Twitter 2 [Pablo Alborán]

Ana

N/A: Si quieren... pueden poner la música que dejé por aquí. 

En realidad, la canción es en japonés, pero busqué una versión instrumental. 

No odien a Sergio pliss :(

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—¿Interrumpo algo? —susurra. No puedo creer lo que veo, está con la misma ropa de la noche anterior. Su cabello está completamente alborotado. Tiene la mirada triste, llena de ojeras. Como si no hubiese pasado por su casa toda la noche— ¿Podemos hablar? 

—Eh... 

—No te preocupes, no haré nada. Yo... venía a disculparme—asiento tímida. Con pasos lentos, él entra a mi departamento y se queda esperando a un lado mientras yo cierro la puerta. Obligo a mis pies moverse y le invito a la cocina. 

—¿Quieres tomar agua o comer algo?—le miro preocupada.  

—Estoy bien, gracias. Ana... yo quería hablar sobre lo que pasó ayer. 

—Sergio yo...—posa su dedo en mis labios 

—Por favor—me mira a los ojos y toma mi mano para acercarme a su cuerpo y abrazarme. Empieza a sollozar— no sabes lo preocupado que me tenías en estos años. 

No puedo evitar y recuerdo los momentos que viví con él. Los abrazos que me daba, la vez que me besó y que intenté pasar a algo más, necesitaba saber si ya me habían destruido por completo. Pero sólo pensaba en aquellos ojos cafés. Sólo pensaba en Pablo y desde ese momento lo odié aún más... porque con él se fueron, también, mis sentimientos. 

Empiezo a llorar también, recordando esos cuatro años de infierno, recordando que el hombre que está abrazándome me estuvo apoyando en ese tiempo. Y también empiezo a entender ese beso. Le prometí que si me curaba de este maldito infierno, yo regresaría a él. Pero nadie sabía que yo... volvería a Pablo. 

  —Lo siento tanto—empiezo a sollozar— tú fuiste alguien muy importante en esos años. Si no fuese por ti, me hubiera muerto. Pero es que todo era tan insoportable para mí, maldecía a Pablo por haberme abandonado, aborrecía a mi madre por hacerme eso. No quería estar en este mundo. No quería ese infierno. 

Lloramos, sentimos que el tiempo se para y nos transporta a siete años atrás, en el momento que estaba al borde del precipicio. 

Flashback

—Por favor, Ana... piensa en lo que más ames... esto no te lleva a ningún lado—exclama. 

—Sí... al menos dejaré de vivir este infierno—camino un poco más y veo el mar frente a mí... 

—Piensa que si... tú mueres, la persona que está destinada para ti, quedará solo. Sufrirá... por favor... piensa en la familia que puedes tener cuando salgas de esta. Por favor... no te quites la opción de vivir. Agradece que estás viva.  

—¡Y qué gano!—las lágrimas empiezan a salir—. La persona que amaba me abandonó, las personas que más querían me dejaron... ya no quiero nada más

—Yo estoy contigo... yo te voy a proteger. Me quedaré contigo... pero por favor... no te hagas esto... no te mates frente a mis ojos. 

Siento sus manos en mi cintura y me arrastra, para después envolverme en un abrazo. Empiezo a llorar. 

—Juro que vas a ser feliz, que esto sólo es pasajero.  

Fin del flashback 

—Te juré una vez que serías feliz...—dice conteniendo sus lágrimas— tú prometiste que seríamos algo más en cuanto superaras esto. Creo que mi juramento pudo más. Me alegra tanto que seas feliz... pero yo creí que... 

  —Lo entiendo —susurro— pero mis sentimientos nunca cambiaron. 

  —Al menos te pude volver a ver, ya sé que estás bien... que conocí a la Ana feliz y que jamás van a destruirte. Gracias por haberme ayudado. 

—No... gracias por salvarme la vida. Gracias por ser mi vida en esos años, por la fuerza, gracias... deseo de todo corazón que seas feliz. Te lo mereces más que yo. 

Y no podemos evitarlo, el abrazo duró más de lo que esperábamos. No sé si Gema nos vio pero es que era algo que tenía que hacer para cerrar ese capítulo. Nos soltamos y miramos a los ojos, su mirada estaba llena de alegría y de lágrimas. 

—Así que... serás mamá—asiento— me da mucho gusto. Pablo es un buen chico... lamento lo que pasó ayer. No sé... me dejé llevar por los recuerdos y... 

—Ya no importa. Por cierto... me casaré con él. Pero tengo que... 

—No te preocupes por ir a Málaga. El miserable ya está muerto. 

—Gracias por decírmelo. 

—Me voy... creo que me van a trasladar a Barcelona. Si algún día nos volvemos a ver... espero que podamos tomar un café. 

—Claro que lo haremos—caminamos hacia la puerta, quedamos frente a frente y nos abrazamos por última vez— gracias... 

—Al contrario—abre la puerta y se gira, sonríe—. Espero que volvamos a coincidir en esta vida. 

  —Lo haremos. 

—Adiós... Annie. 

—Adiós Sergio... —cierro la puerta. 

Pablo... voy por ti.