Darcy
-¿Chels estás bien?.- pregunto asomando mi cabeza por la puerta de nuestra habitación.
-No, vete.- grita ella.
-Chels yo...- intento hablar.
-Me lo dijiste, lo sé, vete.- espeta.
-También es mi habitación Chelsea.
-Me mudaré de habitación si tanto te molesta.- dice histérica.
-No he dicho nada hermana.
-Siempre fuiste la favorita ¿Sabías? Darcy la perfecta hija, debiste haber nacido tu sola.- pronuncia histérica mientras toma a señor bigotes para después salir de la habitación.
Realmente no entendía porque estaba así, papá tenía razón en enojarse pero ella no tanto, Kian era un buen chico papá terminaría aceptandolo si tan sólo hubieran hecho mejor las cosas.
-¿Tu hermana está bien?.- pregunta papá con miedo adentrándose a mi habitación.
-Está en crisis, dijo cosas horribles.
-Crees que mañana mejorará cariño.
-No sabría responderte a eso papá.
El lanza un suspiro cansado y se sienta en mi cama.
-¿Quieres que te cuente una historia?.- pregunta suavemente.
-La tuya con mamá. - inquiero y el asiente.
-La verdadera, no la que tus tíos cuentan.
-Me encantaría escucharla papá. - sonrío tratando de animarle, se le notaba destrozado.
El era un gran padre, algo impulsivo pero de todos modos un magnífico papá, no podría justificar a Chelsea para nada pero no tenía derecho a gritarle tal barbaridad, es mi gemela y la amo, y la defendere del mundo si necesita, pero en esto no estoy con ella.
Chelsea
-Hace años conocí a tu madre en un parque, fue la primera chica que en vez de gritar eufórica mi nombre me insultó. Tenía carácter y no te negaré desde el primer insulto me encantó, chocamos con nuestros temperamentos pero siempre coincidimos....-relataba suavemente mi padre a Darcy.
Unas lágrimas resbalaban por mi mejilla, había herido a papá y me sentía fatal, pero era demasiado orgullosa, le había dicho a Darcy cosas horribles y no me justificaba.
-Ella vivía con su tía y prima, ambas la trataban de muy poca cosa, un día después de la gira por Latinoamérica decidí volver a verla ya que no podía con lo que sentía, y me encontré con la sorpresa de que quería escapar de su vida y la ayudé, el momento en que me abrazó me sentí como en el cielo, manipule a la tía Lou para que me ayudase a que entre a trabajar en la banda y funcionó, nunca me arrepentire de ello...
Intento mirar como estaban sin que me notasen, Darcy tenía apoyada su cabeza en el regazo de papá y el acariciaba su cabello, cerré mis ojos y me imaginé con ellos, yo a la par de Darcy, nuestras cabezas en el regazo de papá y que el se ría de nuestra posición mientras seguía contando la historia.
-Después estuvimos un mes de gira por Europa, el mejor mes de mi vida, nos insultabamos diariamente pero eso hacía sentirnos vivos, todos sabían que teníamos esa chispa menos nosotros...
No podía más, me fui al sótano y llamé al tío Danial, el era del único que no sospecharian. Sería la última opción.
-Hey rubiasa.- escucho desde la otra línea.
-Puedo quedarme con ustedes.- pregunto en un susurro.
-Siempre eres bienvenida a mi Palacio linda.
-Te lo agradezco tío, y si no es mucho pedir puedes venir por mi dentro de dos horas.- pregunto y me muerdo la lengua esperando su respuesta.
-Sólo si me cuentas que pasó.
-Te lo contaré.
-Lizzie y yo iremos por ti a las dos.
-Gracias.- pronunció antes de colgar.
Miré la hora y eran un poco pasadas de la media noche, esperaría a que todos se queden dormidos y después me iría.
