Los paramédicos se llevaron a Carlotta en ambulancia hasta el hospital debido a una fractura en el brazo y un esguince en la pie. Paulo casi se desmaya cuando le dijeron que tenía que guardar reposo un mes o las fracturas no sanarían.
-¡Christine! -gritó Meg entrando a la sala de ensayo, la cabellera castaña y rizada se giró a ella alarmada-. ¿Qué ha pasado?
-Carlotta se cayó de las escaleras y se ha fracturado -explicó Christine.
-¡Pobre! -se compadeció Meg-. ¿Pero estará bien?
-El paramédico ha dicho que seguramente no pueda dar la función de la semana entrante.
-No puede ser -refunfuñó Meg.
Christine y Meg se sentaron en el suelo, recargadas en los grandes espejos de las barras de ballet. Todos parecían desanimados.
Paulo se tomó de un sólo trago su botella de agua mineral y se recargó en la pared para no desmayarse. El trabajo de casi un año se iría a la basura por nada.
-¿Christine? -Christine alzó la vista para encontrarse con Raoul, este le sonreía de manera amable como siempre que tenía oportunidad. Tenía meses rondándola, pidiéndole una cita. Estaba cada vez más loco por ella.
-Hola Raoul -saludó la chica.
Meg se levantó del suelo y se disculpó. Quería dejarlos solos, ella mejor que nadie sabía que Raoul era el hombre adecuado para Christine.
-¿Tienes planes para esta noche? -preguntó Raoul.
-No realmente, Meg y yo pensábamos rentar unas películas y verlas en mi cuarto.
-¿Podría acompañarlas?
Christine lo pensó un poco, pensó en negarse como todas las veces anteriores, pero decidió que esta vez le daría una oportunidad.
-Esta bien -accedió y los ojos claros de Raoul brillaron-. Pero tendrás que llevar las palomitas.
-¡Desde luego! -respondió emocionado.
La mirada de Christine se desvió hacia la puerta que se acababa de abrir, contempló a aquel hombre con el que había chocado hacía unos minutos. Algo en el le resultaba completamente familiar, sin embargo por más que lo inspeccionaba con la mirada no encontraba el qué. Lo observó charlando con Paulo, todas las bailarinas lo miraban embobadas, ella misma se encontró separando los labios atraída por aquel sujeto que de pronto le devolvió la mirada aún cuando seguía charlando con Paulo.
Christine se obligó a apartar la mirada y le sonrió a Raoul.
Sin embargo, aquel hombre parecía solo notarla a ella a pesar de que el salón estaba repleto de mujeres que Christine, consideraba mucho más bellas.
-¡Christine!
La voz de Paulo hizo que Christine se girara de nueva cuenta y se levantara del suelo. Caminó hasta él con sus largas piernas de bailarina. Cuando llegó hasta Paulo, el mismo hizo las presentaciones correspondientes.
-Christine Donat, talento prometedor -le dijo al hombre.
-Ya nos habíamos conocido, me parece -dijo.
El hombre asintió en dirección a Paulo y después se giró a Christine para presentarse.
-Mucho gusto, señorita Christine Donat. Mi nombre es Erik Denon, seré su nuevo maestro particular.
Christine abrió los ojos de par en par.
-Maestro.... ¿de qué? -le cuestionó.
-De canto -explicó.
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A time for us/The Phantom Of The Opera.
FanfictionChristine Donat es una bella estudiante de teatro musical, su voz es privilegiada y envidiada por Carlotta Girard, quien ha hecho hasta lo imposible para excluirla múltiples veces dejándola como corista. Sucesos extraños han comenzado a suceder en l...