Haciendo El Amor

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24/12/16 (En la casa de playa)

Merida's POV

Víspera de Navidad, época para amar y compartir.

Hiccup y yo habíamos pasado una espléndida noche, ambos habíamos cocinado un delicioso pavo ... Bueno, Hiccup había preparado un delicioso pavo ¡Pero yo ayude a preparar los la salsa de castañas! ... Después de la cena nos habíamos quedado sentados en el sofá frente la pequeña chimenea, bebíamos vino en unas copas que Hiccup había conseguido

- Creó que esta ha sido la mi mejor navidad desde que mamá murió - susurré recostada en el pecho de mi ¿novio? ... Habían pasado dos días que habíamos salido de Paradise Garden

- Sería mejor si no estuviéramos huyendo - me abrazo a él - Mérida .... La ultima vez que te pregunté si me querías ... - me senté bien y lo miré al rostro

- ¿Aún lo dudas Hicc? ... Aún no sé si soy tu novia o solo tu amante pero...

- ¡Tu nunca fuiste mi amante! ... Tu eres y fuiste todo lo que siempre soñé - sonrió de lado - Y en definitiva eres mi novia Mer - Mi corazón fió un brinco de alegría y sonreí como boba

- Hiccup... Yo... Yo Te Amo... Creo que siempre lo he hecho, desde el momento que apareciste en mi pórtico para darnos la bienvenida, cuando bailamos en la fiesta de vecinos... Cuando tuvimos aquella cita y terminamos teniendo sexo en tu auto... Te amo Hiccup - sus manos acariciaron mi rostro y con delicadeza se acercó a mi, fue un beso lleno de ternura

- Quiero hacerte mía - susurró contra mis labios, mordisqueo mi labio inferior con ternura

- Pues hazlo - le mire directamente a esos hermosos ojos verde esmeralda y volví a besarlo tiernamente llevé mis brazos hacia su nuca y los enrosque haciendo que mi cuerpo se pegará al suyo

Aparto sus labios de los mios y apareció mi rostro con adoración, depósito un corto, agarró la botella de vino, tomó mi mano con gentileza y me llevó a la habitación.

Hiccup's POV

Llegamos a la habitación... los dos estabamos algo nerviosos pero nuestras miradas mostraban el inmeso amor que llevabamos dentro y la pronta necesidad de estar uno en brazos del otro dejandonos llevar por nuestros deseos. Serví una copa del vino que habíamos comprado el día anterior, tenía un sabor delicioso, y se la tendí, mientras ella la bebía, yo miraba su rostro.. sus labios... sus ojos... esos ojos turquesa... que eran de un turquesa tan profundo y con un brillo tan especial que me invitaban a perderme en su mirada, la besé... Perderme en sus labios era lo mejor del mundo, era mi droga personal

Me alegré de haber traído el vino de la cena a la habitación ¡Dios estaba nervioso! era la primera vez que ambos hacíamos el amor, pues el sexo común ya lo habíamos probado, pero esto, esto era nuevo y los dos nos sentíamos como adolescentes apunto de besarse por primera vez.

El aroma de su piel, su fragancia seductora impregnaba el aire de la habitación, el aroma era embriagador

Yo era prisionero de su cuerpo, de sus deseos... De su amor

Comencé a besarla lentamente al principio, mi boca recorriendo su cuello y mis manos vagaban por su cuerpo. Cuando las cosas empezaron a calentarse ya no pude contenerme. Deslice la mano debajo de su camiseta, acariciándole los pechos, tratando de desabrocharle el sujetador.

Ella me ayudó a quietarle la camiseta por encima de la cabeza y comenzó a desabrocharme la camisa, rasgando la tela un poco en su prisa por quitármela. Le acaricié los pechos con las puntas de mis dedos, tocándola suavemente, rozandole los pezones hasta que ella jadeo ... ¡Dios! Su piel era como el satén y su cabellera salvaje se extendía sobre las sábanas.

Dime Que Me QuieresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora