Me he dado cuenta
de que me haces falta.
Te extraño cada segundo en el que no estás.
A penas acabas de irte y de inmediato mi corazón ha vuelto a enfermar.
Me calma la idea de verte pronto pero aún así es difícil ahuyentar mis ganas de tocarte.
Verte.
Acariciarte.
Besarte.
Abrazarte.
Vivo en un anhelo constante de sacrificio por no poder hacer arte contigo.