Alterno

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El golpe en el estomago que me despertó lo provocó un zapato que calló del estante que se encuentra arriba de mi cama.

Rara es la vez la que no me doy un golpe en la cabeza con ese estante, un estante de madera barata bruscamente atornillado a la fría pared de mi habitación rustica y clara.

Ni si quiera recuerdo como la puse allí.


Voy caminando a comprar provisiones para una semana y me encuentro con aquella chica extraña que me juntó del suelo ese día tan diferente. 

La saludo pero ella se da la vuelta.

No le tomo importancia y me adentro al supermercado a comprar lo indispensable para no salir de casa como por una semana o más.

En mi carrito llevo:

Papel higiénico, 2 paquetes de 6 rollos.

Galletas de chocolate, 4 cajas de 4 paquetes con 6 galletas. 

Cajas de cereal, 2 de chocolate, y 1 de hojuelas "naturales" de maíz.

Crema de avellanas, 2 botes de 500 gramos.

Leche, 10 empaques con un litro cada uno.

Cajetillas de cigarrilos, 7, con 20 cigarrillos cada una.nunca son suficientes.

Encendedores, 5, suelo perderles fácilmente.

Botellas de agua, 7 de 1.5 litros cada una.

Café, 3 latas de 1 kilo cada una.

2 kilos de azúcar, no me gusta muy dulce el café.


Esas son algunas de las provisiones que compré para encerrarme como una Blattodea.

Llego a mi casa y enciendo el estéreo y pongo un poco de Devil Doll a un volumen moderado y cómodo. Guardo los menesteres en su correspondiente lugar y me siento a disfrutar del estilo gótico de Mr. Doctor. 

Me gusta su voz, pero la noto un poco distorsionada, no suena a él, sueña como aullidos.

Como si una bestia cantara en su lugar.

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