Los primeros días en los edificios de WhiteStar habían sido algo difíciles, fue un poco como estar ciega. Los caracteres en todo, desde las placas en las puertas hasta los documentos, yo los veía como una sucesión de líneas y puntos carentes de sentido. Yo no hubiera podido moverme sin la ayuda del maestro Blasi.
Algo hizo que yo pudiera entender las líneas y puntos sin necesidad de tutoriales o clases, creo que pudo haber sido efecto del líquido azul o del extraño polvo verde. No se de qué manera pudieron haber afectado mi cerebro o de qué están hechos. No se y no quiero averiguar, ser entregada a las autoridades parece una opción peor que cualquier cosa que pueda pasar en la compañía.
Otra actividad que mi jefe, mis amigas y yo pudimos conocer y de la que, debo admitirlo, pude disfrutar después de la ceremonia fue una práctica casi prehistórica: el tambor de bordado.
No aprendimos a bordar flores o pájaros ni monogramas, solo patrones de líneas que no entendí. Elena dijo que ella tampoco entendía muy bien pero que no se trataba de entender, que la compañía esperaba que la actividad se nos convirtiera en algo reflejo, algo que pudiéramos repetir fácilmente después.
Vidal me entregó una carta en un sobre negro brillante el día anterior a la ceremonia, sería la primera vez que los decanos me citaran a una audiencia. Vidal me recomendó leer la carta en la noche a solas y Elena me dijo que me pusiera lo mejor para la cita con los decanos, después de todo esa audiencia marcaría un antes y un después.
No es sorpresa que la invitación esté impresa, los altos cargos siempre van de smoking y chistera. La carta además de una citación es un memorando sobre los protocolos que deben observarse durante la audiencia. La invitación menciona una ceremonia formal y recuerdo aquella primera ceremonia. No puedo declinar la invitación ni renunciar a la compañía. Vidal estará puntual en la mañana para llevarme al trabajo, si decido no asistir se dará por terminado mi contrato, seré entregada a las autoridades y la compañía formulará cargos. Noto que me tiemblan las manos, dejo la carta sobre la mesa y bebo líquido azul de la botella. Por qué formularían cargos? Esa amenaza tan sutil me hace sospechar sobre lo que pudiera pasar en la audiencia.
No duermo en toda la noche, el despertador suena y tengo el tiempo justo para arreglarme y salir, me pongo lo mismo que usé mi primer día en WhiteStar.
Vidal está justo en la puerta de mi apartamento esperando, me
saluda con un gesto de reverencia y bajamos al garaje por mi carro.Vidal me ofrece algo de polvo verde y líquido azul y yo le entrego las llaves del carro, le digo que no quiero manejar y duermo hasta que llegamos a la compañía, no quiero pensar en lo que va a pasar ni en cómo podría reaccionar. Me hago a la idea de que de una manera u otra mi vida como la conozco se acaba hoy.
Entramos en silencio a la pirámide principal, que no es la más grande del complejo, y tomamos el elevador, un elevador que me voy a quedar sin saber si en realidad subía o qué hacía realmente. Antes de llegar Vidal y yo nos abrazamos, éste de alguna manera es el final.
-"en realidad es solo un nos vemos al rato princesa Maddie" - dice el maestro Blasi. No entendí lo que quiso decir y cuando intento preguntar él pone su dedo índice sobre su boca.Llegamos a una habitación circular donde Elena, Lois,Alana y Valeria me estaban esperando.
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MoonLady
Fiksi IlmiahSI LES HA GUSTADO LA HISTORIA COMENTEN POR FAVOR, SI NO LES HA GUSTADO LA HISTORIA, COMENTEN POR FAVOR SI QUIEREN DARLE UNA PALIZA AL AUTOR COMENTEN POR FAVOR una historia que ve el lado hermoso del transhumanismo. Hay una extraña mezcla de ciencia...