POR EL QUÉ AMARÁN

BLUES EN DÍAS DE LLUVIA

He conocido a alguien. Y juro que merece la pena.

Es de esas mujeres que merecen que le digan cada día de su vida lo increíble que es. Lo mucho que la quieres. Lo mucho que la añoras. Y todo lo que darías por ella.
Es de esas mujeres que ya no quedan. Que aman con el corazón en la misma mano en el que luego la apuñalan. Por que es difícil esconder un corazón tan grande.
Es de esas mujeres que parecen la recompensa que te prepara la vida por tanto sufrimiento. Y no hay mejor regalo.
Es de esas mujeres de las que les regalarias mil y un "para siempre". Pero es preferible demostrarselos. Por que ella no es de palabras. Si no de hechos.
Es de esas mujeres que es más bonita en persona. Sin maquillar y en pijama por tu casa.
Es de esas mujeres que te aceleran. Con cada paso. Más y más cerca. Hasta que te cortan la respiración. Y se les refleja en los ojos galaxias completas. Dispuestas a romper sus leyes físicas para caber en esos ojos. Y qué ojos...

Ella es un piano para un amante de la música. Un té para quien espera impaciente. Un jazz en tiempos de guerras. Un blues en días de lluvia...
Ella es de las que hacen equivocarse a la humanidad con cada movimiento de cadera. Que la perfección no existe y sólo hay siete maravillas en el mundo. Ilusos. Incluso he visto como Galileo se equivocaba. Y el mundo giraba alrededor de ella.
Ella hace, de cualquier lugar, Roma. Y de todo lo demás Roma al revés.

Y por si algún día decides marchar, recuerda que no hay marinero en tierra que no añore el mar. Que todos volvemos al lugar donde fuimos felices. Y volvería a ti. Y a por ti.