CARTA AL AMOR

51 3 0
                                    

Querido amor:

Hoy es de esas noches. Poco descanso. Muchas cosas por pensar. Una sola respuesta que encontrar.
Hoy es de esas noches en las que la luna no aparece por mi ventana. Decide desaparecer antes que soportar como uno de los que la aprecian arden por dentro.
Hoy es de esas noches en las que llueve bajo techado. Sensación de ahogo sin un mar que te sacuda. Sólo déjate flotar y que la corriente te lleve. Lejos. A cualquier otra parte. Alejado de tus pensamientos terroríficos. Alejado de lo que mata el alma.
Hoy es de esas noches que acaban en cualquier lugar perdido de tu ciudad. Dios sabe dónde. Dios sabe por qué allí. Crees estar escuchando tu música en los cascos, pero tu mente ha decidido no estar donde tu cuerpo. Y te pierdes en tus pensamientos.

Hay miradas que parten. Sueños que se rompen.
Hay palabras que no dicen nada. Silencios que lo dicen todo.
Hay amores que matan. Dolores que son necesarios vivir.

El amor al fin y al cabo es eso. Efímero.
Una rafaga corta de sentimientos y momentos que te hacen amar la vida que vives.
Pero como buen astro fugaz, se termina acabando todo. Por ti. Por mi. Por él. Por quien sea. Pero termina.

Quizás es que necesitemos rompernos contra el asfalto para tener los pies en el suelo. Quizás necesitemos pequeños ratitos de ser felices. Por que va siendo hora.
La vida desde el dolor es arte. Pero la vida desde la felicidad es necesaria. Aunque antes haya que pasar por el arte más hermoso que uno haya creado.

El amor enseña al hombre a ser hombre. A la mujer a ser mujer. Al humano a ser humano.
El amor hace personificar canciones. Textos. Lugares. Olores. Sonidos. Bromas. A costa de un pacto. Despersonificarte cuando éste marche.
El amor genera altas dosis de felicidad instantáneas. A costa de el mayor dolor que sentirás en el recoveco más profundo de tu ser.
El amor te hará contemplar tu techo durante horas como si de la Capilla Sixtina se tratase. Aunque provocándote Guernica en tu pecho. Y Vietnam en tu garganta.

Oirás historias sobre el amor. Verás actos por amor. Palparás cuerpos que suspiran amor por sus poros. Degustarás otros por olvidar ese mismo amor. Olerás la misma colonia en todos los rincones del mundo. Por amor.

Es por eso que escribo esta despedida hacia el amor. Es bonito escribirte. Pero no vivirte. Y mucho menos sentirte.
No eres como en las películas. No das cambios inesperados como en los libros.
Solución y destrucción.
Cura y enfermedad.
Gracias por nada. Perdón por tanto.
Y aún así, querido amor, debo decirte que no eres tú el culpable de ser todo esto. La culpa lo tienen quien te toman como un juego. Por que tú eres mucho más que eso.
Aunque supongo que será enriquecedor aprender a seguir desde aquí sin ti.
Te guardo en mi caja de Pandora. Hasta que alguien decida reventar la cerradura a la fuerza. Por que si es verdad, que hay amantes que no entienden de murallas. Y eso, son los verdaderos amantes del amor.
Hasta pronto, querido amor.

POR EL QUÉ AMARÁNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora