Millones de Veces

Final

-¡Último Acto!

"El gato no tenía miedo a la muerte. En una ocasión el gato no tenía dueño. Era un gato callejero. El gato era capaz de valerse por sí mismo por primera vez. El gato se amaba a sí mismo. De ser un gran gato atigrado, se transformó en un gran gato callejero."

Vaya que aquella descripción pegaba con el rubio, pensó Yuuri algo divertido e intentando no ser empujado tan pronto al escenario.

"Todas las gatas y gatos querían que ser su esposa. Algunos le daban enormes pescados. Otros le daban ratones de primera calidad. Algunos le regalaban caricias. Otros lamían su piel atigrada."

No hace falta decir quienes aparecieron en esta escena para molestar al menor, pero si no se hacen una idea, empieza por Viktor vestido de gato, Chris y J.J...

"El gato dijo a todas ellas:"

-¡Los odio! ¡Ensucian la genialidad de los trajes que portan! -suspiró y leyó el estúpido libreto- ¡He estado muerto un millón de veces! ¡Ahora todo esto me parece ridículo! ¡Y SUELTEMENTE, MALDITA SEA!

El pequeño estaba al límite, mataría a alguien tarde o temprano.

"El gato se amaba a sí mismo más que cualquier otra. Pero había sólo un hermoso cerdito japonés que nunca miraba al gato."

Y Yuuri fue empujado contra su voluntad al escenario gracias a Emil.

"El gato se acercó al cerdito, y le dijo:"

-Esto es estúpido -murmuró sonrojado acercándose al tomate cerdito. Por suerte el trío de imbéciles ya se habían ido- Oe, Cerdo estúpido, yo he muerto un millón de veces.

"El Cerdito sólo dijo:"

Yuuri suspiró, mientras más rápido acabara con esto, mas rápido podía ir a la pista a patinar y aclarar sus ideas. Puso su mejor cara de indiferencia y miró a Yurio, aquello sorprendió al menor, le gustaba esa cara, algo masoquista, ¿no? Pero se veía muy Eros... Si, a pesar del traje de cerdito.

-Oh.

"El gato se molestó un poco, pero se amó a sí mismo. Al día siguiente, el gato se acercó al Cerdito y le dijo:"

-Tú nunca has muerto.

-Así es.

"Un día, el gato hizo tres saltos acrobáticos delante del Cerdito."

-En una ocasión fui el gato de un circo.

-Oh.

A Yurio no le gustaba nada como le trataba el Cerdito y su personaje le parecía tedioso y molesto, sin llegar a darse cuenta que él era algo parecido.

-He estado un millón...

Yuri pudo ver como detrás del telón Viktor le daba una sonrisa burlona. Su personaje era idiota y por ende él quedaría como uno. Gruñó y lanzó el libreto tan fuerte, que le dio al peliplata en toda la frente, logrando tumbarlo.

-¡Viktor! -exclamaron algunas voces preocupadas.

Yuuri se rascó la mejilla algo incómodo y no sabiendo qué hacer, pero justo Yurio se sentó junto a él mirando al suelo.