Razones Para Decirle Bastardo A España.

9. Sexo matutino.

A quien en su sano juicio se le ocurre tener Sexo en la mañana y perder horas de un bonito lugar o de comer o de una buena siesta. Pues al bastardos de España, no entiende que como mínimo yo debo tener 19 horas de sueño al día, 3 comidas al día sin perderme una a la hora que es.

Todo es su maldita culpa y no digan "pero el Sexo es de dos, tuviste que cooperar en algo". Claro que lo hice nada mas para terminar más rápido y no digan que fue por otra cosa, ya que no es cierto.

Bueno en cierto punto mi cuerpo necesita algo para desestresarme y dicen que el sexo matutino es bueno para la salud así que en momento ya todo valió vergas (creo que literalmente) y dije "¿Por qué no?, si lo recomiendan los médicos, quien soy yo para llevarles la contraria". Tenia que agradecer que el maldito era literalmente el país de la pasión y por Dios, bien que le quedaba el nombre.

Tal vez era el maldito lugar, tal vez era que teníamos tiempo sin hacerlo (si lo hecho antes con él, no me juzguen), tal vez era la copa de vino que siempre me tomo al despertar, tal vez solo era que no tenían los ánimos de pelear con él. De una momento a otro deje la copa de vino en la mesa de noche de la habitación y nos enrollamos en las sábanas blancas de la cama del hotel.

Era un maldito bastardo por que sabia donde tocar (eso hablare de en otro día), sabia que hacer justo lo que me gustaba, no podía quejarme de eso y no podía negarlo si pasamos un buen rato.
Claro que al final lo tuve que sacarlo de la cama ya que el maldito bastardo tenia una energía para otra ronda más. Pero, no después de una lucha en la habitación que termino en un golpe en su estómago por fin se digno a traerme el desayuno.

Ese maldito bastardo dejo mordidas notables en mi cuello, me di cuenta al ver su cara triste mirando a mi cuello con las marca que antes no duraban más de unos segundos en desaparecer.

Yo me quede en la habitación todo el día en silencio mientras el salio, podía verlo triste lanzando caracoles al mar con fuerza.

En definitiva era un bastardo que en vez de olvidar todo como yo lo hacia en ese momento, se frustraba.