Mi Pequeña Felicidad || KaiSoo

I: Izel

—Muy bien Kyungsoo, todo parece estar avanzando en buenas direcciones— se sentía cansado y un poco aturdido, pero mejor al oír esas noticias.

—Tío Taemin ¿mami está mejor?— el pequeño se hallaba sentado en la silla frente al escritorio, observando con cautela todos los movimientos de su tío. El más alto se acunclillo frente a él con una gran sonrisa en su rostro.

—Estará mejor si vas con él y con tus poderes mágicos le ayudas ¿Qué te parece, bebé? ¿Quieres intentar?— sus grandes ojitos brillaron con esperanza, el pequeño ayudaría en lo que sea a su mami.

Desde hace días habían empezado con el tratamiento, en donde su tío Tae le daba un medicamento vía intravenosa o algo así a su mami (aunque no sabia que era eso), casi siempre su mami terminaba cansado y fatigado. El aprendió, como buen niño que era, siempre darle de su energía a su progenitor, ayudarle siempre y no ser desastroso.

—Sigo sin entender por que le pusiste ese nombre tan extraño a tu hijo, Kyung

Su tío siempre encontraba la manera de fastidiar a su mami, aunque... Él también tenia la curiosidad de saber del porqué de su nombre.

—¿Te acuerdas nuestro amigo de intercambio?

—Aja...

—Pues él, me ayudo con el parto cuando ciertas personas estaban haciendo cosillas me sugirió el nombre, uno nativo de donde venía

Y ahí tienen, ya volvía a ser el mismo Soo de siempre.

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El tiempo pasaba volando y no podía creer que ya hayan pasado cinco años desde el nacimiento de su bebé, Izel.

Su pequeño rayito de luz, su pequeña felicidad desde ese día.
Debía de dar gracias a todos los dioses del mundo por semejante regalo que le concedieron, porque sin él no estaría aquí abriendo su propio negocio y sobretodo sobrellevando su enfermedad, para poder estar todo su crecimiento al lado su su única luz.

Y pensar que hace unos cuantos años solo era un pequeño frijolito dentro de su pansa, que daba pataditas cada vez que le hablaba con cariño. Ver sus pequeñas manitas darle fuerza en cada uno de sus tratamientos, verlo cocinando a su lado.

¿Fue tan bueno para merecer esto?

No lo sabía, no lo quería saber tampoco.
Le hablo sobre su padre, JongIn. Le dijo lo bueno que era, no quería meterle ideas nada sanas para un niño de su edad.

Por otro lado Izel se decía lo afortunado que era al tener a una mami tan espectacular. Que le contaba cada noche después de unos cuentos. Que le duchaba y cepillaba el cabello después. Él estaba consciente de que su nombre era raro en su país, incluso fue más extraño un día que encontró a su mamá hablando por teléfono en un idioma extraño, el cual no alcanzaba a comprender ni un poquito. Hasta ese momento se atrevió a preguntar "¿Por qué mi nombre es raro?"
Su madre lo tomo entre sus brazos y lo acurrucó con amor, sonriendole le dijo "Porque eres único, bebé"

Todo era felicidad (la mayoría del tiempo), pero la pregunta es: ¿Cuánto tiempo durará esa felicidad?

Segundo capítulo, espero les guste.

¿Qué tendrá Kyungsoo? ¿Alguna idea?

(No se me ocurría ningún nombre :v pero si existe)