X-Soldiers

Xhanced

Sentado sobre la roca se me queda viendo, no logro entender si su mirada es de curiosidad, de malicia o de preocupación incluso las tres pero pasa así por lo menos un minuto antes de que empiece a hablar. -

Como te dije puedes llamarme Stark, no es mi verdadero nombre pero así es como me llama la mayoria, tengo 18 años y soy de los estados unidos, disculpa por hablarte en inglés pero a veces olvido donde estoy y no puedo evitarlo.

Antes de continuar explicandote quiero que me prometas que me vas a escuchar hasta el final, no me vas a interrumpir y todas las preguntas que tengas te las vas a reservar hasta que yo haya terminado de hablar. Vas a tener cualquier cantidad de preguntas y vas a querer hacerlas todas conforme avance pero lo mejor es esperar al final, de lo contrario tardaré más en contarte todo y se nos hará muy tarde y se que pronto debes de volver a casa. El que no me hayas dicho tu edad no oculta lo obvio, eres un niño y no creo que tus padres estén muy contento de que no estés en casa a tiempo. Así que voy a continuar y tu vas a prestar atención. ¿De acuerdo?

Desde ya tengo deseos de preguntar pero se que tiene razón, necesito saber lo que me esta sucediendo pero se que no puedo alargar más esto, se hace tarde, por lo general estoy en casa antes de las tres y ya esta atardeciendo. Así que no discuto con él, asiento con mi cabeza, me acomodo bien sobre la hierba, me arrecuesto al árbol en cuyas ramas golpeé mi cabeza cuando me sorprendió y dejo que continúe con su historia. -

Me encuentro en un viaje de "negocios" y justo me dirigía a mi hotel cuando sentí tu presencia, es correcto, pude sentir lo que estaba sucediendo, le dije al taxista que me dejara justo en el camino a unos cuantos kilómetros de aca y me dirigí de inmediato a este lugar, tuve que correr bastante pero no podía arriesgarme a que alguien se acercara mucho a este lugar,si mis sospechas eran correctas, lo mejor era evitar que alguien además de mi observara lo que estaba por suceder. Cuando me dirigía hacia este lugar, estando ya a unos 200 metros de ti fue cuando confirmé que estaba en lo correcto y afortunadamente aún estaba a tiempo.

Estabas ya flotando, tu cuerpo se levantaba por los aires, a unos 6 metros de altura, no te movias, pero podía sentir el dolor que te provocaba, tu rostro estaba pálido, tus brazos y piernas colgaban como si fueras una marioneta. Pero la energía que rodeaba tu cuerpo era impresionante. La verdad que nunca pensé encontrar a alguien con un nivel de fuerza como el tú estabas demostrando en ese momento. Esta energía había creado un campo de fuerza impresionante que bloqueaba el paso del agua obligando a rodearlo, la presión del mismo causaba que las piedras se hundieran contra el mismo suelo, Y cuando abriste tus ojos, de los cuales emanaba una luz azul, pude ver que debía de actuar de una vez. Fue justo en ese momento donde me acerqué a ti gritando que tenía que controlarte pero ya no me escuchabas, nada de lo que hiciera físicamente era posible para sacarte de ese trance, tire piedras, ramas, gritaba pero nada pasaba, el campo de fuerza estaba bloqueando todo.

En ese momento la manifestación de tu fuerza fue mayor, la piedras empezaron a levantarse del suelo y del río donde se encontraban, los animales se asustaron, las aves huyeron alzando vuelo, y las ramas de los árboles se doblaban por la misma fuerza, todo lo que estaba en un radio de 10 metros era afectado por lo que estabas haciendo. Para mi fue evidente que no tenías control de la situación y debía de ayudarte. Tuve que esconderme detrás de ese gran árbol que ves allá y me comuniqué contigo a través de mi mente. Veras chico, tu no eres el único que es especial, como tu yo soy capaz de usar esas habilidades y fue por eso que pude ayudarte. Tenía 14 años cuando a mi me sucedió pero no fue tan fuerte lo manifestaste tu. El resto ya lo sabes, logré que me escucharas y tomaste control de la situación. Cuando lo hiciste tu cuerpo finalmente se relajó, el campo de fuerza desapareció, dejaste de levitar y tu cuerpo cayó. Afortunadamente pude tomarte a tiempo para que no cayeras al río y te ahogaras. Te traje hasta acá y esperé a que despertar, que por cierto por un momento temí que no lo fueras a hacer.