Dime Que Me Quieres

Lúgubre Ceremonia

Merida's POV

Desperté esa mañana sintiéndome enferma, sabiendo que mi vida terminaría esa misma tarde y que el hombre al que amaba se encontraba cuidando a su novia embarazada.

No sabía ni para que me molestaba en pensar en Hiccup si quiera... Me dolía recordar sus palabras "Debo concentrarme en mi familia, no en una amante"  ¿Acaso no fue él quien me había hecho el amor una noche antes? ¿No fue él quien me decía que me amaba una y otra vez?. Quería odiar a Hiccup, pero no podía... Simplemente le amaba y quería que fuera él con quien me casara ese día... Pero no era Hiccup Haddock quien me esperaría en el altar.

Ahora estaba ahí en mi habitación, con un enorme y hermoso vestido, alistándose para casarme con Erín Macintosh

- ¡Mérida! - dijo Susan, mi odiosa madrastra, quien entro sin si quiera tocar la puerta

- ¿Acaso no tocas? - espeté

- No - sonrió - Creo que debemos tener una charla de madre a hija

- ¡TU NO ERES MI MADRE! - le grité - Mi madre murió cuando era una niña, Tú, Susan tienes mi edad

- Lo sé... Lo que quise decir es que tal vez desees hablar con alguien más acerca de como te sientes

- Para eso tengo a Rapunzel, Gracias. Ahora puedes irte con mi padre

- Él no sabe que estoy aquí linda... Le escuche decir que tuviste una aventura en Illinois... ¿Es eso cierto?

No sabía que decirle, nunca había hablado con ella y el hecho que se muestre tan amable es irritante... Lo medite por unos segundos y decidí sacar todo lo que me estaba asesinandome por dentro

- Si - musité - Él se llama Hiccup Haddock, coqueteabamos, una vez él reservo su propio restaurante toda la noche solo para una cita a solas conmigo, tuvimos sexo salvaje y descontrolado en su auto, salíamos a bailar mucho, tuvimos sexo en mi casa mientras Hans estaba aquí por negocios y nunca me sentí mal por hacerlo, tuvimos sexo en un hotel de lujo después de habernos pasado de tragos en el bar.. Huimos juntos de su novia la psicópata, hicimos el amor en vísperas de navidad, su novia se volvió loca, destruyó su restaurante y esta embarazada

- Y te dejó - concluyó triste

- Me dejó - sollocé - y para terminar mi cuento de hadas, estoy aquí apunto de casarme con un tipo con nariz de pipa

- No sabes cuanto lo lamento - susurró- ¿Podría abrazarte? - la observe detenidamente, tal vez la había juzgado mal, asentí y ella se acercó a mi para darme un gran abrazo, justo lo que necesitaba

- No quiero casarme - sollocé

- Lo sé, lo sé... Pero ya veras que todo saldrá bien

- ¿Como podría estar bien?

- Las cosas mejoraran cuando sea el momento... No siempre estarás casada con él, te puedes divorciar

- Lo sé... Solo creí que el día que usaría un hermoso vestido como este sería para casarme con el hombre al que amo... No por negocios - Susan iba a hablar pero las puertas de mi habitación se abrieron de golpe, mi padre entró a toda prisa

- Mérida ya es hora, debemos partir a la iglesia

- Fergus, no la obligues por favor. Tu hija esta sufriendo

- Tengo negocios establecidos y esto debe de servirle de escarmiento por zorra

- ¡FERGUS! - le grito Susan - ¡Ella estaba enamorada! Hans no era para ella

- ¡Ya basta Susan! - se hizo camino hacia mi y me tomo del brazo - Vámonos

- Papá por favor - susurré - por favor no lo hagas

- Camina, Erín te espera en la iglesia - me haló del brazo - Vamos Susan - rugió y ella asintió

Cuidadosamente baje las escaleras para no tropezar, llegamos al salón y ahí estaba Betty la bruja que estaba organizando todo este circo

- Floreros por allá, quiero esas rosas listas y en su puesto - estaba señalando por todos lados, se giro para darles ordenes a las mucamas, cuando dejó de parlotear fue con nosotros - El auto esta afuera, ustedes irán en el auto blanco

- ¿El chofer tiene la dirección correcta de la iglesia? - pregunto mi padre mientras yo solo mantenía mi cabeza agachada sintiendo pena de mi misma

- Si señor, el chofer tiene indicaciones de llegar a la iglesia exactamente diez minutos después de su partida, yo iré detrás de ustedes en mi coche

- Perfecto, vamos Mérida

- Si papá - musité y caminé resignada y entramos al auto.

El camino a la iglesia fue trágicamente corto, el señor Macintosh nos esperaba fuera de la iglesia, el chofer se aparcó auto. Papá salio del auto con Susan para saludar al señor Macintosh.

Las campanas de la iglesia sonaban anunciando mi matrimonio con Erin Macintosh, sentía que mi mundo se venía abajo con cada estúpida campanada y todo por que el chico que me esperaba en el altar no era precisamente quien yo deseaba que fuera << Hiccup ¿Donde éstas? >>

Unos minutos después mi padre entró al automóvil en el que esperaba la hora indicada para salir de él y dirigirme a lo que sería un infierno al lado de un hombre al que claramente no amo

- ¿Lista Mérida? -- me pregunto mi padre mientras se acomodaba en el asiento

- Tu sabes que no estoy lista, y también sabes que yo no quiero casarme con el imbécil de Erín - le espeté reteniendo las lágrimas que contenían mis ojos, evitando sollozar

- ¿Pero sí quieres casarte con el vago que conociste hace seis meses? - apreté mi mandíbula haciendo chillar mis dientes - Aun no logro entender que fue lo que viste en ese bueno para nada

- No te atrevas a hablar así de Hiccup, por que ese al que tú llamas vago, es mil veces mejor persona que Erín Macintosh y definitivamente mejor hombre que él

- Claro y para ti es mejor hombre solo por que logro abrirte las piernas varias veces ¿verdad? - no pude evitar que las lágrimas cayeran por mis mejillas, me sentía fatal, destruida, sola y sin salida de ese asunto.

Se acercó Betty a nosotros con su asqueroso gesto pedante y contoneándose como si fuera una de las modelos de "Victoria's Secret"

-Ya es hora Fergus, traigan a la chica- Mi padre asintió y me tomó del brazo sacandome casi a rastras del auto, me solté de su agarre para lograr tomar un poco de valor, estaba realmente asustada

- Vamos Mérida - me tomó nuevamente del brazo apretándolo con fuerza, sentía sus dedos hundirse en mi piel

- Me lastimas papá, sueltame por favor - Sollocé << Ayudame Hiccup >> pensé, creyendo que con solo pensar eso él aparecería para rescatarme

- Si te suelto seguro saldrás corriendo, te conozco hija y no dejaré que eches a perder tu vida con un vago

- ¿Y tú solución es casarme con un tipo millonario? ¿Con hijo de uno de tus amigos del Golf?

- Callate y camina - Subimos los escalones de la iglesia hasta llegar al pasillo por el que tenía que hacer mi marcha nupcial, estaba decorado con lirios, rosas y algunos listones dorados.

La musica empezó a sonar y mi padre me ayudo a llegar hasta el altar en el que estaba Erín esperándome, definitivamente yo no estaba feliz con este día, cuando llegamos al altar mi padre me entregó al imbécil y el hombre del gorro empezó su discurso dando por iniciada aquella lúgubre ceremonia.