El pelirrojo no se dio cuenta de lo que pasaba hasta el momento en el que el mayordomo se tomó la libertad de depositar al menor en su cama; fue entonces que este noto su cola e inmediatamente paso a tentarse las orejas...
-¿¡Qué diablos!?-gritoneo volteando a ver a Sebastián, quien ahora parecía observarlo con curiosidad.
-¿Se siente distinto?-pregunto.
-No, no realmente.
-Veamos que puede hacer.-se acercó a su closet y sacó una bola de estambre, Grell pensó que se trataba de una idiotez, a lo cual el mayordomo la lanzo como si de una pelota de tratase; el carmín sin darse cuenta comenzó a seguir la trayectoria de la bola hasta haberla atrapado.-Bien... tienes los instintos.
-¡Deja de jugar conmigo!-gruño el menor.
-Ahora que lo pienso.-saco un spray y mojo al minino; este se erizo por completo.
-¿¡Que diablos haces!?
-Eso me hace pensar en como te bañare.
-¿Tu quieres bañarme?
-¿Es que acaso no lo deseas? Eres Grell Sutcliff, el shinigami mas coqueto que he conocido, no veo el porque te ha de parecer mal.
-Estas actuando extraño...
-Se debe a tu situación.-explico el conde entrando a la habitación del mayordomo.-se idiotiza frente a cualquier felino.
-¿Cuanto tiempo estaré aquí?
-Hasta que se recupere.
-William vendrá a buscarme.
-¿Hay algo de malo en ello?-tercio Sebastian.-Según tengo entendido... usted y el no tienen relación mas allá que laboral, creo que sabrá entender que no puede trabajar en su estado.
-Bueno, y si soy un gato, ¿Tiene algo que ver? Aun pienso, puedo actuar con mis propias decisiones.
-Por ahora, además, usted no puede irse, servirá de investigación para el caso de la experimentación de animales y personas.-entonces se acerco y cargo al carmín.-Si accede a quedarse... tendrá una recompensa mas tarde.
-¿Recompensa...?-titubeo tímido.
-Usted verá.-el mayordomo depositó al felino en la cama y se alejó para salir de la habitación, no sin antes observarle de manera seductora.-Vendré a verle más tarde...-susurró y cerró la puerta.
-¿Verme...?Pasadas unas dos horas, Sebastian sintió la necesidad de volver a la habitación ya que tenía tiempo libre; llevaba leche tibia en un plato hondo y un poco de hierba tranquilizante para gato.
Al entrar vio al felino dormido en la cama envuelto en si mismo; este se despertó al escuchar la puerta abrirse. Se levantó en cuatro y camino con elegancia hacia el demonio, le miro curioso y comenzó a ronronear mientras se restregaba en sus piernas. Sebastian se inclinó dejando la leche en el suelo, a lo cual el gato comenzó a tomar solo un poco.
-Pareces no tener hambre...-murmuro el pelinegro.-ven aquí.-le cargo.
-Sebastian...-dijo el minino con esfuerzo.
-Casi no puedes hablar, pero aun puedes reconocerme.
-Meew-exclamó el pelirrojo de forma tierna. El mayordomo comenzó a examinarle mas a fondo, queria hacer mas cosas pero temía que el menor aun tuviera cierta consiencia de malicia.
Tomo las manos de Grell, las cuales ya tenían unas garras enormes y afiladas; Sebastian llevo sus dedos a la boca del carmín y busco lo que queria comprobar.
-Tus colmillos, han crecido... me pregunto si...-Grell comenzó a lamer el dedo indice del demonio, pudiendo dar a notar al mismo lo aspera que se habia vuelto.
-Bien... ven aqui, tengo que quitarte esa ropa y ponerte una mas cómoda.-decidió llevando al pequeño al closet. Lo depositó en el suelo y le dio la orden de sentarse.-Te has hecho mas pequeño, tal vez solo un poco, pero tendré que buscar ropa a tu medida. Por ahora...-sacó una simple camisa de botones blanca y unos pantalones cortos.
Volteo a ver a Grell pero se llevo un gran susto al no encontrarle donde le habia dejado.
-¿Grell...? ¿Grell, donde estas? ¡Ven aqui!-comenzó a llamar mientras que alguien tocar la puerta.
-¡Sebastian! ¡Deja de manosear a ese gato y atiende la puerta!-ordenó el conde a lo lejos.
Sebastian, sin mas remedio salió a atender la petición de su amo.
-Michaelis...-saludó una voz dr manera nada amistosa.-he venido a buscar a Sutcliff.
-William-san... lamento informale que el pelirrojo no se encuentra aquí.
-Siempre que llega tarde es por venir a "saludarte" asi que, como hoy no se presentó es obvio que debe estar aquí.
-Busque en otro lado.
