El día

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Mi vista vuelve lentamente, veo una silueta borrosa, rodeada de una luz blanca muy fuerte.
Puedo ver mi cara, la silueta que veo es la mía. Estoy situado frente un espejo, pero no logro reconocer si estoy de pie o tirado en algún lugar.

Todo es muy confuso, aquello que era mi cuerpo en un espejo es ahora mi cara en una ropa sin cuerpo; sólo está mi cabeza y la ropa que llevaba puesta flotando en el aire, y no es un espejo en el que veo mi reflejo, ahora estoy tirado en un charco de lluvia.
Estoy en un bosque, lo sé porque miro a mi alrededor y  sólo logro ver árboles y césped verde. Un césped tan verde y perfecto que sólo en un bosque libre de vida humana se puede dar.

Un frío de madrugada me congela los brazos, pero el Sol está en el punto más alto en el Cielo, deben ser las 12:00 pm. 

El hielo que a mis brazos rodeaba era invisible, pero sabía que estaba ahí porque podía sentirlo ejerciendo presión y cortando la circulación de mis brazos.

Mis congelados brazos comenzaron a hormiguear y mi cara sudaba del frío.

Me di cuenta de que estaba soñando porque no recuerdo cómo llegué a ese bosque tan poderoso. Así que dejo de preocuparme por mis brazos y por el resto de mi cuerpo a punto de congelarse. Comienzo a tomar todo esto como una metáfora, debe ser un sueño con un significado, cada cosa que pasa en este sueño significa algo de mi vida fuera de el mundo somnífero.

El hielo en mis brazos representa todas esas cosas que me distraen de lo que es verdaderamente importante. 

El bosque sin vida humana representa la soledad que siento, me siento alguien exterior, alguien que no pertenece al lugar donde se encuentra.

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