Millones de Veces

Primer Acto

Yuri tenía su mejor cara de póquer y estaba sentado en el suelo cuando Seung comenzó a narrar. Eso nadie se lo esperaba.

-Primer acto.

"Erase una vez, un gato llamado Yurio..."

Yo te mato, Viktor, TE MATO, pensó erizándose.

-¡MI NOMBRE ES YURI! -gritó, más fue ignorado y Seung solo le dirigió una mirada seria e indiferente y prosiguió.

"... que pudo vivir por un millón de años. Murió un millón de veces, y vivió un millón de veces. Era un gato atigrado, rubio y de ojos verdes. Un millón de personas lo querían. Un millón de personas lloraron cuando moría. El gato nunca lloró, ni una sola vez."

El público estaba atento y Yuri quiso golpearlos a todos y gritarles: ¿CÓMO RAYOS TOMABAN EN SERIO ESTO? Aunque era mejor así. Se relajó un poco y siguió prestando atención a Seung luego de su pausa.

Viktor estaba alegre de su elección de narrador, necesitaba alguien serio y ¿quién mejor que él? El patinador más serio, incluso más que Otabek.

"En una ocasión, fue el gato de un rey llamado Jean-Jacques Leroy."

Yuri sintió como volvía a erizarse cuando el idiota de J.J entró en escena sin libreto.

-¡King J.J in da house, baby! -entró con su molesta sonrisa y ropa de rey.

J.J se acercó a él y Yuri le miró amenazante, pero este no se inmutó.

-Ven aquí, mi gatita -dijo en tono seductor a la vez que hacia amago de levantarlo.

-¡Sí, J.J! -se escuchó desde el público.

Yuri dedujo que era su insufrible novia.

-¡Me estas jodiendo! ¡Tú me tocas y yo te rajo la cara! -le gritó alejándose y olvidándose del libreto.

Aunque Viktor ya planeaba eso, dedujo el comportamiento de Yurio y la escena concordaba perfectamente.

-¡Soy un genio! -se alabó alegremente, mientras se limpiaba lágrimas invisibles de su mejilla.

Yuuri solo atinó a sonreír, la cosa si le daba algo de gracia. Pobre Yurio, pensó viendo al chico.

"El gato odiaba al rey. El rey era un gran idiota engreído y un gran estratega..."

-¡Y vaya que tienes razón en lo de idiota! -le lanzó el libreto a J.J, pero este aun así se seguía acercando.

Seung siguió narrando, ignorando las quejas y reproches del gato.

"... siempre estaba en guerra. Colocó al gato en una jaula magnífica y lo llevó a la guerra."

De alguna manera, sacaron una caja adornada como jaula y Georgi junto a Viktor consiguieron meterle rápida y disimuladamente en la caja, mientras algunos los cubrían y fingían luchar con espadas de cartón y demás.

-¿Eh...?

"Un día el gato fue herido por una flecha, y murió."

Lanzaron una triste flecha de juguete dentro de la caja y Yuri solo les miró con cara de: ¿en serio?

-¡Psst! ¡Yurio, debes morirte! -le susurró Yuuri desde atrás.

Con un sonido de exasperación, se echó hacia atrás y fingió su muerte.

-¡Ay, me muero! -exclamó sin energía y rodando los ojos.

"El rey abrazó al gato y sollozó durante la batalla."

Yuri pataleó y J.J se llevó varios rasguños, pero siguió su actuación limpiamente.

"El rey detuvo la guerra y regresó a su castillo. Y, sepultó al gato en el jardín del castillo."

-¡Mi querida gatita, lamento tu muerte! ¡No sabes cuánto! -dijo con gestos exagerados.

-Fin del primer acto -avisó Sara.

-¡It's J.J style! -terminó mirando hacia el público haciendo su típica pose y se cerró el telón.

El lugar se llenó de aplausos.

-¡Sí, JJ!

-¡Como me vuelvas a tocar te mato, idiota! -gritó Yuri- ¡Suéltame!

-Oh, vamos, gatita -sonrió apretando su agarre en la cintura del chico para molestarlo.

-Viktor, creo que a Yuri le dará algo -comentó preocupado Yuuri mirando la escena.

-Oh, no te preocupes, es fuerte -rió divertido, restándole importancia al asunto.

J.J se llevó un buen golpe, mas solo dejó de molestarlo cuando Otabek se interpuso.

Seung se levantó y J.J le abrazó por los hombros.

-¡Buen trabajo, amigo!

-Vete al infierno -murmuró sin perder su calma.

-Eh, vamos, Seung, no seas así...

J.J siguió insistiendo, mientras Seung solo se retiraba.

-¡Bien, bien, prepárense para el segundo acto! -avisó el platinado alegremente.

Y Yuuri de repente pensó que todo aquello era para jugarle una pesada broma al ruso menor, y no estaba muy lejos de la realidad.