¡YO ME OPONGO!

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Hiccup's POV

El trafico estaba siendo un hijo de perra con todos pero más conmigo, estaba a contra tiempo y si no me apresuraba Mérida ya no sería mía sino que de Erín.

Había decidido usar una camiseta negra, unos pantalones blancos y mis vans blancos... Para hacer notar quien era en verdad el novio en ese lugar... Tal vez era un poco vanidoso pero no me importaba, por que esta ya no era la pelea constante con Hans de quien sería el mejor hombre para Mérida, esto era mucho más grande que eso, era detener aquella boda y salir de ahí con la chica que amaba

Mi celular empezó a vibrar, era una llamada entrante de Eugene

- Haddock -

- ¿Donde carajo estas? El padre esta dando los últimos malos chistes de una vida de matrimonio

- Estoy en la maldita avenida Mile One y hay un trafico de perras

- ¿Que? - bufó - ¿Hay alguien contigo en el auto?

- Si, Jack y Elsa están conmigo

- Escucha Haddock, estas a cinco minutos de la iglesia ¡Apresurate! - colgó la llamada

Me desabroché el cinturón de seguridad y abrí la puerta

- ¿Que haces? - preguntó Jack

- Si me quedo aquí no llegaré a tiempo

- Iré contigo - propuso Elsa

- No, yo tengo que hacer esto solo

- Ve por ella hermano - Jack me guiño un ojo, le sonreí, abrí la puerta del auto y salí de ahí

Corrí con todas mis fuerzas hasta la iglesia en la que se estaba montando aquel circo, cruce dos cuadras en las cuales casi me atropellan dos ferraries. Hasta que finalmente estuve a las puertas de aquella gran y pretenciosa iglesia

A las afueras de aquella iglesia pude escuchar claramente la vos temblorosa de mi mujer, aceptando con nada de ansias ser la esposa de aquel imbécil

¿ Y usted Erín Danilo Macintosh, a Mérida Alice Dunbroch, hasta que la muerte los separe? - dijo el padre

- Aceptó - dijo aquel tipo que intentaba casarse con Mérida

-Si hay alguien que se oponga a esta unión, que hable ahora o caye para siempre

Esa era mi luz verde, puse mis dos manos a los lados de las puertas y con todas mis fuerzas las empuje

- ¡YO ME OPONGO! - dije fuerte y claro, se escucharon jadeos, varios rostros disgustados se giraron a verme, pero el que mas me importaba era el rostro de la mujer que vestía de blanco, su rostro era una combinación de alegría y confusión

- ¿Hiccup? - dijo Mérida casi sin aliento

- ¿QUE HACE ESTE VAGO AQUÍ? - gritó quien supuse era su padre

- Yo no soy ningún vago - repuse y empecé a caminar por el pasillo - No sé que es lo que usted cree que sabe de mi, pero déjeme decirle que yo estudié en Francia y soy un Chef reconocido de Illinois, así que entenderá que no soy un vago señor Dunbroch

Dime Que Me QuieresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora