POR EL QUÉ AMARÁN

LO QUE NUNCA ESCRIBÍ

¿Qué haces cuando no sabes cómo empezar?
Cuándo todo está bien, pero no encuentras la canción adecuada para el momento.
Puede parecer que escriba por que me sienta vacío, pero nada más lejos de la realidad.
Me siento más lleno y vivo que nunca.

Siempre he creído que escribía cuando estaba roto, que letras se escribían con la tinta del dolor. Pero llega el día que te das cuenta que no. Que siempre has estado vivo, y que el dolor también es una forma de demostrarte que lo estás.

Hoy, paseando por mi zona favorita, me paro a observar. E incluso pararme, ya me parece algo qué contar. Pero he decidido observar. Y darme cuenta de las cosas.

Me he dado cuenta de que las mariposas no solo vuelan de día. Que un viernes, también hay personas que prefieren dar un paseo cogidos de la mano. Que hay mujeres valientes que también caminan acompañadas por las noches. Y que no precisamente por miedo van acompañadas. Si no por que las risas no producen tanto eco si las entona una persona sola. Aunque también he visto sonreír a personas solas solo por que algo se les había pasado por la cabeza. Y qué bonito es reír. En general.
Me he dado cuenta que el pasado es solo un día gris, como dice Pol. Que el presente está lleno de colores que podemos perdernos por seguir mirando hacía atrás. Que a las pérdidas, se les coge de la mano, y las dejas andar al lado tuya. Siempre y cuando no tiren de ti hacia atrás.

Que me perdono. Y que os perdono. Que me perdonéis.
Que me quiero. Y que os quiero. Que me perdonéis.
Que os echo de menos. Y que os sigo llorando, pero me río más que lloro. Por que sé que es lo querríais de mí.
Vuestro niño ya va a la universidad, y las cosas aquí han cambiado un poco. Pero seguimos todos bien, aunque bueno, ya sabéis. Qué os voy a contar. Si gracias a ustedes y a su fuerza propia sigue con nosotros.

Me he dado cuenta de que soy afortunado. Estoy vivo. Y tengo la suerte de poder disfrutar de las pequeñas cosas que te regala estar vivo. Soy afortunado por tener la familia que tengo y por contar con la fuerza de los que ya no tengo.
Estoy enamorado. Y tengo la suerte de poder disfrutar de lo pequeña que es mi amor, pero de lo grande que se ve cuando se ríe.
Tengo la suerte de poder contar con ella cuando las lágrimas abandonan la resistencia de mis ojos. Es una superheroína. Y su superpoder es hablar y reír con ella y olvidarme de todo lo malo que encoge mi pecho. Ella es sol y luna. Día y noche. Caos y calma. El placer de quitarte los botines después de un largo día o de rascarta la marca que te dejan las gafas después de un largo de estudio.
Tengo la suerte de poder hacerla feliz. Y os puedo prometer que no dejaré escapar ni una de las oportunidades que tenga. Por que si hay alguien que se lo merezca, es la persona que se ha metido en medio del tornado a simplemente girar con él. Por que le gusta como follo, pero también ama cuando fallo. Sabe que soy humano, y que no todo voy a hacerlo bien.

Me he dado cuenta de que soy afortunado. Por que amo lo que quiero amar. Y ello me ama a mí. Por que me encuentro en sintonía con el mundo que me cobija. Y aunque a veces le falle, sabe que si fallo al amor, también voy a fallarle a él.

Y es que, lo bonito de la vida, no es no fallar. Si no que te amen esos fallos hasta hacerlos virtudes. Y es que, querida escritura, soy afortunado por tener el don de saber hacerte el amor con la misma intensidad que se lo haría a ella.

Por que qué cojones, amar es vivir, y amo vivir como vivo lo que amo.