vida, ¿cómo estás?—le dije.

—Súper, me dieron el trabajo, comienzo en 2 semanas. ¿Tú como vas? ¿Ya llegaron tus padres?

Sentí la necesidad de contarle lo de Mercy, pero no sabía si era buena idea, conociendo a Cameron puede reaccionar de cualquier manera, igual que mis padres...

—Me voy a ver con Mercy mañana—le dije sin más tapujos, definitivamente no debo ocultarle nada a él, es mejor que se entere.

—¿QUÉ? ¿ESTÁS LOCO? Joe, ¿qué mierdas te pasa por la cabeza?—no sé cómo explicarle.

—Su primo me busco, ella está libre pero está mal, quiere acabar con su vida y necesita ayuda.

—¿Y eso que nos interesa? ¿No te acuerdas lo que nos hizo?—refuta.

Definitivamente se le nota un poco de rencor, ¿por qué seré tan compresivo?

—Cameron, no puedes ser así. Todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad. Y no te estoy diciendo que si me dejas ir, sé que eres prácticamente mi esposo pero eso no te da derecho a prohibirme cosas—me siento como la esposa en la relación, ¿también será celoso y le revisaré el celular todo el tiempo?—Además solo serán 30 minutos, nada más. No pasará nada malo.

—Solo lo hago por tu bien, pero como dices... no te puedo obligar. Te amo mucho, más tarde hablemos de eso en casa, ve a recoger a tus padres.

Esas palabras me enamoran cada vez más.

—¿Cuánto es?—le preguntó al taxista.

Pagó y me bajo a esperar a mis padres. Qué nervios, siento como me sudan las manos, pareciese como si fueran una cascada.

Compro una café mientras espero a mis padres, es lindo ver cómo la gente abraza a sus familiares al llegar en los aeropuertos, son como miles de sentimientos encontrados. Algunos lloran, se tiran al piso, ríen, se besan, dejan todo lo que llevan por ir a abrazarse, es hermoso apreciar el amor por la familia, amigos, pareja y demás personas cercanas que uno tiene.

Veo de lejos a mis padres y empiezo a sentir esa nostalgia que observaba hace unos momentos. Salgo a buscarlos, se ven tan... Dios mío, voy a empezar a llorar, olvidando de momento lo de Cameron y demás problemas que debo decirles.