Acabo de anotar en mi no-diario mi tercer día oficial en Seoul, con nota adicional que pone:
sin haberse metido en problemas.
Wiiiiiiii. Solo me quedan otros trescientos sesenta y dos días para no causar algún desmadre y puedo recibir medalla de Oro por el logro.
Nah, eso no va a ocurrir en esta vida. Mejor debo contar los días que me faltan para algún posible desastre. Soy muy patosa, es inevitable.
Comenzaremos las clases de forma oficial en una semana, mientras tanto estaremos paseando por la ciudad y aprendiendo más sobre coreanos por nuestra cuenta, para algo tenemos a nuestras guías. A excepción de mí, porque yo puedo afirmar que no tengo un guía. ¿El fantasma de Hyun? No gracias. Pensaréis que exagero, pero déjenme actualizaros en estos tres días pasados. En el primer día, donde tuvimos el tour por la Universidad, el muchacho me dirigió tres palabras. Ayer estuvimos caminando por los alrededores de la Universidad, otra vez en grupo y junto con nuestros profesores; la figura apenas notó mi presencia. Mejor tachamos lo anterior: parecía como si le estuviesen obligando, y esa actitud me estaba gastando todo el buen humor. Acabado el día, volví a la habitación con Sandra, ella toda contenta y eufórica, y yo echando humo por las orejas y con el ceño ya formando una línea. Este chico me va a gastar toda la experiencia en Corea si seguimos yendo por ese camino, lo veo venir.
– La verdad Hyun no es tan amigable. Me fijé ayer en cómo estaba contigo– me dice Sandra mientras se pone rímel en las pestañas. ¡Hoy por fin salimos a la ciudad!
–¡Neta! ¡Te lo dije! Para mí que es racista. No le gusta mi color y por eso anda todo crispado.
Ella resopla–¡No qué va! Si ayer le vi conversando con Ignacio, y él es de Nigeria. No exageres.
– Entonces vuelvo a la teoría de que simplemente no le caigo.
Ella levanta los hombros– ¿Pero has intentado romper el hielo con él?
– Ya llevo dos días intentando, y cada vez me enervo más. Al final lo terminaré de mandar al demonio– respondo mientras revuelvo entre mis camisetas, indecisa en qué ponerme– prefiero andar sola por Seoul que en compañía de alguien que me amarga la existencia.
– Cierto, ah ignórale. Mejor anda conmigo y con Sun. ¡Ella hoy me llevará de compras! A los típicos outlets coreanos. ¡Qué genial!– grita ella toda emocionada.
– Aguante esa billetera tuya, que no sobrevives ni el primer mes.
– Cierto, pero te tengo a ti para que me controles– y me guiña el ojo.
Pongo los ojos en blanco y ella se ríe. Sandra es un desastre cuando se trata de ahorrar o gastar con moderación. Para ella el dinero se evapora como el agua. Ella se pone un vestido corto con calcetines de gato hasta las rodillas y zapatillas blancas, recogiendo su cabello en una cola de caballo, con flequillo largo de lado. Vaya, sí que va a llamar la atención. Pero a ella le da igual, ella siempre viste lo que quiere y no por atraer atención a ella, sino porque simplemente disfruta jugando con diseños. Yo en cambio soy simple en gustos, dame distintos tonos de colores oscuros y yo soy feliz. Y para variar, acepto blanco o rosa apagado. Qué puedo decir, no soy bueno en asuntos de moda y temporadas: veo algo, si me gusta lo pongo. Punto final. Listas y arregladas, bajamos a la recepción. Encontramos a Sun y nos unimos a ella para conversar y esperar por los demás. Mientras Sun nos explica a qué tiendas piensa llevarnos, sin querer mis ojos buscan la figura de Hyun, y la encuentran minutos después. Él estaba hablando con un coreano, pero creo que notó ojos puestos en él, porque apartó la vista de su amigo y se fijó en mí segundos después. Debería sonreírle pero como no estamos en términos buenos, le devuelvo la mirada por un instante para luego apartarla de forma brusca. Él no es amigable conmigo, así que no veo por qué debería devolver el favor. El profesor Baek Yoo nos interrumpe a todos para hablar en voz alta:
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¡AGUANTE COREA CSM!
HumorDulce María es una estudiante mexicana de ingeniería que aceptó el programa de "Intercambio de estudiantes" para cursar un año en Corea del Sur. Creció siendo una total fan del K-Pop, doramas y de Lee Min Ho. Está segura de sí misma y pensó que le i...