-Escucha alimaña asquerosa, tengo cosas que hacer y si salgo de aqui sin ese idiota me teml que tendre que cumplir el sueño que he tenido desde que te conocí, yo mismo cegare tu alma sino...-se distrajo al verse interrumpido por una nubesita color rosa detras de Sebastian, esta se escabulló y paso se detuvo junto a William.-¿Que diablos?
De la nada esa nube se hizo neblina y se transformó en Grell... pero este ya no llevaba toda su ropa.
-¡Grell! ¡Vuelve adentro ahora!-ordenó el mayordomo.
-¿Que le has hecho?-decía incrédulo al ver al menor semidesnudo frotarse contra los arbustos y las paredes.
-Yo no le hice nada, solo lo recogí para probar un caso en el mundo humano.
-Necesito una buena explicación de como sucedió esto.-decia molesto llamando al pelirrojo.
-El no puede responderle.-explicó el demonio.-poco a poco sus sintomas crecen.
-¿Y esto cuando se detendra?
-No lo sabemos con exactitud, esperábamos que en la investigación se encontrará algun remedio.
-¿Y porque desaparece?
-No sabia que podia hacer eso.
-Meew...-maullo el minino pidiendo las caricias del moreno.
-¿Puede reconocerme?
-Si, aun reconoce muy bien.
-Bien... me lo llevare, yo pienso cuidarlo hasta que esto se pase.
-No puede, tienen que llevarse a cabo las pruebas necesarias.
-Maldición demonio estúpido... ¿Cuanto tardara eso?
-Tal vez una semana y media.
-¿Mientras tanto quien le atendera?
-Buscaremos un especialista en el caso.
-Yo conozco a alguien, lo traere mañana por la tarde para que pueda ayudarle. Mientras tanto, me hospedare en un hotel cercano para poder cuidarle.
-Perfecto, puede retirarse.
-¿Y porque no dejas que se quede aqui?-irrumpio la voz del conde uniendose a la conversación.
-Joven amo.
-Es su niñeta despues de todo, estará mejor que alguien que lo conoce venga a cuidar que no cause problemas.
-Pero, joven amo, creo que debería dejar que...
-He dicho.-finalizó Ciel sabiendo que con ello fastidiaria al mayordomo.
-Se lo agradezco mocoso, digo, sr. Conde.-decía el de lentes para luego observar a Sebastian.-escuchaste al niño, llevame a mi habitación, y lleva conmigo a Sutcliff.
-Si señor...-aceptaba de mala gana al acercarse a Grell para cargarlo, William, al observar aquello retiró lo dicho e hizo a un lado al demonio.
-Mejor yo lo llevo.-el demonio le miro con recelo, el queria divertirse un poco con su nuevo gatito.Mas tarde, William se preparaba para dormir y pensaba en coml el pelirrojo siempre le causaba estragos, pero de todos los problemas que le habia dado antes este era el mas irregular y extraño.
Salió del cuarto de baño y se topo con Grell en la cama, hecho bolita justo en el area de las almohadas.
-Hazte a un lado.-clamó de manera fría. El carmin le miro y siguió sin hacer nada.-olvide que los gatos eran muy tercos...-murmuro caminando hacia Grell y empujandolo haciendo que este cayeta de la cama; el moreno, quien sr preocupó por el carmín se asomó a ver si estaba bien, sin embargo... los gatos siempre caen de pie. Grell, como si nada volvió a subir a la cama evadiendo al shinigami.
-Sutcliff, baja de la cama; ahora eres un gato.
-Wi...Will...-pronunció con esfuerzo el menor; el moro al escuchar eso miro al rojo de cerca.
-¿No puedes hablar bien?
-...
-¿No me entiendes?
-...
-Sutcliff, necesito que te comportes de manera sería conmigo.
-...
-¿Oh bueno... que hago charlando con un gato? No podras responderme.
-...-El felino había comenzado a lamer sus manos.
-Me siento estúpido...-suspiro el superior.
-...
-Bien... mañana arreglare este asunto.-finalizó al acomodarse entra las sabanas, de pronto sintió que algo se acurrucaba detras suyo y ronroneaba.
-Prrr...prrrr...prrr.-El cegador se giro un tanto sorprendido... ¿Que le quedaba hacer?
-Ven aqui, imbécil.-decia acariciando la cabellera del carmín y pegandolo a su pecho.
¿Tenia algo que ver su nueva naturaleza el que Sebastian y William cambiaran su forma de tratarle?
Si eso era así, Grell solo pensaria en aprovechar la situación.Lo siento, en serio, lamento retrasarme mucho en actualizar, espero les agrade la historia y que hayan pasado un buen fin e inicio de año.
Besos.
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Cheshire Sutcliff
Fiksi PenggemarUn pequeño error en un experimento puede asegurar muchos cambios.