Dime Que Me Quieres

La Fiesta de Vecinos

Merida's POV

Cerré la puesta de la casa cuando los vecinos salieron del pórtico, parecían personas muy agradables, en lo personal algo hizo que me fijara en Hiccup, no sé qué me impulso a querer seguir viendo sus perfectos ojos y su sonrisa sincera, talvez eran los nervios solamente... me adelante a la cocina pude ver de reojo que Hans venia tras de mi

- Bien hermosa, ahora estamos tu y yo solos de nuevo - Hans me abrazo por la espalda, se acercó a mi oído - Ya no estés enojada conmigo mi hermosa princesa, juro que me acostumbrare a esta casa, sabes que es muy pequeña a lo que estoy acostumbrado, pero por ti haría lo que sea - las comisuras de mis labios se estiraron levemente mostrando una sonrisa pequeña, el me giro y me pego a su pecho - mañana iremos a la fiesta de vecinos y quiero que te vistas más hermosa que nunca, quiero que todos sepan que mi chica es ardiente - eso me puso a reír como loca, la mayoría de novios no querían que otras personas voltearan a ver en dirección de sus novias, pero él era diferente, un presumido que me gustaba mucho

- Tú Hans Westergard, no eres un novio normal- mi voz era cortada por la risa, me tranquilicé y plante mis labios en los suyos en un corto beso - vamos hare un poco de comida antes de que nos vallamos a dormir - me solté de su agarre para seguir mi camino a la cocina, pero el sujeto mi mano antes de llegar al marco de la puerta

- No estoy seguro de querer comer otra cosa que no seas tú, preciosa - su mirada recorrió mi cuerpo sin ningún filtro de inocencia.

- Bien en ese caso, sé que podemos hacer - Le sonreí maliciosamente, me acerque a él y lo bese fogosamente en los labios, él se tensó y pude sentir la liguera inflamación en sus pantalones, sonreí de nuevo y lo tome de la mano guiándolo a nuestra habitación para pasar la noche más agitada de nuestra vida

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Eran las diez de la mañana y Hans seguía tendido en la cama, no lo culpo el sexo de anoche fue muy placentero y en verdad agotador. Salí de la cocina con una deliciosa tarta de chocolate y una taza de café, encendí el televisor y lo deje en el canal que transmitía mi serie de televisión favorita "Drake & Josh", estaba a punto de sentarme en mi cómodo sofá para disfrutar de la TV cuando el timbre de mi puerta sonó - Que no sean los testigos de Jehová por favor - musite para mí misma. Me asome por la ventana de la entrada y pude ver a una rubia ojiverde que además estaba muy sonriente, era Rapunzel mi mejor amiga, le abrí la puerta y ella me abrazo muy fuerte

- Mare no tienes idea de cuanta falta nos haces en Beverly Hills, extraño verte todos los días para ir de compras - se separó de mi - por cierto, Eugene está en el auto, saldrá en unos momentos está limpiando el desastre que cause allí adentro con mi malteada - ni siquiera había notado el automóvil, alce mi mano y salude a Flincyto (el apodo que le puse cuando éramos niños por su segundo nombre, Flynnigan) , el me devolvió el saludo tocando su bocina

- También los he extrañado, pero dame un respiro linda, solo ha pasado un día desde mi partida ­- me encogí de hombros

- ¡SI MARE LO SE! Pero ha sido un día estresante, sin saber nada de ti, sabes que siempre hemos sido inseparables...- siguió hablando pero no escuche casi nada porque estaba concentrada en la perfecta vista de los músculos y abdominales de mi nuevo vecino - ¿Mérida? - se giró para ver lo que se estaba robando la atención que hace un rato tenía en ella - ¡OH LA LA! - expreso - ¿Quién es ese hermoso espécimen? - el pareció notar la pesadez de nuestras miradas porque levanto su vista , esbozo una gran sonrisa y nos saludó a ambas, al parecer estaba acostumbrado a que las mujeres babearan por su físico, nosotras lo saludamos igual

- El es Hiccup, Hiccup Haddock, es mi nuevo vecino - mi vista no se apartaba de él, se dio la vuelta para entrar a su casa y pude notar un gran y majestuoso tatuaje de un dragón a lo largo de su fuerte espalda

- Bien pues tu vecinito esta hecho el bizcocho más delicioso del mundo, No le digas a Eugene que dije eso, es secreto ... suertuda la tenga a ese adonis en su cama

- Bien pues si hay suertuda, él vive con su pareja una chica rubia, se llama Astrid, ambos vinieron a saludarnos ayer, son muy buenas personas me agradaron mucho...

- ¿Cómo reacciono Hans a su visita? - me pregunto frunciendo el seño

- Hans fue... Hans... tan simple como eso - le dije en todo neutro

- Lo lamento Mare, apuesto a que fue vergonzoso su comportamiento

- La verdad si fue vergonzosa la manera en la que se burló de la fachada de su casa y jardín... pero al parecer solo Hiccup y yo lo notamos por que tan pronto el camuflo su burla en un tono elegante y conservador, ambos nos giramos a verlo... fue enserio frustrante

- Pues yo siempre te dije que ese tipo era un asqueroso hijo de puta bastardo engreído - ese era Eugene quien ya había salido del coche y quien claramente aborrecía a Hans - Mare aun estas a tiempo de dejarlo, puedes venir a vivir con nosotros, sabes que eres como mi hermana

- Sé que eres como mi hermano Flyn, y es muy tierno de tu parte ofrecerme el hogar de ambos pero ... no me iré de aquí

- Como quieras Mare pero ya sabes, si hay algo que te moleste de él, nunca dudes en llamarnos ¿sí?

- Lo tendré presente Flyn, ahora entren a la casa, el sol está demasiado fuerte a esta hora- ellos asintieron y entraron a la casa. Cuando me di la vuelta después de cerrar la puerta pude sentir la tensión en el aire, Hans ya había despertado y como entenderán Hans también detesta a Eugene

- Fitzherber, Corona - asintió en dirección de mis amigos y luego se acercó lentamente a mí - hola linda - me dio un pequeño beso - me soltó y se dirijo al baño a tomar una de sus duchas largas

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La fiesta de vecinos iba a ser en toda la calle por lo cual ya estaban terminando de arreglar las decoraciones, Rapunzel y Eugene se quedarían a dormir así que nos acompañarían a la fiesta. Yo estaba eligiendo que ropa ponerme, no es que fuera a usar la ropa más elegante del mundo, pero enserio quería verme bien por alguna extraña razón

- Explícame una vez más como son esas fiestas - me pregunto Rapunzel asomándose a la ventana de mi habitación viendo hacia la calle

- No estoy muy segura de como son Punzie, lo único que sé es que se hacen a lo largo y anche de toda la calle, los vecinos llevan comida, hacen juegos de feria, juegos mecánicos, rifas, apuestas, incluso hay bailes ... suena muy divertido

- Suena pueblerino Mare - yo rodé los ojos ante su comentario - pero no mal interpretes he ido a muchas fiestas así y son personas muy agradables

- Bien entonces mueve tu trasero y elige la ropa que usaras para acompañarnos

Pasaron treinta minutos y nosotras ya estábamos vestidas y maquilladas para ir a la fiesta, optamos por un estilo casual, ella llevaba unos leg-jeans negros, una camiseta negra que decía "I love The Beattles" y unos sneakers rojos, yo opte por unos Shorts de mezclilla que tenían la bandera inglesa en las bolsas traseras, una blusa sin mangas de color gris y unas sandalias. Salimos de mi habitación y bajamos las escaleras listas para irnos, mis orejas hirvieron de la rabia cuando note que Hans seguía con su pijama

- ¿Qué haces? ¿Por qué no te has vestido aun? - el hizo una mueca que solo logró enojarme más

- ¿No creíste que enserio quería ir a esa fiestucha verdad?

- No, tienes razón ... no te creí - escupí mis últimas palabras con severo enojo - Vamos Rapunzel - la tome del brazo y la arrastre hasta la salida, Eugene iba tras nosotras

- Lo siento Mare - su tono era suave y desconcertado

- Le pateo el trasero de nenita que tiene si solo me lo pidieras Mérida lo sabes - espeto Eugene mientras miraba por la ventana de la casa a Hans muy cómodo en el sofá

- Lo sé, déjalo a veces puede ser un tarado ... necesito un trago, vamos a ver si algún vecino saco algo de Jack Daniel's - nos alejamos de la casa y pudimos sentir el ambiente más feliz que nunca habíamos experimentado, todo era risas y diversión en ese lugar, lo que hacía que me sintiera muy tranquila

Íbamos directo a los juegos mecánicos cuando pude reconocer una figura muy familiar que se acercaba a nosotros con una gran sonrisa