IV: Empty

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Con cada lágrima me sentía más estúpido pero a la misma vez se desvanecía aquel nudo en mi garganta.

Sentía miedo de cómo estaba él, cómo lo estaban cuidando y cómo estaba comportándose. No era un secreto para nadie que YoonGi no es dócil. Hay que saber tratarlo y él cedería pero claro, nadie allá le tendría paciencia estaba casi seguro que se la pasaría dormido por sedantes.

—¿En qué tanto piensas, JiMin? — preguntó JoGeon jugando con mi cabello, ella era una buena amiga mía que tuvo un interés romántico por mí en el pasado.

—¿Para qué preguntas? Es obvio que en YoonGi —le respondió JeongGuk, molestando a un TaeHyung casi dormido.

—¿No se supone que Tae debería estar en el laboratorio trabajando en las muestras de sangre? —cuestionó JoGeon al ver a TaeHyung allí.

Él es un bioanalista, uno de los mejores del hospital pero le llaman la atención cada que informa embarazos, se parte de risa con los no deseados pero ¿Cómo no reír de sus caras? Es imposible.

—Debería... Tengo muchos embarazos, anemias, hepatitis, hormonas y más mierdas que diagnosticar —comentó con poca emoción levantándose de la silla del comedor, besó los labios de JungKook para acercarse a mí.

—Quizá fue lo mejor, JiMin.

No le dije nada pero el desagrado que me produjeron sus palabras se reflejaron de inmediato en mi expresión, él no comprendió y apretó los labios antes de salir.

Bueno, yo debo volver al trabajo, tengo tratamientos que aplicar —dijo JeongGuk al levantarse arreglándose el uniforme.

—Creo que yo también debo irme —agregó la chica con un suspiró. Se inclinó a mi rostro para darme un beso en la mejilla.

El gesto me sobresaltó porque estaba absortó, le sonreí despidiéndome con la mano. Sería una simple despedida, de no saber cuanto se esforzó en salir conmigo. No estaba para coquetería, mi atención estaba solo en una persona. Concluí que solo de trataba de mi estado susceptible, seguro ella ya aceptó que entre nosotros no puede existir nada.

Fui el último en salir de la pequeña sala, tomando la carpeta con la lista de pacientes que debía atender.

Paciente por paciente les suministre la dosis de sus recetas, también me aseguraba que todos estuviesen cómodos, los que no, anotaba sus quejas y recomendaciones para luego hacerlas llegar al personal del hospital calificado para solucionar las problemáticas.

—¡JiMin! —Me saludó HaNeul, una de mis pacientes fijas.

Ella era una chica muy linda y especial pero padecía una patología lamentable con pocas expectativas de sobrevivir; leucemia.

—¡HaNeul! — saludé de la misma manera acercándome a ella con una sonrisa.

Besé su frente y recibí su abrazo. Cuando llegó aquí apenas diagnosticaron su cáncer, desde entonces me acerqué a ella intentando formar parte del apoyo que requería, en ocasiones me quedaba un poco más tarde para ver una película con ella o jugar cartas. Entendía por qué el personal del hospital no debe relacionarse con los pacientes; duele verlos decaer.

—¿Qué tienes JiMin? No te ves muy bien —preguntó tomando mi mano apretándola suavemente, no tenía idea de que fuese tan notorio.

—La he pasado algo mal, pequeña. Ahora tengo que atender a mis demás pacientes, no te preocupes.

My Mind Lies | YoonMin | EN EDICIÓN |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora