Capítulo II

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Sabine y Emily habían estado planeado las cortas vacaciones de la familia Dupain Cheng en París. Adrien había tomado vacaciones tal como había dicho pero algo salió mal y su madre no acepto que se escondiera en la cabaña de la familia, tenía que quedarse en casa el tiempo suficiente para indicarle a Marinette que caminos tomas para regresar a la casa Agreste en caso de que ella quisiera salir a conocer lo bello de París.

Había llegado el día que ambas madre habían planeado para reunirse. La familia Agreste los esperaba en el aeropuerto para recibirlos y llevarlos a lo que sería su casa por corto tiempo. Gabriel platicaba con su mujer de la última vez que se reunieron los cuatro, también Emily aprovecho para hacerle la oferta a Gabriel de que permitiera que Marinette se integrará en uno de los talleres que la compañía Agreste tiene, a lo cual el accedió de inmediato.
Por su parte Adrien se encuentra alejado del matrimonio Agreste ya que se encuentra en una conversación con sus amigos.

— ¿Entonces se cancela la tarde de chicos? Es la primera vez que nos fallas bro.

— No es mi culpa, los amigos de mis padres vendrán de vacaciones y seré el “niñero“ de su hija — su madre la había insistido tando de que cuidara de Marinette ya que está sería su primera vez fuera de casa.

— Vendrás mañana a la fiesta de Kim ¿cierto? Será cerca de las cabañas, habrá muchas chicas.

— No lo sé, digamos que esta en un veremos, además ¿Si recuerdas que tengo a Hannon en mi vida?

— Por cierto, tus padres ya saben de ella o que piensan llevar su relación al siguiente paso.

— Nino no es seguro aun, mis padres pueden ser un problema y no estoy listo para hacer estallar otra guerra.

Adrien observo a su madre que le hacía la seña de que se acercara, pues los amigos de su madre ya habían llegado.

— Te hablo más tarde Nino, ya llegaron. — dicho aquello colgo.

La mujer de nombre Sabine era una mujer un poco bajita y su esposo era un poco  más alto de la estatura de Adrien.

— Sabine el es mi hijo Adrien, ¿lo recuerdas?

— ¡Claro! Me enviabas fotos cada mes, desde bebé era muy tierno, más con ese mameluco de gato que le ponías.

Adrien se sonrojo al escuchar esa pequeña conversación. Su madre le había compartido fotos del incluso en pañales.

— Has crecido mucho — le entregó unos caramelos chinos — agradezco que vayas a cuidar de mi hija en esta corta estancia. Gracias.

Adrien sonrió forzada mente, no por que no le agradará esos dulces, sino por que tendría que cuidar de una niña.

— A todo esto, ¿Dónde está Mari?

— Ahí viene, te sorprenderás de todo lo que ha crecido.

— Lamento la tardanza, al fin encontré la maleta — se acercó a su madre mientras le mostraba una maleta pequeña de color rosa. — H-hola — estaba nerviosa.

— ¡Pero mira nada más que hermosa jovencita! — Adrien se sorprendió de ver a la supuesta "niña" que tendía que cuidar. Era una joven de su misma edad y era linda.

— No se parece nada a la última foto que me enseñaste, creció mucho y se volvió una hermosa mujer. Adrie hijo acércate y saluda.

Ambos jóvenes intercambiaron sonrisas forzadas, estaban incómodos y como no si ninguno de los dos quería estar ahí. Tanto Adrien como Marinette fueron forzados a estar ahí con ambos matrimonios.

Una vez que salieron del aeropuerto se dirijeron a la casa Agreste para que las visitas descansarán de su largo viaje.

Durante el camino los dos matrimonios no dejaban de hablar de cosas del pasado o de historia que vivieron. Adrien se estaba quedando dormido mientras Marinette veía el paisaje a través de la ventana, al mismo tiempo estaba diseñando patrones de ropa en una pequeña libreta de viaje, en un momento dado Adrien se fijo en esto y capto su atención como ella diseñaba tan bien.

Una vez que llegaron Adrien le inidco donde dormiría y le dijo que se alistara en quince minutos ya que saldrían a conocer la ciudad y partes donde se encuentran los centros comerciales y de todo. Ella al principio se negó pero su madre acepto por ella.

“ Tienes que aprender a hacer amigos hija"

Eso se lo había dicho su mamá en secreto una vez que Adrien se marchó a su habitación. La joven se dio un baño rápido y se coloco un pans con una blusa de tirantes color blanca. Su cabello lo peino en una coleta alta con pequeños mechones sueltos.

Salieron de la casa tal como el lo dijo, la llevo a comprar telas, le mostró lugares como una farmacia, el cine, lugares para comer. Se divirtieron por separado ya que seguían sintiéndose incómodos. Al final regresaron a la casa y cada quien se fue a su habitación a descansar.

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Compartiendo casa,  Compartiendo vida (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora