Epílogo 5: Gracias

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2018

Ana

—¡Mi amor, recuerda que tienes que presentarte ante los medios mañana! ¡No puedes dormirte tarde!

—Cariño... —camino hacia el taburete donde está sentado y le miro fijamente.

—No me hagas tratarte como a  Daphne y Evan —le regaño y él me lleva a su cuerpo.

—Tener a esos pequeñajos ha sido lo mejor que me ha pasado —susurra mientras traza la nueva geografía de mi cuerpo—. Creo que ya sé cómo podré dormir más pronto.

—¿A qué te refieres? —me da pequeños mordiscos en el lóbulo y me río suavemente.

—Ya es tarde, los niños duermen —cuela sus manos por debajo del vuelo del vestido—. Hace mucho que no tenemos tres veces una noche desenfrenada o tres veces en la misma noche.

Desciende sus besos por mi oreja, atravesando mi mejilla, hasta llegar a la comisura de mis labios y besarme con intensidad. Nuestras manos se entrelazan mientras seguimos comiéndonos la boca y poco a poco nos vamos encaminando a nuestra habitación.

Ha pasado más de un año de nuestra boda y nuestros bebés casi tienen ocho meses. Pablo ha retomado su carrera y ya está preparado el disco y a punto de salir el primer single.

¿Lolo y Gema? Bueno, mis queridos amigos no han perdido el tiempo y ya están esperando otro bebé. Pablo estaba con Lolo cuando se enteró del nene que viene en camino, pues han trabajado juntos en el nuevo disco.

—Te amo —susurra entre besos, después me deposita en la cama. Ha quedado atrás todo ese maldito pasado lleno de dolor, uno que solamente Pablo pudo curarme con besos y caricias.

—Yo también mi vida —respondo entre suspiros.

[...]

Curo tus labios es el primer single de su nuevo disco. Después de hacer el amor, escuchamos juntos la canción, pues ya era más de media noche. Ni siquiera yo, que soy su esposa, había escuchado las canciones. Dice que todas y cada una de ellas son para mí y que cuando las escuche, me enamoraré más del él. Creído.

Sin embargo, es preciosa.

—¿Qué te parece? —me pregunta mientras besa mis hombros.

—Es maravillosa, mi amor... siempre haces que mi piel se erice con tan sólo escucharte y también me haces feliz cuando cantas —me abraza.

—Eres lo bello que me ha dado la vida. Cada día soy más feliz de tenerte.

—Y yo de amarte hasta el último poro de mi piel, gracias por nunca irte de mi vida. 

Gema

—No sabes lo mucho que me pone triste cuando te vayas de gira.

—Amor, ya sabes cómo es este trabajo. Además te llamaré todo el tiempo.

—Lo sé, han tenido una buena idea de que Ana y yo vivamos juntos en el tiempo de gira. Así los peques jugarán todo el tiempo y estaremos más tranquilas —besa mi frente.

—Para que veas que tu esposo es un genio —sonrío y beso sus labios.

—Y todavía más guapo cariño —estamos a punto de besarnos cuando un pequeño entra caminando al salón. Busca las piernas de papá y pide que lo carguen. Mi pequeño Alex está celoso.

—Te estás haciendo muy grande muchachito —comenta Lolo mientras toca sus mejillas, nuestro pequeño empieza a reírse y responde de igual manera. Yo simplemente miro ese cuadro tan perfecto—. Soy muy feliz contigo, aunque a veces eres muy testaruda.

Twitter 2 [Pablo Alborán]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora