Capítulo Único

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Kageyama Tobio, el rey de la cancha ha estado muy raro últimamente, creía que solo el voleibol habitaba sus pensamientos, pero parece que se equivocó.

El sol de Karasuno, Hinata Shouyo, no ha parado de aparecer en su mente, algunas veces en situaciones MUY comprometedoras con el armador.

Al parecer todo el equipo notaba el extraño comportamiento de Kageyama, salvo por el verdadero causante de todo esto, el chico de anaranjados cabellos.

Parecía no notar nada, seguía todo normal, aunque en ocasiones Tobio sentía como si lo provocara.

Durante los estiramientos, cuando sus miradas se encontraban, Hinata le dedicaba una sonrisa a Kageyama, pero después hacía esos movimientos tan sugestivos como si fuera algo de todos los días; Kageyama tuvo que solucionar uno que otro "problemilla" en el baño a causa de esto.

Y que decir de cuando se quedaban solos para limpiar, Hinata se agachaba por los balones, dándole una vista en primera fila al armador de su Tan perfecto (según Kageyama) trasero.

Sentía que si eso seguía así, quizás el pequeño Shouyo no saldría Virgen de esta.

-Kageyama!! Levántala para mí!!- El menor sacó a Tobio de sus pensamientos e hizo que se sonrojara ligeramente, casi no se notaba.

-Practiquemos los pases!!- Hinata parecía nunca cansarse, Daichi había impuesto entrenamiento extra para después irse a casa junto con Suga, dejándole las llaves a ambos para alargar la tortura de Kageyama, puesto que Mami y Papi cuervo ya sospechaban algo entre ellos.

-Bien, pero vas a hacerme un favor después- Kageyama sonrió tétricamente y tomó un balón.

-O-okay- Hinata no sabía qué era lo que el de cabello oscuro quería, pero después de todo, iban a practicar...

Qué podía salir mal?

-Fuaaahh, estoy exhausto!- Fácilmente pasaron unas horas así.

-Bien, ya terminamos, ahora es tu turno- Kageyama le hizo una seña con la mano de que lo acompañara hacia el almacén donde guardaban las pelotas.

Hinata fue junto a él dando grandes zancadas, aunque no sabía muy bien el por qué lo llevaba hasta ahí.

Una vez llegaron, el mayor puso disimuladamente el seguro en la puerta detrás de sí. Como el de cabello naranja es muy despistado, no lo notó.

Lo cierto es que Tobio ya no aguantaba la creciente erección en sus pantalones, ver a Hinata saltar y que su camiseta se levantara, dejando ver su abdomen y espalda, le excitó de sobremanera.

-Ehhhh!?!- Kageyama acorraló a Shouyo contra la pared, causando un ligero sobresalto en el menor.

-Q-qué h-ha-haces!?!?- Hinata sentía su cara arder, el rostro del mayor estaba demasiado cerca.

-Vas a colaborar, quieras o no- Tras decir esto, al igual que un animal salvaje, se lanzó a devorar los labios de Shouyo, quién tan solo gemía por la repentina intromisión del otro; ese fué su primer beso.
Lentamente, Kageyama comenzó a descender sus manos desde el cuello de Hinata hasta sus ya algo duros pezones.
Con la otra mano tomó las muñecas de Hinata, aprovechando que estaba algo distraído. Sus besos, a igual que su mano, iban bajando, dejando rojas marcas que seguro serían difíciles de quitar.
Hinata tan sólo estaba gimiendo sin control, jamás había estado en este tipo de situación, y sus sonoros sonidos volvían loco al armador de Karasuno.
Con su hábil lengua, Tobio le daba gran atención al pezón derecho de Hinata, y con la mano que no sostenía las muñecas del pequeño pellizcaba y masajeaba su pezón izquierdo.
Aunque no lo admitiría, Shouyo se excitaba al estar así de indefenso, siendo tocado de esa manera por su amigo.
Inconscientemente, Kageyama aflojó su agarre de muñecas, Hinata pareció notarlo y rápidamente las quitó, pero se estaba dejando llevar por la lujuria, y sin saber por qué, levantó la camiseta de Kageyama por completo.

-Pareces desesperado- Tobio sonrió ladinamente y se bajó los pantalones, quedando sólo en bóxers. Lo siguiente que pasó fue que Hinata logró ver los dedos de Kageyama frente a él.

-Lámelos, te conviene que lo hagas bien- El armador veía divertidamente como obedientemente, Hinata lamía y ensalivaba sus dedos lo suficiente.
Esa expresión de Shouyo le parecía sumamente tierna.
Acto seguido, sacó sus dedos y le bajó la ropa, liberando a su ya muy necesitado miembro.
Kageyama también se bajó sus bóxers, ya le dolía su erección.
Algo que no se esperó para nada fue a Hinata yendo a gatas hacia su pene erecto y mirarlo fijamente a los ojos.

-Ah- Hinata dio un pequeño gemido antes de comenzar a dar pequeños lametazos hacia el miembro de Kageyama, sentía la gran necesidad de hacer eso.
-G-gah- Tobio también comenzó a dar roncos gemidos ante la estimulación que le daba el pequeño.
Lentamente, aprovechando la distracción de Hinata, metió uno de sus dedos en su entrada, que fue una clara sorpresa para el menor.
-Ahhhh- Un gran gemido salió de su boca, y su cara parecía que iba a explotar de lo roja que estaba.

-N-no te de-detengas- Kageyama comenzó a mover su dedo dentro de Hinata, mandando olas de placer sobre el.
Shouyo también comenzó a engullir el miembro del mayor, su cálida boca hacia lo mejor que podía.
Y repentinamente, el segundo dedo se hizo camino en el pequeño.
Ambos soltaban gemidos sonoros, llenos de pasión y lujuria.
En movimientos de tijera, Kageyama trataba de dilatar lo mejor posible al menor, sabía que quizás sería su primera vez.
Tres dedos estaban volviendo totalmente loco a Shouyo, y Kageyama sabía que ya estaba listo.
Lo colocó a cuatro patas y de una sola estocada lo penetró.
-Aaaahhhhh- Ese fue el gemido más fuerte que había dado hasta ahora.
Las estocadas comenzaron algo lentas, pero conforme a las cadets de Hinata se acostumbraban, comenzaron a aumentar de ritmo.
Los gemidos de Hinata eran cada vez más fuertes, el gran placer que sentía estaba acabando con el dolor que también se hacía presente, le gustaba esa extraña combinación.
Y en un repentino movimiento, Kageyama logró golpear la próstata de Hinata, que hizo que un enorme hormigueo recorriera su espalda.
Entre gemidos y jadeos, Tobio continuó dando estocadas en el mismo sitio que hacía a Shouyo sentir el mejor placer de su vida.
-M-me ve-vengo- El pelinatanja estaba al límite, pero Kageyama tomó su miembro y lo masturbó al ritmo de las estocadas, duplicando el placer del menor y haciendo que éste se viniera en su mano. Unas cuantas estocadas más Tobio también se corrió, dentro de el pelinaranja.

Estaban exhaustos, Kageyama no podía negar que fue un gran placer, pero se dio cuenta que quizá había destruido su relación de amistad con Hinata, todo por sus estúpidos deseos carnales, porque le quería no sólo para tener sexo, le encantaba todo de el pequeño que se encontraba junto a él, sus ojos color caramelo, su cabello anaranjado, su personalidad tierna y algo despistado, eso era lo que lo hacía amarlo con locura.

-Oye- Hinata le llamó con algo de timidez.

-Sabes? A pesar de que fuiste algo brusco, no fue tan malo- Shouyo sonrió
-Siempre quise hacer esto contigo, aunque creí que jamás sería correspondido, por eso jamás lo intenté- de sus ojos comenzaron a salir unas cuantas cristalinas lágrimas- Pero, siempre te vi cómo alguien increíble, solo tu lograbas hacerme sentir todo eso, tus pases eran los mejores, y...- paró- c-creo que por eso, siempre me sentía muy extraño contigo.

Las palabras de Hinata hacían que el corazón de Kageyama latiera como nunca antes. De verdad estaba escuchando esas palabras?

-Te quiero... No... Te Amo-

Hinata abrazó con fuerza a Kageyama, quien no podía creer lo que escuchó. Correspondió el abrazo y dijo con ternura.

-Yo también te amo-

Y a diferencia de todo lo ocurrido antes, se dieron un beso tierno con el mutuo amor que se tenían.

FIN <3

Holiwis!!!

Qué tal les pareció? Este es el primer lemon que escribo así que la verdad no tengo idea de cómo haya quedado esto.
Pero de todo corazón deseo que les haya gustado este fix de mi querida OTP.

Con amor: Layla <3

El Cuervo Y El ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora