12. Su frustración.

1.8K 331 136
                                    

Podía verlo moverse de un lado al otro, pasando su mano por su mano y su pelo mientras China me revisaba. Estaba totalmente frustrado desde esta mañana cuando me pare con un dolor intenso en el pecho y empecé a toser mientras sostenía las sábanas, el dolor era fuerte y ardía la garganta. Ni tenia las fuerzas por el dolor de decirle "Quédate quieto maldito bastardo, me desespera verte mover tu gran culo de un lado al otro"

— Se rasgo la garganta de tanto toser no viene de sus pulmones la sangre — dijó China y España se quedo viendo esperando más respuesta — Ha empezado su muerte, será lenta al parecer algunos se esfuerzan por mantener a Italia del Sur viva, pero no se puede.

Sus palabras pesaban cada segundo en mi corazón y solo veía a España que empezaba a llorar, sabia que era mucho que durará unos cuantos años más junto al bastardo y mi hermano, hasta pensé que me iría antes, todos tratábamos de prepararnos para esto pero era algo que algunos no podíamos. Mire a China y trate de abrir mi boca y pregúntarle cuanto tiempo quedaba y el me impidió hablar.

— Creo que quieres saber el tiempo no — asentí rápido y podía ver como las lágrimas aumentaban en los ojos del bastardo — 6 meses.... Lo siento — La voz de China sonaba dolida.

— Ahh.. Esta bien— solté con una voz ronca y me dolió la garganta pero no le di importancia en ese momento.

Solo no quería verme débil en un momento así. España golpeo la pared con furia y se veía destrozado. Estaba seguro que el que más sufría de los dos era él.

Los días pasaron y la tensión en la casa crecio rápidamente, se estaba dejando llevar por cosas que no debía y eso molestaba a sus jefes, todo se fue en picada desde ese día y no paraba de llover durante 3 días en España un fenómeno meteorológico que era tan extraño para estas fechas que alarmo a sus jefes.

— Me voy — solté de la nada mientras solo lo veía observándome desde el otro lado de la cama. — Esta vez no regresare.

— Roma, no estoy para bromas — dijó serio tomando mi mano para que me volviera a acostar. — Necesitas descansar.

No aguante y le di un puñetazo en la cara, claro que con mi estado débil de ahora no hacia nada contra un país.

— ¡¿No te estas dando cuenta que te estas hundiendo conmigo, Bastardo?! — grite molesto — Es hora de cortar con esto y tienes que hacer como si no pasara nada. Tu eres un maldito país y no puedes estar con estupideces como esta.

Me pare enseguida y abrí el armario para sacar la poca ropa que tenia ahí y lanzarla por la ventana. Claro que a la mitad el me detuvo y me sentó en la cama abrazándome.

— ¿Cómo me puedes pedir eso? — preguntó sollozando — ¿Cómo me puedes pedír eso?, yo soy un país, pero uno que te ama.

Decir que esa noche fue tranquila seria una mentira

Razones Para Decirle Bastardo A España.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora