Capítulo Seis

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Finalmente, Jessica y Taeyeon llegaron al apartamento que esta última ocupaba con sus dos amigas. Taeyeon se quedó mirándolo de arriba abajo

- Es muy bonito este lugar

- ¿Te gusta? - pregunto alegremente Sica deshaciéndose de su gabardina y colocando las compras en el piso de la cocina. Taeyeon asintió con la cabeza. Depositó la pesada guitarra en un rincón cerca de la puerta y también se deshizo de su chaqueta, dejando ver una sencilla camisa blanca con dibujos de notas musicales y sus jeans azules. Se deshizo también de sus botas quedando solo con sus calcetines. Inmediatamente desvió su mirada hacia Jessica. Era alta, con senos proporcionados a su cuerpo, una breve cintura y un trasero no tan atractivo como el de Fany, pero sin desmerecer. Había aparecido en un segundo ya cambiada con la ropa que suele llevar en casa: unos shorts muy pequeños y una camisa de tirantes sin sostén. Se sonrojó al momento y volteó su mirada nerviosa hacia otro lado - ¿Qué sucede? - volvió a preguntar Jessica sin darse cuenta de la situación

- No pasa nada, estaba pensando en lo bonito que se mira el apartamento - Jessica se acercó rápidamente a ella y tomó por los hombros a una apenada Taeyeon, haciéndola voltearse

- Vamos a cocinar, Taeyeon ah. ¿Tú cocinas? - le preguntó pícaramente aumentando el nerviosismo y el sonrojo de la bajita. Taeyeon negó con la cabeza

- Generalmente tenemos alguien que nos ayuda en casa

- Entonces ven. Te enseñaré lo básico para sobrevivir - dijo alegremente Jessica tomando de la mano a la bajita y dirigiéndola a su humilde cocina. Rebuscando entre cacerolas y ollas, colocó un poco de agua para hervir en una olla mediana. Lavó los cebollines, el retoño de soya y el nabo, además de sacar de su contenedor un poco de tofú que la bajita había comprado. Picó unos hongos frescos y colocó en el agua que ya hervía unos cuantos hongos pyogo enteros, mientras era observada atentamente por la castaña desde un asiento del comedor. Agregó sal a los hongos, los dejó cocerse y los sacó una vez estuvieron hidratados. Los colocó aparte, mientras vertía el arroz en la arrocera junto con un poco del agua en la que se habían hidratado los hongos y le arrojaba una rama de tomillo fresco. Miró como Taeyeon la miraba sorprendida - Es para aumentar el sabor - dijo Jessica como contestando una pregunta tácita. Trajo una tabla para picar y pico finamente los cebollines. También partió los nabos en trozos que se ajustaban a la boca y sacó del empaque el filete de res que había comprado. Estaba hermosamente veteado. Seguramente el sabor sería exquisito. El arroz estaba casi listo, como pudo cerciorarse Jessica al mirar de nuevo a la arrocera. Sacó un wok y lo colocó a fuego medio, agregando una pequeña cantidad de aceite de oliva en él. Cortó el filete en trozos pequeños del mismo tamaño que los nabos, a su vez que corría al refrigerador y agregaba rápidamente un generoso trozo de mantequilla al aceite que ya estaba a la temperatura adecuada. Picó rápidamente dos dientes de ajo y los arrojó sin más al wok ya caliente. Dejó que se el ajo despidiera su particular y delicioso aroma, a la vez que agregaba su pasta especial de jengibre y dejaba caer el filete en trozos. Agregó además una cantidad pequeña de sal, pimienta, salsa de soya y un poco de salsa teriyaki adelgazada con agua, además de un chorrito de vinagre de vino tinto. Estaba a punto de cortar un ají picante cuando observó que la bajita se sobresaltó un poco y se le ocurrió preguntarle - ¿Te gusta picante, Taeyeon ah?

- ¿Quedará bien el plato aun sin picante? - Jessica respondió afirmando con la cabeza - Entonces, no se lo eches, por favor. No soy muy fanática de la comida picante - La rubia sonrió y dejo de lado los ajíes y se dispuso a colocar una pequeña parrilla al fuego para que los nabos se asaran. El agua que había colocado a hervir hace rato ya había reducido considerablemente. Le arrojó un cubo de caldo de res, los cebollines y el tofu en trozos, el retoño de soya y además de un poco de alga marina ya remojada en agua. Movió hábilmente el wok con una de sus manos, haciendo que la carne se cociera de una manera uniforme. Ya empezaba a oler delicioso y Taeyeon lo estaba sintiendo. Se sonrojó visiblemente - Huele muy bien

La Mujer del AnuncioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora