-Llegaremos tarde, Manuel.-repito.
-Lo sé. Pero ya están acostumbrados, saben que siempre llegamos tarde.-dice sonriendo.
-Lo que no saben es el por qué.
-No creo que se lo imaginen.-admite- y si te soy sincero, prefiero llegar siempre tarde si es por que estamos repitiendo lo de antes. Y no es el único. Me pasaría toda mi vida besándole, pero por desgracia, necesitamos oxígeno para vivir. Maldito oxígeno.
-Siempre podemos repetir esta noche, ¿No?-le digo pícaramente giñándole un ojo.
-No me tientes.-dice sonriendo de lado. Se levanta y yo le imito. Nos colocamos bien la ropa y el pelo (que estaban bastante desordenados) Salimos de la habitación, decididos a divertirnos un poco antes de la gran noche. Ninguno de los dos dice nada durante el camino. Me da tiempo a reorganizar mis sentimientos y llego a la conclusión de que esto no es amor. Es pasión, deseo, y mucha, mucha atracción del uno por el otro. Nos adentramos en el ascensor y él pulsa el botón de la planta baja. Miro a Manuel de reojo él hace lo mismo, sonríendo.
-Tienes pintalabios rojo por toda la cara.-le digo acercándome a él dispuesta a quitárselo. Sería demasiado notable que nos hemos estado besando. Tiene mas pintalabios él, que yo, pero en mi intento de quitarle el pintalabios, me acorrala contra una de las paredes de el pequeño ascensor.
-No me lo quites todavía, cariño.-me dice mirándome a los ojos justo antes de atacar (De nuevo) mis labios. Desgraciadamente, llegamos a la planta baja y las puertas del ascensor se abren. Rápidamente, le quito con mi pulgar las manchas de labial de la cara antes de salir a fuera.
-¿Siempre tienen que llegar tarde, parejita?-nos dice José Manuel. Ambos rodamos los ojos, pero ninguno de los dos se atreve a decir nada. Nuestras respiraciones aún están entrecortadas por el beso de antes y estoy segura de que no será el único de la noche. Tomamos un taxi y nos dirigimos a una de las discotecas más famosas de Los Ángeles. Durante todo el viaje, Regi no hace más que repetir que esta noche no vuelve al hotel sin antes ligarse a un Gringo. Mientras que Tiffy discute con ella si hacer eso está bien o no, Isa y José Manuel están todo el viaje haciendo cositas de enamorados, Manuel y yo... simplemente nos miramos de reojo, pensando en todo lo que puede pasar esta noche. Esta noche, esta noche va a marcar un antes y un después en mi relación con él lo sabemos. El caso es que todo estará igual que antes, seguiremos odiándonos en nuestros ratos libres. Aunque ahora, mientras que estemos solos, nos comportaremos como una especie de amantes. "Amantes son los que sea aman."-me repite mi cabeza una y otra vez. Pero yo sé que no le amo, no aún. ¿Quién sabe si dentro de un tiempo surge algo entre ambos? Además, esto solamente será mientras estemos en Los Ángeles, cuando lleguemos a México cada uno tomará caminos distintos, ya que yo iré a estudiar al D.F. y él se quedará en Tijuana. Ni siquiera tendremos que vernos en las comidas familiares y eso me relaja bastante, si eso no fuera así, seguramente no haríamos esto. Llegamos a nuestro destino y nos bajamos del taxi. Nos adentramos en el local, está lleno de gente. Hace una calor enorme y ahora me alegro de haberme puesto este vestido sin mangas. Nos introducimos entre la gente, y rápidamente Regi propone ir a beber algo. Llegamos a la barra y mientras Regi pide algo para todos, (Seguramente chupitos), miro a Manuel, quién está mirándome fijamente. Cuando ve que también estoy mirándole, sonríe y niega con la cabeza, diciéndome mentalmente que no beba, no lo voy a hacer, al menos no en exceso, quiero estar consciente de todo lo que pueda pasar esta noche. También le sonrío y niego lentamente. Cuando alguien ya tiene una edad, sabe perfectamente que cantidad de alcohol tolera tu cuerpo, y por suerte o por desgracia, yo no suelo aguantar mucho. A si que no beberé mas de dos chupitos. Prometido.
Después de beber algo, Tiffy propone ir a bailar y lógicamente nadie se niega. Nos adentramos en el interior de la pista, y no tardamos mucho en quedarnos Manuel yo yo solos. Regi y Tiffy llevan en "El cuarto de baño" más de una hora y sinceramente creo que Regi ya ha encontrado a su gringo de esta noche. Mientras que Isa y José Manuel no han tardado mucho en apartarse del grupo, es normal que quieran estar solos. Manuel y yo bailamos como dos locos sin importarnos quien nos mire. Hasta ahora, no hemos hecho nada que dos amigos no pueden hacer. De repente, empieza a sonar Toxic, de Britney Spears y nos lanzamos miradas cómplices, sabiendo que la letra nos viene a la perfección ahora mismo. Empezamos a cantarla exageradamente, como si de un videoclip se tratase, mirándonos a los ojos entre sonrisas pícaras por parte de ambos. "¿Cariño puedes ver que te estoy llamando? Un tipo como tú debería llevar una alarma. Es peligroso. Me estoy enamorando." "No hay escapatoria. No puedo esperar. Necesito un golpe. Cariño, dámelo, tú eres peligroso. Me encanta." "Demasiado alto, no puedo bajar. Estoy perdiendo la cabeza, girando y girando. ¿Me sientes ahora?" "Con el sabor de tus labios, estoy en una carrera. Tú eres tóxico. Me estoy deslizando con el sabor del veneno del paraíso. Soy adicta a ti, ¿no sabes que eres tóxico?" "Se está haciendo tarde para renunciar a ti. Tomé un sorbo de la taza de mis demonios. Despacio, me está dominando." "Intoxícame ahora con tu cariño. Creo que ahora estoy preparada." Acaba la canción y Manuel coloca su barbilla en mi hombro, mientras sus manos rodean firmemente mi cintura.
-Intoxícame ahora, cariño.-me susurra al oído, repitiendo una estrofa de la canción. Giro sobre mí misma, y le beso colocando mis manos en sus mejillas. A causa de la altura de Manuel, tengo que ponerme de puntillas aún, llevando tacones altos. Nuestros labios se mueven al compás y poco a poco el beso va subiendo de tono. Nunca imaginé que echaría tanto de menos a sus labios y es que la canción tiene razón, son tóxicos. Lamentablemente, tuvimos que separarnos después de unos minutos por falta de aire. Maldito oxígeno, deberíamos tener reservas de oxígeno para estos casos.
-Chicos, perdón por el retraso.-escuchamos detrás de nosotros. No. No. No. -Si una persona no se hubiera parado a besuquearse con un hombre, no hubiésemos tardado tanto.-dice otra voz. Manuel y yo nos damos la vuelta lentamente, preparándonos mentálmente para lo que pueda pasar y ahí están, Regi y Tiffy discutiendo. Están tan preocupadas en pelearse, que aún no se han dado cuenta de que les estamos mirando.
-Va, lo que tu digas.-dice Tiffy dirigiendo su mirada hacia nosotros.
- Un momento. Regi también nos mira y frunce el ceño. ¿Qué pasa? ¿Tanto se nota que nos acabamos de besar desenfrenadamente?
-¿Por qué tienes pintalabios rojo en la cara?-dice Tiffy dirigiéndose a Manuel un poco desconcertada. Regi parece que va a decir algo, pero se arrepiente y cierra la boca. Ahora si que la hemos cagado. No me importa que ellas dos sepan sobre esto, pero si saben algo, hay más posibilidades de que se enteren terceras personas y esas 'terceras personas' es José Manuel, además no es plan de que sepan que me acuesto con Manuel de vez en cuando, sin sentimientos de por medio. Bueno, todavía no hemos empezado con ese plan de vida, pero es lógico que a partir de esta noche todo va a cambiar. Tanto tiempo discutiendo con él, y ahora resulta que lo que nos pasaba era que teníamos una tensión acumulada enorme. Y era lógico que tarde o temprano explotaría, y ha sido ahora. Manuel y yo nos miramos, sin saber que decir. Sobran las palabras, ¿No? -¿Me has escuchado Manuel? He dicho que por qué tienes pintalabios por toda la cara.-vuelve a repetir Tiffy. Está sospechando algo, bien.
-No es pintalabios.-contesta Manuel. ¿En serio piensa que van a creerse eso? Por favor, no tienen cinco años.
-¿Qué es entonces, listo?-dice ahora Regi.- Y que Mayte lleve el mismo labial que llevas tu por toda la cara, ¿Es casualidad?
