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una historia que ve el lado hermoso del transhumanismo. Hay una extraña mezcla de ciencia...
El día ha llegado. A pesar de que Lois, Elena, Valeria y Alana siempre han estado ahí para apoyarme me siento nerviosa y un poco asustada. No se de qué pueda tratarse la ceremonia y aunque Elena dice que es solo un paso para algo que seguramente me va a gustar no deja de ser algo un poco macabro.
Recuerdo la ceremonia en la que conocí a Valeria, es extraño que todos los hombres miraran a las muchachas sin morbo como si tenerlas desnudas solo se tratara de otro procedimiento. Llegué a pensar que esa falta de morbo estaba acompañada de una total falta de respeto, como si no fuéramos nadie, como si fuéramos tan inferiores que los hombres pudieran ignorarnos a voluntad.
Tengo que admitir que estaba muy equivocada al respecto, los hombres no nos consideran inferiores, al contrario, nos aman y parece que tienen algún sistema de adoración. Vidal me contó todo y me mostró una muñeca de unos 20 centímetros igual a mí y vestida como yo el día que llegué a firmar el contrato
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Al comienzo no pude evitar sentir un escalofrío en mi espalda pero el maestro Blasi me dijo que lo que todos ellos sienten es una gran admiración por nosotras, que somos sus figuras de acción favoritas. Vidal me mostró su colección de muñecas y me pidió el favor de firmar mi tarjeta. No lo pude creer, fue algo que superó al escalofrío. Yo, una simple secretaria, recibiendo el cariño, la admiración y el trato de un gran atleta o de una estrella de cine? Vidal me dijo que para un maestro la firma de una princesa antes de que ella de el gran paso es un verdadero tesoro. Firmé con el bolígrafo que me dio la compañía.
Sus figuras de acción favoritas? El gran paso? Muchos maestros a la espera de nuestro gran paso? De qué se trataba todo eso?
Desde el día siguiente de firmar el contrato me sentí vigilada en todo momento, como si alguien me siguiera de la oficina a mi departamento o a cualquier lugar. No me gustó eso pero cada vez que trataba de decirle a Elena ella encontraba una forma de dejar el tema.
Aunque la Tierra ha cambiado mucho desde la unificación, todavía se pueden encontrar grupos de haters en las calles, grupos de gente que por odio roba y maltrata a quienes se han esforzado por conseguir un mejor nivel de vida.
Una noche, al parar a comprar algo de comer después de salir de la oficina, dos de estos haters, dos hombres enormes con los rostros cubiertos, comenzaron a patear mi carro y uno de ellos dijo que con gusto me patearía a mí también, que me llevarían a un lugar más cómodo y que allí me enseñarían una lección.
Llamé a Asistencia y Arbitraje pero ellos no me ayudaron. Cuando uno de los encapuchados me aplastó contra la pared y comenzó a estrangularme un hombre apareció de la nada y se enfrentó a los encapuchados. Este hombre llevaba alguna clase de armadura que le permitía moverse muy rápido.
Caí de rodillas mientras trataba de recuperar la respiración y el hombre en armadura me ayudó a ponerme de pie. El visor de su casco se volvió transparente y pude reconocerlo.
